"No nos quedan rosarios misioneros"
El 'merchandising' de la visita del Papa se vende en 20 casetas y 50 tiendas - El pont¨ªfice pidi¨® expresamente que no se comercializara con su rostro
"?La que m¨¢s se vende? Sin duda la de la cara del Papa. Es la m¨¢s divertida". La dependienta, que ha tenido una ma?ana movidita, ofrece los dulces a las visitantes. Son las benedipastas, cuadraditos de galleta que se pegan al paladar y que decoran los escaparates de la cadena de pasteler¨ªas del Horno de San Onofre. Hay tres tipos: una con la bandera vaticana, otra con el logotipo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y la que arrasa, con el rostro y busto de Ratzinger bajo una fina capa de gelatina. Cada pasta, del tama?o aproximado de una foto de carn¨¦, cuesta 1,50 euros. Hay tambi¨¦n piruletas de pasta con el logotipo oficial por 1,75 y 2,50 euros. Son un buen acompa?amiento (algo empalagoso) para tomar el t¨¦ y est¨¢n muy solicitadas estos d¨ªas. Pero, por lo visto, al pont¨ªfice no le har¨ªan ninguna gracia si se las encontrara.
"El Papa ha pedido expresamente que no se comercialice con su imagen. Est¨¢ claro que Benedicto vende, pero no es un futbolista", explica Ana Merche Mu?oz, responsable de la tienda oficial de la JMJ. Para respetar su decisi¨®n, ning¨²n art¨ªculo oficial, salvo la moneda conmemorativa de las jornadas, utiliza el rostro de Ratzinger. Todo el merchandising, desde la colonia a las pulseras rosario de colores chillones, es made in Spain y ha salido de los almacenes de 28 empresas espa?olas, que resultaron elegidas entre las 39 que se presentaron al concurso celebrado en septiembre de 2010.
En los puestos que ha instalado la JMJ para vender recuerdos se puede encontrar casi de todo: el favorito del p¨²blico es el rosario misionero, agotado desde ayer por la ma?ana y que se espera que hoy vuelva a circular por Madrid. "En cuanto los encuentre, pedir¨¦ que los traigan todos", dice Mu?oz. Fabricado en cinco colores, uno por continente, es un producto que comercializa la Conferencia Episcopal Espa?ola desde hace a?os y cuyos fondos se destinan a las misiones. El rosario, que cuesta 3,90 euros, ya no se puede encontrar en los negocios, pero quedan otros productos.
-?Esta gorra dar¨¢ calor?
-No mujer, la mojas con agua y es superfresquita.
La peregrina, que llega a la caseta tras una cola de 20 personas, tiene dudas. La voluntaria pone todo su empe?o y se la lleva. En un puesto situado frente a la catedral de la Almudena, una decena de voluntarios vende los productos oficiales de merchandising de la JMJ. Hay otros 19 stands. Al filo de las cuatro de la tarde, el calor azota hasta en la sombra. Pero no para de llegar gente.
Las gorras con la bandera de Espa?a y el sombrero australiano de tela cuestan seis euros. Las camisetas se venden de todos los tama?os y en varios colores por 8,90 euros. Una chica italiana opta por las gafas de sol con sello oficial en la patilla: 12,90. Y una se?ora norteamericana pide la silla plegable naranja, ideal para soportar la vigilia del domingo en el cuartel de Cuatro Vientos: 25 euros.
Hay dos colonias de fragancia intensa, una para hombre y otra para mujer, por 20,90 cada una. La mochila del peregrino incluye dos vales con un euro de descuento para usar en las 50 tiendas oficiales, entre las que est¨¢n El Corte Ingl¨¦s y negocios cl¨¢sicos de souvenirs del centro, que han hecho su propio mapa y ofrecen descuentos del 5%. En la de la calle del Arenal, el producto con m¨¢s ¨¦xito es una pulsera con la bandera de Espa?a por 1,90 euros. "No damos abasto", dice la encargada.
Hasta esta semana, hab¨ªa un control f¨¦rreo de la JMJ para evitar productos pirata. Pero Mu?oz reconoce que, con las jornadas a punto de empezar, es dif¨ªcil seguirles la pista. Tampoco quieren quedarse sin su parte del pastel. Uno de esos negocios, en la calle de la Montera, vende imanes reciclados con el rostro del pont¨ªfice por 2,95 euros. Bajo Ratzinger, que es una pegatina que se despega por los bordes, hay una imagen de dos ancianas en una plaza de Santiago de Compostela.
Si los voluntarios detectan alg¨²n punto ilegal, le avisan y le invitan a convertirse en tienda oficial. "Les explicamos que est¨¢n defraudando al peregrino, que cree que parte de su compra va para la organizaci¨®n", explica Mu?oz.
Ana Olalla, voluntaria de 39 a?os, colabora en el almac¨¦n desde el que se han distribuido todos los productos: una franquicia de MRW cedida por su due?o. Olalla ha recorrido el centro para rastrear posibles productos ilegales. El due?o de un establecimiento les advirti¨® de que un distribuidor quer¨ªa introducir camisetas falsas. "Se denunci¨® y no lleg¨® a distribuirlas", apunta.
La JMJ es prudente y habla de que el primer objetivo es recuperar costes, lo que previsiblemente se conseguir¨¢ en un par de d¨ªas, seg¨²n Mu?oz. El margen de beneficio para las tiendas oficiales es de un 20% y el de la organizaci¨®n ronda el 50% por producto. "Quer¨ªamos precios ajustados y, aunque podr¨ªamos haber abaratado costes en China, hemos apostado por la producci¨®n espa?ola", explica la responsable de las tiendas.
-Papa, ?qu¨¦ es Papa?
En el pol¨ªgono de Cobo Calleja, en Fuenlabrada, no han olido el negocio. La dependienta del ca¨®tico local de banderas y abalorios ni siquiera entiende de qui¨¦n le est¨¢n hablando. En los almacenes alineados en las enormes avenidas del pol¨ªgono, donde se descargan hasta 400 contenedores semanales, no hay ni rastro de Benedicto o de la bandera vaticana. "Seguramente calcularon que era un negocio demasiado corto en el tiempo. Si se retrasa un pedido m¨¢s de una semana, te quedas con la mercanc¨ªa", explica un funcionario de la Embajada china.
El a?o pasado, los comerciantes chinos llegaron tarde a la fiebre que se desat¨® durante el Mundial de f¨²tbol por las vuvuzelas de pl¨¢stico. La comunidad china de Madrid rescat¨® una remesa de 10 sacos que hab¨ªan quedado sin vender en Italia, eliminada antes que los campeones de la selecci¨®n espa?ola. Quiz¨¢ en esta ocasi¨®n recuperen el olfato del negocio con los rosarios. Algunos comerciantes chinos han empezado ahora a hacer pedidos a los distribuidores oficiales, seg¨²n la JMJ. De momento les han dicho que no.
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