El riesgo de la suspensi¨®n de pagos queda en manos del Tea Party
Los ultras se resisten a votar el plan republicano para evitar la quiebra - La aprobaci¨®n del texto conservador ser¨¢ una humillaci¨®n pol¨ªtica para Obama
La unidad del Partido Republicano y, m¨¢s importante a¨²n, la posible suspensi¨®n de pagos de Estados Unidos est¨¢ en manos de medio centenar de congresistas conservadores vinculados al Tea Party que anoche deb¨ªan decidir si votar (en una sesi¨®n prevista para la pasada madrugada) a favor de una ley que eleva el techo de deuda de forma provisional. La aprobaci¨®n de esa iniciativa permitir¨ªa a la Administraci¨®n seguir pagando sus compromisos hasta principios del pr¨®ximo a?o, pero la Casa Blanca ha advertido de que esta soluci¨®n aumentar¨ªa la incertidumbre de los mercados y causar¨ªa un grave da?o a la econom¨ªa norteamericana.
El hecho de que esa ley, defendida por el presidente de la C¨¢mara de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, sea aprobada -lo que no est¨¢ asegurado- no es, en absoluto, garant¨ªa de que se evite la quiebra. Pero, al menos, habr¨ªa ya sobre la mesa una posibilidad real de hacerlo, eso s¨ª, a un alt¨ªsimo precio pol¨ªtico para los dem¨®cratas y para Barack Obama. De acuerdo a esta legislaci¨®n, el gasto p¨²blico se recortar¨¢ en 917.000 millones de d¨®lares (unos 640.252 millones de euros aproximadamente) en la pr¨®xima d¨¦cada y, a cambio, se le da al Gobierno una cantidad id¨¦ntica para que pague las deudas. En enero, cuando se acabe ese dinero, se volver¨¢ a votar para extender de nuevo ese l¨ªmite si se llega a un compromiso para reducir el d¨¦ficit 1,8 billones de d¨®lares m¨¢s (1, 2 billones de euros aproximadamente).
La 'ley Boehner' es hoy por hoy la ¨²nica alternativa a la suspensi¨®n de pagos
Los dem¨®cratas amenazan con rechazar el plan en el Senado
Los republicanos hacen una gran apuesta con esta ley. Si es derrotada, el partido quedar¨¢ profundamente dividido y el liderazgo de Boehner se resentir¨¢ hasta verse en entredicho su posici¨®n. En palabras del senador republicano John McCain, "una derrota ser¨ªa lo mismo que regalarle a Obama la reelecci¨®n". Pero si la ley sale adelante, el escenario cambia radicalmente: los republicanos toman plenamente la iniciativa en la crisis, el papel de Boehner su refuerza y la pelota pasa al campo dem¨®crata, que quedar¨ªa en una posici¨®n muy dif¨ªcil.
Pocas horas antes de la votaci¨®n en la C¨¢mara, Boehner hab¨ªa manifestado a sus colegas que a¨²n no ten¨ªa asegurados los 216 votos que se requieren para su aprobaci¨®n, pero que acabar¨¢ teni¨¦ndolos. Todo depende de algo m¨¢s de 20 representantes del Tea Party que se encuentran entre un grupo de 40 a¨²n sin anunciar una decisi¨®n. Otra veintena de congresistas afines a ese movimiento ultra conservador ya han advertido que bajo ninguna circunstancia le permitir¨ªan a Obama asumir nuevo endeudamiento. Tan ajustado est¨¢ el resultado que Boehner suspendi¨® anoche la votaci¨®n, inicialmente prevista para la medianoche hora peninsular espa?ola, minutos antes de que debiera de dar comienzo, para seguir buscando apoyos uno a uno.
Si la ley es aprobada, pasar¨¢ al Senado, donde los dem¨®cratas, que son mayor¨ªa en esa c¨¢mara, han asegurado que la rechazar¨¢n. Eso es, al menos, lo que los l¨ªderes dem¨®cratas han dicho hasta ahora. Hay que esperar a saber qu¨¦ dicen cuando tengan delante un texto que evita la suspensi¨®n de pagos, aunque sea temporalmente. ?Rechazarla, asumiendo unilateralmente la responsabilidad hist¨®rica de la primera quiebra de EE UU? ?No se impondr¨¢ finalmente el criterio de que m¨¢s vale esto que nada y que es mejor pagar el precio de darle una victoria pol¨ªtica a los republicanos que conducir al pa¨ªs hacia el desastre? ?Y el presidente? ?Vetar¨ªa la ley si el Senado termina aceptando los t¨¦rminos de Boehner? Quiz¨¢ habr¨¢ que esperar a¨²n algunos d¨ªas para saberlo -el plazo para la suspensi¨®n de pagos se cumple el 2 de agosto-. De momento, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Garner, ha declarado que la ley de Boehner no es una opci¨®n realista porque no tiene posibilidades de pasar en el Senado.
Lo veremos pronto. Quiz¨¢ hoy o a lo largo de este fin de semana, el l¨ªder dem¨®crata, Harry Reid, tiene que presentar algo a votaci¨®n. Tiene varias opciones: presentar por separado la ley Boehner y la que ¨¦l mismo ha elaborado para elevar el techo de deuda hasta finales de 2012, intentar una fusi¨®n de ambos textos o renunciar a su iniciativa y someter a votaci¨®n ¨²nicamente la ley de la C¨¢mara con enmiendas pactadas con los senadores republicanos.
Ninguna de esas opciones se antoja v¨¢lida para evitar la suspensi¨®n de pagos. El rechazo de la ley Boehner y la aprobaci¨®n de la ley Reid, sin m¨¢s, no parece una soluci¨®n porque esta ¨²ltima no tiene ninguna posibilidad de pasar en la C¨¢mara de Representantes, a menos que el liderazgo republicano rompiera con el Tea Party, lo que no parece probable. La reforma del texto de Boehner, a su vez, supone que esa nueva versi¨®n deber¨ªa otra vez ser votada por la C¨¢mara de Representantes, donde probablemente morir¨ªa.
Da la impresi¨®n de que, con la ley Boehner, los republicanos han ido todo lo lejos que pod¨ªan ir y que cualquier correcci¨®n que se le incluya para aproximarla a los deseos de los dem¨®cratas y de la Casa Blanca est¨¢ condenada a ser bloqueada por el Tea Party en la C¨¢mara. Si a Boehner le ha costado un esfuerzo gigantesco alcanzar el consenso interno para su propuesta actual -solo lo ha conseguido tras prometer otra votaci¨®n sobre la enmienda constitucional que proh¨ªba los presupuestos deficitarios-, cabe imaginar las dificultades que encontrar¨ªa para aprobar una versi¨®n m¨¢s moderada. Dicho crudamente, a d¨ªa de hoy, el ¨²nico horizonte que se vislumbra es el de ley Boehner o la suspensi¨®n de pagos.
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