El eco de 2008 resuena en Wall Street
La agitaci¨®n econ¨®mica da pie a comparaciones con la crisis de hace tres a?os
Suena inquietantemente familiar. Las acciones caen en picado. La econom¨ªa se ralentiza. Los pol¨ªticos se las ven y se las desean para encontrar soluciones, pero se enredan en discusiones. Muchos estadounidenses se preguntan si les espera una repetici¨®n de la crisis financiera de 2008.
La respuesta es objeto de un encarnizado debate entre los economistas y los expertos en mercados. Muchos afirman que los riesgos son menores en la actualidad -al menos en lo que se refiere a una crisis inmediata- porque el sistema financiero en general goza de mejor salud y hay menos problemas ocultos. Pero a?aden que hay motivos para preocuparse y no descartan una r¨¢pida ca¨ªda en espiral si los pol¨ªticos en Estados Unidos y en Europa no pueden tranquilizar a los inversores afrontando los retos financieros primordiales.
Hay quien compara a Espa?a e Italia con Lehman Brothers y AIG
La desconfianza es el elemento com¨²n con 2008 m¨¢s inquietante
Banca y empresas americanas est¨¢n en mejor situaci¨®n financiera ahora
La divisi¨®n pol¨ªtica complica en 2011 los planes de est¨ªmulo
Igual que hace tres a?os, el problema b¨¢sico es un exceso de deuda que los prestatarios tienen problemas para devolver, pero esta vez se trata de deuda soberana en vez de privada.
"De momento la cosa no est¨¢ tan mal como en 2008, pero podr¨ªa ponerse mucho peor porque la preocupaci¨®n por la deuda soberana es de escala mucho m¨¢s mundial que el riesgo de las hipotecas basura de 2008", opina Darrell Duffie, catedr¨¢tico de Finanzas en Stanford y experto en el sistema bancario.
La creciente falta de confianza es quiz¨¢ el elemento en com¨²n con 2008 m¨¢s inquietante y la principal preocupaci¨®n.
"Hay un grado de temor ah¨ª fuera que se parece un poco", puntualiza Michael Hanson, un veterano economista del Bank of America Merrill Lynch. "No son solo los fundamentos. Es el miedo a lo desconocido".
La mayor parte de la atenci¨®n se ha centrado hasta ahora en la volatilidad de los valores y los inversores est¨¢n aterrorizados con los tres retrocesos de infarto registrados en los ¨²ltimos cinco d¨ªas de Bolsa, incluida la ca¨ªda del 4,6% que sufri¨® el mi¨¦rcoles el ¨ªndice industrial Dow Jones.
Pero lo que m¨¢s inquieta a muchos financieros y funcionarios p¨²blicos son los indicios de tensi¨®n en los mercados de cr¨¦dito europeos, esenciales para financiar la actividad diaria de bancos y empresas del continente.
A diferencia de la crisis de 2008, que se inici¨® en Estados Unidos y se extendi¨® por todo el mundo despu¨¦s del desplome de Lehman Brothers y de que la gigantesca aseguradora American International Group (AIG) estuviera a punto de quebrar por los impagos de las hipotecas basura, la situaci¨®n actual empez¨® fuera de Estados Unidos. El creciente temor por la excesiva exposici¨®n de los bancos europeos a la deuda soberana empieza a crispar los nervios al otro lado del Atl¨¢ntico.
La banca europea tiene enormes carteras de bonos de Gobiernos y empresas de Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y Espa?a, y crece la inquietud ante una suspensi¨®n de pagos.
Algunos ven las comparaciones exageradas. "La sensaci¨®n es completamente diferente", opina Larry Kantor, jefe de investigaci¨®n de Barclays Capital. "No creo que ahora mismo haya una crisis de la deuda en Estados Unidos y los t¨ªtulos de deuda europea no est¨¢n tan repartidos por todas partes como lo estaban en 2008 los de deuda hipotecaria o los derivados. Las posibilidades de que se produzca una ca¨ªda como la de 2008 en el mercado son remotas". Los expertos a?aden que es importante no confundir una desbandada en las Bolsas con un p¨¢nico en toda regla.
"Creo que la situaci¨®n es bastante diferente de la de 2008", se?ala John Richards, jefe de estrategia de RBS, en Stamford, Connecticut. "Esto es una correcci¨®n del mercado de valores basada en un crecimiento m¨¢s lento y en el aumento de las probabilidades de que se produzca una recesi¨®n. En 2008 sufrimos una aut¨¦ntica crisis de financiaci¨®n, en la que los bancos se mostraban reacios a prestarse dinero unos a otros".
Otros en Wall Street sostienen que el desmoronamiento se desarrolla de forma parecida. Los agentes de Bolsa comparan la amenaza procedente de Grecia que desencaden¨® la crisis de deuda soberana de hace un a?o con Bear Stearns, cuya ca¨ªda en marzo de 2008 fue un ensayo general para la crisis generalizada que tuvo lugar seis meses despu¨¦s. Para estos aspirantes a profetas, las inmensas cargas de deuda de Italia y Espa?a son ahora el equivalente de Lehman y AIG, instituciones cuyas ca¨ªdas pusieron en peligro la estabilidad de todo el sistema.
El mi¨¦rcoles pasado, en una siniestra repetici¨®n de 2008, las acciones de los bancos europeos retrocedieron un 10% o m¨¢s, y estos est¨¢n empezando a acaparar efectivo, lo cual obstaculiza los pr¨¦stamos interbancarios que permiten que el sistema financiero mundial funcione sin complicaciones. Mientras que, ¨²ltimamente, los costes de financiaci¨®n de los bancos en Estados Unidos y Reino Unido han empezado a subir ligeramente, los costes de los bancos europeos que se prestan dinero mutuamente se han duplicado desde finales de julio.
