La artista que puso a todos de acuerdo
La prueba de que el ¨¦xito de Winehouse fue algo inesperado fuera del Reino Unido es que, en Espa?a, Back To black no se public¨® hasta marzo de 2007, casi seis meses despu¨¦s de su lanzamiento brit¨¢nico. Y con dudas. En Universal Spain hab¨ªa incluso quien consideraba que no ten¨ªa mucho sentido editar un disco cuyo mercado potencial, el de los aficionados al soul, era muy activo en el mercado de la compra por correo y que adem¨¢s hab¨ªa sido uno de los m¨¢s demandados en las tiendas especializadas en discos de importaci¨®n. Hab¨ªa quien se lamentaba por no haber sido m¨¢s r¨¢pido para haber aprovechado el tir¨®n de un ¨¢lbum que consideraban en aquel momento ya explotado. Se equivocaban, el disco fue calando poco a poco, y en febrero de 2008 se aupaba al n¨²mero uno de la lista espa?ola. Y hay muy pocos casos de ¨¢lbumes que lleguen a lo m¨¢s alto de las listas 15 meses despu¨¦s de aparecer en los comercios por primera vez.
Antes de la aparici¨®n de 'Back to black', el 'soul' llevaba 30 a?os convertido en un g¨¦nero menor
Para entonces Amy Winehouse ya era un personaje popular en las revistas de cotilleos. Como otro de sus compa?eros de correr¨ªas, Pete Doherty, ocupaba tanto espacio en la secci¨®n de sucesos como en las p¨¢ginas de m¨²sica. Eran los dos toxic¨®manos m¨¢s notorios del pop. Sus andanzas et¨ªlicas, sus apariciones p¨²blicas completamente intoxicados, sus continuos encontronazos con la justicia llenaban p¨¢ginas d¨ªa tras d¨ªa. Eran un fil¨®n para los medios, ¨¢vidos de esc¨¢ndalos. La diferencia entre ambos es que mientras da la impresi¨®n de que todo el mundo conoce la cara de Doherty, pero pocos alguna de sus canciones y aun son menos los que han llegado a comprar uno de sus discos, hubo un momento en que los temas de Winehouse sonaban en todas partes. En la radio comercial y en las alternativas; en bares, clubes y fiestas de todo pelaje. Back to black consigui¨® algo al alcance de muy pocos ¨¢lbumes: poner a todo el mundo de acuerdo.
Porque ahora que Adele y Duffy son estrellas, Eli Paperboy Reed toca en festivales y hasta Phil Collins lanza un disco entero de versiones parece que el soul siempre fue un g¨¦nero comercial, pero no era as¨ª antes de Back in Black. El soul llevaba 30 a?os convertido en un g¨¦nero menor, con ocasionales repuntes de fama por la inclusi¨®n de cl¨¢sicos del g¨¦nero en bandas sonoras, que hac¨ªa que de repente proliferasen las recopilaciones baratas. Pero ning¨²n nuevo compositor con una nueva canci¨®n hab¨ªa logrado revitalizarlo. Y menos con una letra como la de Rehab, la historia contada en primera persona de una mujer que se refugia en la bebida para superar una ruptura y que se niega a entrar en rehabilitaci¨®n como le recomiendan. De alguna manera, dos veintea?eros -Winehouse y su productor MarK Ronson-, que ni siquiera hab¨ªan nacido cuando The Supremes estaban en el punto ¨¢lgido de su carrera, hab¨ªan conseguido renovar el soul, despojarlo del esp¨ªritu retro aprovechando sin embargo sus tics m¨¢s conocidos. Actualizaron un g¨¦nero unido como pocos a un momento, los sesenta, una ciudad, Detroit, y una discogr¨¢fica, Tamla Motown, la factor¨ªa de ¨¦xitos dirigida con mano de hierro por Berry Gordy, aplicando a la industria discogr¨¢fica las reglas que hab¨ªa conocido trabajando durante a?os en la del motor.
A Espa?a vino a tocar en verano de 2008, dentro del festival Rock In Rio. Su aparici¨®n previa en Lisboa d¨ªas antes hab¨ªa dado lugar a uno de esos esc¨¢ndalos a los que acostumbraba. Sali¨® tarde, bebida y provocadora para indignaci¨®n del p¨²blico, que primero se compadeci¨® y luego la abuche¨®. Muchos pensaban que no aparecer¨ªa en Madrid. Pero lo hizo. Con una copa de vino en la mano, dio un concierto correcto y se fue. Como una buena profesional, no como una estrella.
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