Espa?a es una potencia tecnol¨®gica
Habr¨¢ quien considere este titular provocador; otros, triunfalista; unos pocos, simplemente, falso. Pero la realidad es tozuda y, aunque algunos no se lo quieran creer, Espa?a es una potencia tecnol¨®gica. Nuestro pa¨ªs ha pasado en los ¨²ltimos 30 a?os de la necesidad de modernizar la maquinaria fabril a ser uno de los l¨ªderes tecnol¨®gicos mundiales en diversos sectores. Este trascendente proceso transformador ha pasado pr¨¢cticamente desapercibido, sin pena ni gloria, y es preciso que entre todos le dotemos sin m¨¢s retraso del reconocimiento y de la difusi¨®n que sin duda merece.
No tengo espacio para citar todos los casos de liderazgo tecnol¨®gico espa?ol, as¨ª que me limitar¨¦ a se?alar algunos de los m¨¢s relevantes, con mis m¨¢s sinceras disculpas hacia todos los dem¨¢s. Empiezo con Grifols, l¨ªder mundial en tecnolog¨ªa de hemoderivados, con un 77% de ventas en el exterior (34% en Estados Unidos y 44% en Europa), y que en plena crisis acaba de comprar uno de sus principales rivales para convertirse en el tercer fabricante mundial. En el sector de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y las comunicaciones (TIC) tenemos a Telef¨®nica, primera operadora de telecomunicaciones europea, y una de las tres m¨¢s relevantes del mundo, junto a ATT y China Telecom. Telef¨®nica fue pionera mundial en conmutaci¨®n de paquetes con el lanzamiento de X.25, y ha continuado ese liderazgo tecnol¨®gico en Internet, IPTV, comunicaciones 3G y en general en los servicios m¨¢s sofisticados de telecomunicaciones. Siguiendo con el sector TIC, Indra es l¨ªder mundial en productos de alta tecnolog¨ªa como radares tridimensionales, simuladores de vuelo, sistemas de control de tr¨¢fico a¨¦reo, y comunicaciones sat¨¦lite; de hecho, otra empresa espa?ola, GMV, es l¨ªder mundial en centros de control de sat¨¦lites de telecomunicaciones. Tambi¨¦n en otros sectores de alta tecnolog¨ªa la industria espa?ola ocupa posiciones de liderazgo: en el sector espacial, Hispasat es el s¨¦ptimo operador mundial de telecomunicaciones por sat¨¦lite, y en el aeron¨¢utico, Espa?a pertenece al selecto club capaz de concebir, dise?ar y producir un avi¨®n completo. No hay m¨¢s de 10 pa¨ªses en todo el mundo que puedan hacerlo.
Nuestro pa¨ªs ha pasado en los ¨²ltimos 30 a?os a ser uno de los l¨ªderes tecnol¨®gicos mundiales
Pasar de una imagen de destino tur¨ªstico a potencia tecnol¨®gica exige el esfuerzo de todos
En el ¨¢mbito de la construcci¨®n, 5 empresas espa?olas se sit¨²an entre las 50 m¨¢s grandes del mundo (y entre las diez primeras europeas), con m¨¢s del 37% de su facturaci¨®n procedente de mercados internacionales; m¨¢s concretamente, en el ¨¢rea de la infraestructura de transporte, la primera empresa del mundo es espa?ola (Ferrovial-Cintra) y entre las 10 primeras, 5 son espa?olas. El nivel tecnol¨®gico espa?ol es tal, que las empresas constructoras pueden realizar proyectos de ingenier¨ªa que multitud de competidores no sabr¨ªan c¨®mo abordar. Pasando a la energ¨ªa, nuestra petrolera Repsol, con gran visi¨®n de futuro, se especializ¨® en tecnolog¨ªas de extracci¨®n de crudo en aguas profundas, y en otras situaciones de dif¨ªcil accesibilidad. Su actual liderazgo en ese campo le ha permitido expandirse mediante la explotaci¨®n de pozos que solo con su tecnolog¨ªa pueden hacerse rentables. En energ¨ªas renovables, Espa?a es, sin duda, l¨ªder mundial. Empresas como Gamesa, Abengoa e Iberdrola renovables, entre otras, son los l¨ªderes en aerogeneradores, centrales solares de torre y generaci¨®n de fuentes renovables, como demuestran sus exportaciones y presencia internacional, incluyendo pa¨ªses tan competitivos como Estados Unidos. Termino citando al sector de m¨¢quina herramienta, que, con un 74,1% de las ventas en el exterior, tiene a Alemania como su principal cliente (el 24,1% de las exportaciones) y est¨¢ acometiendo una ambiciosa expansi¨®n en China.
