Erdogan impone una transici¨®n democr¨¢tica a las Fuerzas Armadas
El Gobierno y el Ej¨¦rcito pactan una salida a la crisis de la c¨²pula castrense
Tras cuatro d¨ªas de c¨®nclave el Ej¨¦rcito y el Gobierno turco han llagado a un acuerdo para remodelar la c¨²pula militar de Turqu¨ªa. La decisi¨®n, que llega tras tensas negociaciones, ha estado enmarcada por la crisis institucional desatada el pasado viernes tras la dimisi¨®n en bloque de altos mandos de las Fuerzas Armadas.
La designaci¨®n de los nuevos jefes de Estado Mayor, con un perfil m¨¢s profesional y menos pol¨ªtico, parece dibujar un proceso de transici¨®n militar m¨¢s acorde con la pol¨ªtica del Gobierno islamista moderado y supone una victoria para el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que, desde su llegada al poder, hace casi una d¨¦cada, mantiene un pulso con los uniformados.
La ¨²nica voz cr¨ªtica en el Estado Mayor ser¨¢ el jefe de las tropas de Tierra
El primer ministro tiene v¨ªa libre para poder redactar una nueva Constituci¨®n
El Ej¨¦rcito ha visto disminuido su poder con la llegada al poder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), y parece haber plegado velas tras aceptar los nombramientos pactados en la reuni¨®n del Consejo Militar Supremo celebrada desde el lunes. Los principales nombramientos son el del nuevo comandante de las Fuerzas A¨¦reas, que recay¨® en el general Mehmet Erten, cuyo rango ha tenido que ser elevado de tres a cuatro estrellas para poder ocupar el puesto. Como estaba previsto, la comandancia de la Marina corresponde al almirante Emin Murat Bilgel, y la de la Gendarmer¨ªa, al general Bekir Kalyoncu. El anterior jefe de la Gendarmer¨ªa y ¨²nico comandante que se neg¨® a presentar su dimisi¨®n la semana pasada, el general Necdet ?zel, fue confirmado ayer como nuevo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito.
La ¨²nica voz disonante al frente de la segunda mayor fuerza militar de la OTAN es el general Hayri Kivrikoglu. El nuevo comandante del Ej¨¦rcito de Tierra y segundo en la cadena de mando, que en el pasado se neg¨® a saludar al presidente de la Rep¨²blica, Abdul¨¢ G¨¹l, encarna a los oficiales antiislamistas que el Gobierno del AKP trata de apartar del poder.
El Ejecutivo de Erdogan no parece haber querido apretar las tuercas demasiado a los generales. Una crisis prolongada en el Ej¨¦rcito puede ser peligrosa para un pa¨ªs como Turqu¨ªa, que mantiene una guerra interna contra la guerrilla separatista kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK) y que cuenta con vecinos tan inestables como Siria, Irak e Ir¨¢n.
El Consejo Militar Supremo ha buscado una salida honorable para los 14 oficiales imputados en tramas golpistas, cuya posible promoci¨®n desat¨® la crisis el pasado viernes. A pesar de que no ser¨¢n ascendidos, como dictamina la ley, podr¨¢n permanecer un a?o m¨¢s en su puesto.
M¨¢s de 40 generales o almirantes turcos -una d¨¦cima parte de la c¨²pula militar- y unos 250 altos oficiales se encuentran procesados o en prisi¨®n preventiva por sus implicaciones en las tramas golpistas Ergenekon y Mazo. La primera, que se destap¨® en 2007, involucra al llamado Estado profundo en una serie de asesinatos y atentados con el fin de desestabilizar el Gobierno de Ankara. La Operaci¨®n Mazo, por su parte, es un detallado plan militar que contemplaba la voladura de varias mezquitas, asesinatos selectivos e incluso el ataque a cazas griegos sobre el Egeo para sembrar el caos y desatar un golpe de Estado.
Ambos casos han acabado minando el prestigio de los mandos de las Fuerzas Armadas, que hasta hace pocos a?os eran considerandos garantes de los sacrosantos valores republicanos. Tras cuatro golpes y pronunciamientos militares -1960, 1971, 1980 y 1997- , as¨ª como el acercamiento a la UE desde 2005, muchos turcos han perdido su confianza en los militares.
Erdogan, que revalid¨® su liderazgo por tercera vez consecutiva en las elecciones del pasado junio, tendr¨¢ ahora el camino despejado para sustituir la Constituci¨®n de 1980, emanada del golpe militar, por una ley fundamental democr¨¢tica. A pesar de que el 60% de los ciudadanos sigue respetando a sus Fuerzas Armadas, casi nadie en Turqu¨ªa se atreve ahora a defender su injerencia en el poder civil.
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