"El patinaje me ha dado horas de tranquilidad"

Si algo une al f¨²tbol, el boxeo y el patinaje sobre hielo es la pasi¨®n de Ray Loriga (Madrid, 5 de marzo de 1967), escritor, guionista y director de cine. Son sus tres deportes del alma. Por ellos podr¨ªa pasarse noches en vela o despertarse al alba: "He llegado a quedarme hasta las siete de la ma?ana viendo el patinaje sobre hielo o me he levantado a esa misma hora para ver un Racing de Avellaneda-San Lorenzo de Almagro". La afirmaci¨®n no pretende batir marcas. Para ¨¦l es sencillamente una vieja costumbre: "Mi abuela es de Jaca y estaba muy orgullosa del Palacio de Hielo. Ella sol¨ªa contarnos que una vez se encontr¨® una peseta en la calle y se la gast¨® en entrar all¨ª. El caso es que no patin¨®. Solo se qued¨® en la barra mirando a los dem¨¢s. Fue ella quien me llevo all¨ª un par de veces de ni?o. Tampoco aprend¨ª a patinar. M¨¢s bien descubr¨ª que era un negado para ese deporte, pero, aun as¨ª, me encantaba mirar a las patinadoras. Supongo que ah¨ª naci¨® mi pasi¨®n por el hielo. Desde entonces, siempre que he podido he seguido los campeonatos europeos, mundiales y ol¨ªmpicos. Me ha dado horas y horas de tranquilidad".

El hielo, dentro y fuera de la pista, siempre es fuente de placer y entretenimiento

Nombra sin respiro patinadoras, torneos y viejas historias. Y tambi¨¦n algunos sobresaltos: "Como el esc¨¢ndalo de Nancy Kerrigan, en 1994, cuando su m¨¢s fiera contrincante, Tonya Harding, contrat¨® a un mat¨®n para partir una rodilla a la campeona. Un asunto muy divertido, menos para la pobre Kerrigan, que tuvo en vilo a la prensa durante meses. Entre mis favoritas de siempre me quedo con Sasha Cohen, mi debilidad, y sus a?os de enfrentamiento, esta vez estrictamente deportivo, con la tambi¨¦n fabulosa Michelle Kwan. Entre los hombres, me encantaba Evgeni Plushenko y ahora sigo al espa?ol Javier Fern¨¢ndez, que es estupendo. En fin, el hielo, dentro y fuera de la pista, siempre es fuente de placer y entretenimiento. Y no es dif¨ªcil iniciarse. Solo hay que aprender a diferenciar un axel de un doble axel, un salchow de un toe loop y sobre todo un lutz de un flutz. Todo es ponerse".

Al f¨²tbol se aficion¨® de ni?o. Iba al estadio Bernabeu con un amigo -"uno de mi barrio con el que jugaba"- que ten¨ªa un abono: "Nos met¨ªamos 12 con su pase. ?bamos al tercer anfiteatro. As¨ª se hacen unos colores, de ni?o, lloviendo, con los pies fuera y solo los talones apoyados en la grada". Eran los a?os de Pirri, Juanito y Santillana: "Entonces a¨²n se beb¨ªa con bota de vino y a los ni?os nos invitaban". Pero su adicci¨®n al f¨²tbol no se alimenta solo de madridismo: "Me interesa el f¨²tbol en general. Cuando viv¨ª en Estados Unidos, hasta ve¨ªa el femenino, que era bastante mejor que el masculino".

Loriga siempre parecer tener una an¨¦cdota balomp¨¦dica en la manga. Reci¨¦n llegado de dar una charla en la Asociaci¨®n Cultural del Athletic de Bilbao, saca a relucir su admiraci¨®n por San Mam¨¦s: "Es el estadio m¨¢s emocionante de Espa?a. Es un verdadero club ingl¨¦s. Se respira el respeto a sus valores y su historia. El Madrid parece unas l¨ªneas a¨¦reas o una multinacional. Y es dif¨ªcil emocionarse as¨ª". Al d¨ªa, incluso al minuto, de los culebrones ligueros, de los puntos de cada partido y de los goles de cada jugador, confiesa, sin embargo, que su "pasi¨®n por el hielo" va m¨¢s all¨¢. "Aunque la verdad es que es una afici¨®n que no comparto con muchos amigos. Y eso que es un deporte extremadamente duro y dif¨ªcil. Son cr¨ªas que se pegan unos guantazos tremendos y jam¨¢s lloran. ?No como en el f¨²tbol! ?Siempre quej¨¢ndose!", matiza.