Esta elevada capacidad tecnol¨®gica de Espa?a, que nos sit¨²a cerca de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados del mundo, debe animarnos a reforzar nuestra apuesta por una econom¨ªa sostenible basada en la investigaci¨®n y la innovaci¨®n tecnol¨®gica. Siendo esto un gran ¨¦xito, debemos ser conscientes de que no hemos llegado a la meta, sino que es ahora cuando empezamos la carrera, eso s¨ª, en la liga de pa¨ªses m¨¢s competitivos del mundo.
Ahora nos toca la dif¨ªcil tarea de competir (y colaborar) con Estados Unidos, Jap¨®n, Alemania, Francia y otros Estados con el m¨¢ximo nivel tecnol¨®gico. La actual crisis econ¨®mica internacional no est¨¢ afectando solo a Espa?a, sino a todos los pa¨ªses occidentales. Esta crisis es una oportunidad para algunas de nuestras empresas, que la est¨¢n aprovechando para adquirir otras empresas o para crecer a costa de rivales m¨¢s d¨¦biles. Debemos, por tanto, continuar realizando reformas para que Espa?a sea uno de los lugares del mundo m¨¢s adecuado para innovar, donde atraigamos y retengamos talento, tanto de personas como de empresas, que se decidan por nuestro pa¨ªs para desarrollar su actividad.
Pese a la fuerte posici¨®n tecnol¨®gica que hemos alcanzado, y esta clara apuesta por la innovaci¨®n como ¨²nico camino de futuro, continuamos present¨¢ndonos al mundo como un excelente destino tur¨ªstico y fuente de excelentes productos agroalimentarios. La marca pa¨ªs es muy importante tanto para las empresas como para los centros de I+D. Espa?a no se identifica con un pa¨ªs de alta tecnolog¨ªa, y eso nos perjudica de forma significativa tanto en las operaciones empresariales como cient¨ªficas. El conocido dicho de teor¨ªa econ¨®mica "No se puede tener ca?ones y mantequilla", lo que en este caso significa que no podemos presentarnos como sol y playa y, al mismo tiempo, pretender que se nos identifique como pa¨ªs de alta tecnolog¨ªa. No se trata de renunciar al turismo y al agro: ambos sectores aportan mucho a la econom¨ªa espa?ola y hay que potenciarlos y apoyarlos. De lo que se trata es de que a la hora de presentarnos internacionalmente hay que elegir entre hacerlo como potencia tecnol¨®gica o como un atractivo destino tur¨ªstico y de calidad en productos agro. Francia es un pa¨ªs con mayor industria tur¨ªstica que Espa?a y tambi¨¦n es fuente de productos agroalimentarios de alta calidad. Sin embargo, Francia no se presenta como destino tur¨ªstico, sino como potencia industrial y tecnol¨®gica, sin renunciar en ning¨²n momento a sus fuertes sectores tur¨ªstico y agroalimentario. Lo mismo sucede con los pa¨ªses emergentes, cuya estrategia no puede ser proyectar su imagen tur¨ªstica, sino proyectar su creciente realidad tecnol¨®gica e industrial. La respuesta a este dilema es clara: debemos presentarnos internacionalmente como la potencia industrial y tecnol¨®gica que somos.
Pasar de una imagen internacional de bonito destino tur¨ªstico a potencia tecnol¨®gica no ser¨¢ f¨¢cil, requerir¨¢ tiempo y solo ser¨¢ posible con un esfuerzo de todos nosotros. En primer lugar, hemos de darnos cuenta nosotros mismos de nuestra propia realidad, para pasar a transmitirla a los dem¨¢s pa¨ªses del mundo. Este proceso transformador requiere la participaci¨®n de medios de comunicaci¨®n, ciudadanos, agentes sociales y administraciones. En cuanto a los ciudadanos y medios de comunicaci¨®n, conviene que todos abandonemos los simp¨¢ticos, pero ya desfasados t¨®picos, del pa¨ªs de la chapuza, del "que inventen ellos", de la fuga de cerebros y otros similares. En cuanto a los agentes sociales y las administraciones, conviene que se reoriente la promoci¨®n de la imagen institucional de Espa?a, a todos los niveles, como pa¨ªs industrial de alta tecnolog¨ªa, en lugar de la promoci¨®n como destino tur¨ªstico y de calidad agroalimentaria. Esto no supone abandonar ni minusvalorar a los sectores de turismo y agroalimentario, a los que se debe continuar apoyando si cabe con m¨¢s fuerza, pero no a trav¨¦s de la vinculaci¨®n con la imagen pa¨ªs.
Arturo Azcorra es director general del Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico Industrial (CDTI).
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