Porque es un muchacho excelente

"Un tren que recorre la cordillera andina parte de la estaci¨®n A hacia la estaci¨®n B a las nueve...". El problema de matem¨¢ticas del examen de los Premios Extraordinarios de Secundaria no empez¨® de forma muy original. Pero a la mayor¨ªa de los 2.278 alumnos m¨¢s brillantes de la Comunidad de Madrid se les atragant¨® la soluci¨®n. "?Cu¨¢l es la distancia entre A y B?". Ra¨²l Gonz¨¢lez lo resolvi¨®, aunque le "cost¨®", y sac¨® un 10. Su nota media entre los cuatro ex¨¢menes a los que se present¨® fue un 9,4. Suficiente para ser el n¨²mero uno.

Ra¨²l habla con la voz pausada, aparenta m¨¢s edad que sus 16 a?os. Busca una explicaci¨®n a que el 63% de los j¨®venes suspendieran el examen y da una respuesta de adulto: "El problema es que en los colegios nos ponen ex¨¢menes estrictamente del temario que no abren las puertas al verdadero pensamiento matem¨¢tico". ?l ya est¨¢ acostumbrado a ese tipo de ejercicios porque se ha presentado a varias olimpiadas matem¨¢ticas. Y, aunque anduvo un "poco pillado de tiempo", fue capaz de resolverlo. En todo caso, le parece que el nivel de los alumnos fue "m¨¢s bajo de lo que esperaba".

El joven sac¨® un 9,4 en el examen de los Premios Extraordinarios

El 63% de los 2.278 alumnos que se presentaron no lleg¨® al cinco

Cambiar¨¢ el colegio privado Brains en La Moraleja por el instituto San Mateo

No sabe qu¨¦ har¨¢ con el premio de mil euros; "quiz¨¢ lo ingrese en el banco"

Sus padres celebraron su sobresaliente, a pesar de que no es ninguna novedad. En su casa pocas veces se ha o¨ªdo decir eso de "hijo, ponte a hacer los deberes". Nunca ha hecho falta, si acaso todo lo contrario, a Ra¨²l hay que ponerle freno.

El a?o que viene podr¨¢ dar rienda suelta a sus ganas de aprender. Su nota le ha valido para ser el mejor alumno, al menos de entrada, de la primera generaci¨®n del Bachillerato de Excelencia de la Comunidad de Madrid. Un proyecto pionero que estrenar¨¢ el Gobierno regional el pr¨®ximo curso con la idea de extenderlo m¨¢s adelante a otros centros.

Aunque la idea de separar a los alumnos buenos de los malos ha recibido numerosas cr¨ªticas, Ra¨²l cree que es una buena idea. Mar¨ªa Luisa, su madre, tambi¨¦n tiene muchas expectativas en el proyecto y solo le preocupa la novedad, que los chicos este a?o sean un poco conejillos de indias. Pero est¨¢ tranquila porque su hijo tiene mucha ilusi¨®n y se va a esforzar. "Mal no puede salir", dice.

Para empezar el nuevo curso, Ra¨²l tendr¨¢ que dejar a sus amigos y a sus profesores del colegio privado biling¨¹e Brains, en la Moraleja. Lo que para la mayor¨ªa de adolescentes ser¨ªa un aut¨¦ntico drama, para este joven no es m¨¢s que un peque?o inconveniente con f¨¢cil arreglo: "Conocer¨¦ gente nueva".

En su antiguo colegio han perdido a uno de sus mejores alumnos. Dice Ra¨²l que lo llamaron para felicitarle y para preguntarle que qu¨¦ iba a hacer. "Quer¨ªan que me quedara, pero saben que es una oportunidad", explica. A su colegio le agradece, adem¨¢s, el 10 que tambi¨¦n sac¨® en ingl¨¦s.

Entre sus pr¨®ximos 100 compa?eros de generaci¨®n estar¨¢n algunos de los alumnos m¨¢s brillantes de la regi¨®n. El Bachillerato de excelencia solo abre sus puertas a los alumnos con las mejores notas. Un total de 2.278 alumnos que acabaron la Ense?anza Secundaria Obligatoria (ESO) con m¨¢s de un 8 de media se presentaron al examen de acceso, pero solo 210 estaban interesados en una plaza en el San Mateo. El resto quer¨ªan probar suerte para ver si consegu¨ªan uno de los 25 Premios Extraordinarios, que incluyen un cheque de 1.000 euros y un viaje a Roma. Ra¨²l lo quer¨ªa todo y se lo llev¨® de calle.

Entre sus prioridades tampoco est¨¢ un m¨®vil de cuarta generaci¨®n ni la ¨²ltima videoconsola en 3D. Por eso Ra¨²l a¨²n no sabe qu¨¦ har¨¢ con el dinero. Piensa que quiz¨¢s lo "ingrese en el banco" e invitar¨¢ a algo a sus padres. Ahora quiere descansar, al trabajo del curso ha sumado el "extra" del examen de excelencia, que hizo el 7 de julio y que atras¨® su comienzo de las vacaciones un par de semanas.

Por eso hasta que empiece el instituto pasar¨¢ el tiempo en su casa de Alcobendas jugando al ajedrez con su padre, leyendo o tocando el piano, otra de sus pasiones desde que empez¨® a estudiar m¨²sica hace cinco a?os. Lo que seguramente no har¨¢, salvo cuando sus padres se lo pidan, ser¨¢ practicar alg¨²n deporte. La educaci¨®n f¨ªsica es su "asignatura d¨¦bil" y odia, por encima de cualquier actividad, la nataci¨®n.

A estas alturas a¨²n se saben pocas cosas sobre c¨®mo ser¨¢ el curso en el San Mateo, pero Ra¨²l puede respirar tranquilo. El centro no tiene piscina y, salvo eso, parece que el resto no tiene secretos para ¨¦l.