El 20-N, los 'abertzales' m¨¢s unidos

"Nuestra misi¨®n en el Congreso no ser¨ªa para jugar con los votos a cambio de aprobar los Presupuestos. Nosotros iremos con una misi¨®n soberanista, como representantes de un Estado a hablar con otro Estado". Este dibujo pol¨ªtico pertenece a Martin Garitano, diputado general de Gipuzkoa, cuando fue requerido, en una conversaci¨®n informal, sobre las previsiones que la izquierda abertzale alberga ante las pr¨®ximas elecciones generales, adelantadas al 20-N. Garitano, sin dedicar un segundo al nombre de la coalici¨®n que englobar¨ªa en el pr¨®ximo reto electoral la oferta abertzale en puertas del futuro constitucional de Sortu, da por hecho de que "se obtendr¨ªa grupo propio", asegur¨¢ndose as¨ª un m¨ªnimo de seis diputados entre la representaci¨®n de los tres territorios de Euskadi y el de Navarra.

EA ve prematuro la uni¨®n con Aralar. Si entra su cuota podr¨ªa reducirse

En el Gobierno creen que ser¨¢ la ocasi¨®n para que L¨®pez gane perfil

La izquierda abertzale quiere exprimir al m¨¢ximo la ola creciente en la que se desenvuelve tras los desbordantes resultados del 22-M. Y en su prop¨®sito de ensanchar al m¨¢ximo la representaci¨®n soberanista despliega una t¨¢ctica de doble direcci¨®n que le permite, de un lado, consolidar el actual entramado de independientes (exBatasuna), EA y Alternatiba, al tiempo que traslada la zozobra a Aralar, su directo rival en el granero electoral. De hecho, a la izquierda abertzale tradicional le ha bastado dos meses desde su ¨¦xito en las urnas para sembrar las dudas en Aralar sobre su futuro m¨¢s inmediato, hasta el punto de que la sombra de ir en coalici¨®n con "sus enemigos de siempre" toma cuerpo con indisimulada rapidez. Incluso, algunos significativos cargos de Aralar en Guip¨²zcoa ni siquiera necesitar¨ªan del congreso a la vuelta del verano para abrazarse ahora mismo con Bildu.

Sin embargo, hay quien entiende que a¨²n es pronto para imaginarse la presencia de Aralar en esta coalici¨®n. Lo hizo ayer Juanjo Agirrezabala, el ¨²nico parlamentario de EA al entender que a¨²n es "prematuro" fijar estos acuerdos. L¨®gicamente, la presencia de Aralar en esta coalici¨®n podr¨ªa incomodar a EA ya que su peso pol¨ªtico se ver¨ªa reducido habida cuenta de la mayor aportaci¨®n que asegurar¨ªa el partido de Patxi Zabaleta.

Con todo, esta indudable apuesta por dar visibilidad en Madrid a una mancha abertzale m¨¢s representativa tampoco oculta su prop¨®sito de golpear, de paso, el respaldo electoral del PNV para as¨ª diluir la capacidad de influencia que se le reconoce ante Gobiernos sin mayor¨ªa absoluta, indistintamente del PP o del PSOE.

Bajo este cuadro de situaci¨®n, es m¨¢s r¨¢pido de entender los recientes an¨¢lisis p¨²blicos de representantes de la izquierda identitaria decididamente abiertos a la suma de nuevos agentes pol¨ªticos para potenciar su apuesta del 20-N. Ayer mismo, un comunicado de este sector reconoc¨ªa que se abre "una oportunidad para profundizar en la nueva fase pol¨ªtica abierta en Euskal Herria", a cuya existencia, a?ade la nota, "se ha llegado con la uni¨®n de las fuerzas soberanistas en posici¨®n emergente".

Por contra, el Gobierno de Patxi L¨®pez digiere en silencio su abierta preocupaci¨®n por los resultados que puedan producirse el 20-N ya que una previsible derrota socialista agravar¨ªa al l¨ªmite el grado de incertidumbre interna que golpea al PSE despu¨¦s del fracaso en el 22-M y, sobre todo, comprometer¨ªa en exceso el valor pol¨ªtico del acuerdo con el PP en un escenario en b¨²squeda de la paz definitiva. Como es l¨®gico, desde los partidos que sustentan el pacto pol¨ªtico en el Pa¨ªs Vasco se advierte de que "son elecciones generales, donde se juega otra cosa". Incluso, desde los populares hay una clara voluntad de "respetar al m¨¢ximo" esta colaboraci¨®n "que ha sido un ejemplo de entendimiento y que ha permitido tantos avances para la normalidad, que todav¨ªa sigue sin ser definitiva", admiten en el entorno de Antonio Basagoiti.

En el Gobierno, no obstante, se desdramatiza la situaci¨®n y lo entienden como un reto pol¨ªtico, donde la figura del lehendakari, Patxi L¨®pez, estar¨ªa llamada a jugar "un papel de mucho m¨¢s peso en la b¨²squeda de acuerdos" entre diferentes. Y lo quieren hacer si esperar al 20-N.