La partitura
Ponencia pol¨ªtica: documento que se?ala las orientaciones, las estrategias de actuaci¨®n y que recoge aquellos elementos que pueden ser significativos en las actuaciones de una formaci¨®n, en un contexto determinado. Despu¨¦s de la doble derrota electoral -y las del PSC han sido de ¨®rdago- es cuando este tipo de documentos son m¨¢s necesarios. Cualquier ciudadano pedir¨ªa claridad, objetivos bien definidos, estrategias precisas y una cierta contundencia en los planteamientos ideol¨®gicos y conceptuales. Pero ya les aviso: nada de eso se encuentra en las 60 p¨¢ginas a discutir y aprobar por parte de los 800 delegados socialistas (por desgracia, 400 menos que los participantes en el ¨²ltimo c¨®nclave). Desgraciadamente, se trata una vez m¨¢s de ese tipo de texto, cl¨¢sico en las literaturas partidarias, que empieza con declaraciones de principios rimbombantes, se entretiene en cuatro generalidades articuladas por sectores o ¨¢reas de gobierno para que nadie pueda decir que de lo suyo no se habla, unas pizcas de lo que hoy no puede faltar -salir de la crisis, sostenibilidad... - y a otra cosa, mariposa.
Empezamos mal. Un congreso, desde abajo o desde arriba, es un punto y aparte, un momento en el que puede -?y ahora debe!- haber cambio de rumbo y de tripulaci¨®n y, por tanto, conviene, en las ideas y en las caras, lanzar mensajes claros, especialmente ahora que la izquierda anda despistada. La ponencia, en este sentido, deber¨ªa ser una pieza fundamental: corta, incisiva, cr¨ªtica y capaz de poner luz ideol¨®gica en momentos de preocupante oscuridad. Un sumario que, adem¨¢s de la cr¨ªtica a los dos Gobiernos de progreso, defina una estrategia de actuaci¨®n en cuatro ¨¢mbitos: la renovaci¨®n democr¨¢tica, la lucha contra las desigualdades, el encaje Catalu?a-Espa?a y un nuevo municipalismo para la ciudad global.
Cuatro ¨¢mbitos de actuaci¨®n, ninguno m¨¢s, para centrarnos en las necesidades perentorias de la izquierda catalana. En primer lugar, la renovaci¨®n democr¨¢tica. Es indudable que una parte del malestar social de hoy se debe al abismo que separa a representantes y representados, y una parte cada vez m¨¢s numerosa de estos ¨²ltimos est¨¢ convencida de que los gobiernos democr¨¢ticos han cedido la autoridad, en lo sustancial, a los poderes econ¨®micos y financieros. La ponencia deber¨ªa dibujar propuestas de profundizaci¨®n democr¨¢tica para la sociedad (listas abiertas en ¨¢mbitos espec¨ªficos, nueva ley electoral...) y, tambi¨¦n, un modelo nuevo de funcionamiento del propio PSC (sustituir la cultura de la cooptaci¨®n por la de la sana competencia entre candidatos, m¨¢s participaci¨®n democr¨¢tica, primarias, apertura del partido a la sociedad y a los agentes sociales...), peque?os avances ineludibles en la lenta y necesaria recuperaci¨®n de la confianza democr¨¢tica.
Un segundo ¨¢mbito: la lucha contra las desigualdades. El capitalismo de principios del siglo XXI ha agudizado las desigualdades. Sin ¨¢nimo de ser alarmista: la cohesi¨®n social est¨¢ en peligro, la esperanza de un futuro mejor se difumina, urge volver a gobernar el mercado y es imperiosa la necesidad de actualizar una fiscalidad realmente progresiva y que impida cualquier tipo de para¨ªso jur¨ªdico o geogr¨¢fico. El tercer ¨¢mbito: el federalismo. Se trata, seguramente, de la forma m¨¢s sensata de organizar un Estado, pero no es la soluci¨®n al encaje Catalu?a-Espa?a. El problema catal¨¢n es de reconocimiento: Catalu?a seguir¨¢ contribuyendo a la construcci¨®n de Espa?a si ¨¦sta la reconoce, econ¨®mica, cultural y pol¨ªticamente, como naci¨®n. Y en esta l¨ªnea el PSC debe conseguir el reconocimiento expl¨ªcito por parte del PSOE y acordar un nuevo protocolo de relaci¨®n entre ambas formaciones sin dejar de formar un ¨²nico grupo parlamentario en las Cortes. Igual que lo hacen en el Parlamento Europeo, sin menoscabo de ejercer voto diferenciado en aquellas cuestiones de matriz exclusivamente territorial.
El cuarto ¨¢mbito: un municipalismo renovado. El municipalismo, el ¨¢mbito de gobierno en el que el PSC ha rozado la excelencia, debe cambiar. Ya no se trata de transformar ciudades grises tras a?os de dictadura: lo que urge es responder a los nuevos retos asociados a la globalizaci¨®n, a las nuevas din¨¢micas sociales y econ¨®micas, a la necesidad de operar a escalas metropolitanas y a realizar un urbanismo basado en el reciclaje y la protecci¨®n del espacio p¨²blico, una suerte de humanismo urbano que responda a los envites de la globalizaci¨®n.
Este congreso es importante para el PSC, pero sobre todo lo es para Catalu?a. El pa¨ªs necesita cuanto antes una izquierda que recupere musculatura y capacidad de ser alternativa. La soluci¨®n, como siempre, est¨¢ en esa mezcla m¨¢gica entre ideas y personas, entre proyecto y liderazgo. Ya ha empezado el baile de nombres y est¨¢ bien que as¨ª sea, pero es indispensable acompa?arlo con la m¨²sica de las ideas. Candidatos, no se olviden de la partitura.
Jordi Mart¨ª es concejal del Ayuntamiento de Barcelona.
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