Un cementerio de ultramar

El suelo, a veces, da regalos. Un anillo. Un rosario. Un azabache. Un bot¨®n. La arque¨®loga Ester L¨®pez Rosendo se ha sorprendido por la cantidad de presentes que le ha tra¨ªdo su ¨²ltima excavaci¨®n, la que indaga sobre la historia de la necr¨®polis de Santa Clara, en El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz). Los ajuares, ahora en estudio, han aportado novedosos descubrimientos sobre la historia de la ciudad y, sobre todo, han confirmado su trascendencia comercial y militar desde el siglo XV. Tambi¨¦n religiosa. Algunos de esos regalos del suelo han confirmado que esta fue la salida del sur hacia el camino de Santiago.

Los trabajos que ahora est¨¢ a punto de culminar el equipo de L¨®pez Rosendo son la tercera campa?a de excavaciones realizadas en el entorno de la ermita de Santa Clara, un edificio que estas investigaciones han permitido descubrir que fue construido a finales del siglo XV. Esta iglesia tuvo asociado un cementerio, que es el que ahora se excava. "Est¨¢ resultando muy interesante por la cantidad de ajuares que presentan las fosas". Aquella fue la ¨¦poca de auge del peregrinaje jacobeo. "Asociadas a esa ¨¦poca, hay unas tumbas bastantes singulares, que muestran el ir y venir de personas".

Los arque¨®logos han encontrado 300 fosas simples y 45 tumbas de ladrillo

El cementerio de Santa Clara se us¨® hasta 1806, cuando se abri¨® el nuevo, todav¨ªa en uso, justo en el solar de enfrente. Las excavaciones se centran en los alrededores de la ermita porque m¨¢s all¨¢ una urbanizaci¨®n construida hace 30 a?os destruy¨® las posibles tumbas que all¨ª se encontraban. "Seguramente llegaba hasta la iglesia Prioral por toda la calle Cruces. El nombre de la calle ya nos hace suponer que la necr¨®polis era mucho m¨¢s grande". De momento, los arque¨®logos han encontrado 300 fosas simples y 45 tumbas de ladrillo. Queda algo m¨¢s de un mes de excavaciones. L¨®pez Rosendo conf¨ªa en encontrar otro centenar de enterramientos.

Predominan los enterramientos de tipo cristiano. Los cuerpos aparecen boca arriba y, adem¨¢s, con muchos elementos de religiosidad, m¨¢s abundantes en las tumbas del Barroco: medallas, cruces, rosarios. Otros, en cambio, aparecen boca abajo y sin ning¨²n objeto.

Desde el siglo XV y hasta el XIX El Puerto de Santa Mar¨ªa tuvo una enorme importancia comercial, porque fue puerto de salida para el intercambio de mercanc¨ªas con Am¨¦rica. "Muchos virreyes de M¨¦xico part¨ªan de aqu¨ª, muchos portuenses adquirieron autoridad en el nuevo continente y adem¨¢s fue lugar de partida para los misioneros", recuerda L¨®pez Rosendo. Lo dicen los libros y tambi¨¦n los objetos hallados en las tumbas. "Muchos de los elementos religiosos que han aparecido aqu¨ª proceden de santuarios iberoamericanos". Es una evidencia de que el camposanto recibi¨® a muchos viajeros de ultramar.

La aparici¨®n de varios botones y otros restos de uniformes militares evidencian que tambi¨¦n sirvi¨® para enterrar a destacados marinos, algunos de ellos n¨¢ufragos de la batalla de Trafalgar, ocurrida en 1805, justo antes de que este cementerio fuera clausurado.

Los objetos encontrados en esta excavaci¨®n, tutelada por la Consejer¨ªa de Cultura, quedar¨¢n a cargo del Ayuntamiento de El Puerto, que ya ha expresado su intenci¨®n de abrir una sala en el museo municipal dedicada a los ajuares hallados en la necr¨®polis de Santa Clara. Todav¨ªa quedan muchas cosas por saber. Hay que analizar con m¨¢s profundidad los objetos y los restos ¨®seos. El suelo del entorno de la emita todav¨ªa puede ofrecer muchos m¨¢s regalos.