Claro que, como se?alan otros observadores m¨¢s optimistas, estos tipos siguen muy por debajo del nivel que alcanzaron en el peor momento de la crisis financiera. No obstante, son los m¨¢s altos desde la primavera de 2009.
Como los bancos europeos intercambian diariamente miles de millones de d¨®lares con sus hom¨®logos estadounidenses, se ha extendido el miedo al contagio.
Junto con los temores, en los meses que han precedido a la situaci¨®n actual se percib¨ªa una cierta incapacidad para aceptar la realidad, otro eco m¨¢s de 2008. Incluso mientras las pruebas de la amenaza de las hipotecas basura se multiplicaban a lo largo de 2007 y hasta bien entrado 2008, las Bolsas segu¨ªan levitando, con el Dow Jones rozando los 13.000 no mucho despu¨¦s de que Bear Stearns tuviera que ser rescatado. Y a pesar de que la econom¨ªa se debilita, Wall Street sigue prediciendo que las ganancias en el cuarto trimestre estar¨¢n un 23% por encima del nivel del a?o pasado, un objetivo que cada d¨ªa parece estar m¨¢s fuera del alcance.
Entonces, como ahora, se produjeron enormes oscilaciones en los mercados de renta variable, tanto al alza como a la baja. Por ejemplo, el Dow retrocedi¨® 777 puntos el 29 de septiembre de 2008, despu¨¦s de que el Congreso rechazara inicialmente el Programa de Alivio de Activos Problem¨¢ticos propuesto para rescatar a los bancos, y al d¨ªa siguiente recuper¨® 485 puntos. Pero en general las acciones continuaron cayendo, y el Dow toc¨® fondo con 6.457 en marzo de 2009.
Claro que, entre entonces y ahora, hay diferencias importantes que podr¨ªan dar a los bancos m¨¢s capacidad de recuperaci¨®n.
Las instituciones financieras en EE UU tienen un tercio m¨¢s del capital que en 2007 y est¨¢n en mejores condiciones para capear el actual temporal. Adem¨¢s, han reducido su toma de riesgos. En lugar de prestar 25 d¨®lares por cada d¨®lar de capital que poseen, ahora prestan la cantidad m¨¢s razonable de 16 d¨®lares, seg¨²n un estudio de Chris Kotowski, analista bancario en Oppenheimer.
Asimismo, el tama?o del mercado para los acuerdos de recompra, o repos, en el que las instituciones financieras obtienen pr¨¦stamos a un d¨ªa para financiar sus operaciones, se ha reducido desde un m¨¢ximo de 4,47 billones de d¨®lares en marzo de 2008, cuando Bear estuvo a punto de quebrar, hasta los 2,6 billones en julio de 2011.
Es m¨¢s, consumidores y empresas por igual han reducido sus deudas -por modestamente que sea- aunque los Gobiernos no lo hayan hecho. Despu¨¦s de aumentar su endeudamiento durante m¨¢s de tres d¨¦cadas consecutivas, los consumidores han cambiado de rumbo y ahora deben un poco menos que en 2008. As¨ª, el n¨²mero de empresas cuya deuda a corto plazo supera sus activos es el m¨¢s bajo de los ¨²ltimos 25 a?os, lo cual reduce la posibilidad de una contracci¨®n del cr¨¦dito como la de oto?o de 2008.
Asimismo, el alcance de los problemas se entiende mejor hoy que en 2008, cuando los responsables pol¨ªticos se sorprend¨ªan una y otra vez ante la cantidad de deuda por hipotecas basura y por la manera en que se hab¨ªa extendido por tantos rincones del sistema financiero mundial.
Sin embargo, no todas las diferencias son benignas. Al contrario que en 2008, cuando los legisladores en Estados Unidos actuaron r¨¢pidamente para rescatar a los bancos y proporcionaron garant¨ªas para impedir que el sistema financiero se paralizara, las divisiones pol¨ªticas en Washington hacen que sea mucho m¨¢s dif¨ªcil tomar medidas osadas como otro paquete de est¨ªmulo.
La Reserva Federal tambi¨¦n tiene menos instrumentos que utilizar. Ya ha reducido los tipos de inter¨¦s a corto plazo hasta pr¨¢cticamente cero, y dos rondas de inyecciones que alcanzan un total de m¨¢s de dos billones de d¨®lares para estimular la econom¨ªa todav¨ªa no han logrado restaurar del todo el crecimiento.
"Lo que la Reserva puede hacer tiene un l¨ªmite", afirma Hanson, de Bank of America. "Ahora es una clase diferente de guerra, pero se nos han acabado las balas convencionales".
En Europa, donde tuvo su origen la crisis actual, los l¨ªderes pol¨ªticos est¨¢n al menos igual de divididos que sus hom¨®logos estadounidenses respecto a las medidas a tomar porque diversos pa¨ªses en Europa tienen dificultades para reconciliar sus diferentes intereses.
"No hemos visto a los responsables pol¨ªticos pensar un plan que se considere exhaustivo, coordinado y cre¨ªble", remacha Philip Finch, estratega bancario mundial de UBS. "Necesitamos que la confianza se recupere y hay un mont¨®n de luchas internas".
Traducci¨®n de News Clips. ? 2011 New York Times Service.
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