Las calles son de los peregrinos
El cierre del tr¨¢fico en las grandes arterias de Madrid permite a miles de personas ocupar el centro en el inicio de los fastos de la Jornada Mundial de la Juventud
Miles de peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud tomaron ayer el centro de Madrid en el d¨ªa de la inauguraci¨®n del encuentro de j¨®venes cat¨®licos. A medida que el Ayuntamiento cortaba al tr¨¢fico en las principales arterias de la ciudad, los visitantes fueron ganando espacio sobre el asfalto y las aceras en las horas previas a la misa que ofici¨® por la tarde el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, en Cibeles.
Entre los j¨®venes peregrinos, el ambiente era m¨¢s parecido al que hay en una fiesta de verano que al de una misa. Un par de francesas vest¨ªan unos pantalones cortos que no se podr¨ªan llevar en un colegio del Opus y que levantaban suspiros entre un grupo de estadounidenses; hab¨ªa simpatizantes de la revoluci¨®n ¨¢rabe en Siria que le agradecen al Papa sus mensajes por la paz; y hasta grupos de j¨®venes, entre ellos algunos monjes, que se hac¨ªan fotos, saltaban y bailaban al ritmo de la m¨²sica de Lady Gaga. La neoyorquina aqu¨ª no escandaliza a nadie; y es m¨¢s, junto con grupos como U2 y The Black Eyed Peas, su m¨²sica son¨® varias veces durante la tarde, en las pruebas de sonido.
En las calles madrile?as, el catolicismo del siglo XXI da la impresi¨®n de tener poco que ver con el de siglos pasados, o eso parece intentar. "Ha habido cosas que nos han puesto mal en el pasado, que afectaron a la religi¨®n; pero toda persona y todo grupo aprende de los errores. Juan Pablo II, en sus tiempos, pidi¨® disculpas", dec¨ªa Romer Romero, un fraile franciscano de Bolivia.
Las banderas de pa¨ªses como Estados Unidos, M¨¦xico, Venezuela, Colombia, Argentina, Australia, Francia, Italia o Espa?a que cargan los peregrinos no pararon de desfilar durante el d¨ªa. Los c¨¢nticos se improvisaban y surg¨ªan gritos espont¨¢neos de "?Viva Benedicto!".
Conforme acumulaban caminatas, muchos peregrinos prefer¨ªan descansar; y buscaban las sombras de los ¨¢rboles para refugiarse del calor; otros, se refrescaban en las 200 fuentes de agua potable que est¨¢n instaladas de manera provisional para el evento. Por la tarde, se lleg¨® a los 40 grados -hubo decenas de atendidos por golpes de calor, informa F. J. Barroso-. Entre los veteranos de las jornadas mundiales lo importante es no perder el ¨¢nimo. "Cada experiencia es distinta, pero es fascinante. Todo sale muy espont¨¢neo", dec¨ªa Badui Holgu¨ªn, un dominicano de 40 a?os, que ha asistido a cuatro encuentros juveniles. "Pienso que el Esp¨ªritu Santo est¨¢ aqu¨ª, porque entre tantas personas nos podemos entender de manera maravillosa".
En la calle de la Montera, cientos de j¨®venes se agrupaban en corros a la hora del almuerzo, mientras las colas de decenas de personas sal¨ªan de los restaurantes en los que se sirven los men¨²s del peregrino. "El momento de la comida es un caos, todos los sitios est¨¢n saturados y nos hacen esperar mucho", explicaba Francisco, un joven bonaerense de 17 a?os. Vino con un grupo de 200 personas y duerme en un polideportivo cerca de Cuatro Vientos. Es la primera vez que Francisco est¨¢ en Espa?a y ha venido coste¨¢ndose el viaje de 4.000 d¨®lares -2.800 euros- porque "pod¨ªa pagarlo". Va a aprovechar los ratos libres para hacer turismo y para disfrutar de los bares de Madrid y tomarse "una cervecita y unas tapas". Anthony, canadiense de 22 a?os, tambi¨¦n cree que el problema de este encuentro es la desorganizaci¨®n. "Entiendo que es complicado porque somos mucha gente, pero se podr¨ªa hacer mejor", explicaba.
La comunidad italiana es una de las m¨¢s numerosas. Cada vez que dos grupos de italianos se encuentran por la calle, se aplauden mutuamente. Elisabetta tiene 18 a?os y viene desde Siena. Anoche tuvo que elegir entre estar en la misa de apertura o ver en la televisi¨®n el Palio, una hist¨®rica carrera de caballos en la Piazza del Campo de su ciudad. "Aqu¨ª tienes la posibilidad de ser amigo de todo el mundo", dec¨ªa.
En la Puerta del Sol, tres franceses invitaron a las chicas a hacerse fotos con ellos mientras sosten¨ªan un cart¨®n en el que se le¨ªa: "Estamos buscando tres novias". A pocos metros, algunos de sus compatriotas se ba?aban en la fuente de la plaza hasta que agentes de la Polic¨ªa Municipal les obligaron a salir del agua.
Un cierre paulatino
El centro fue ayer convirti¨¦ndose poco a poco en un fort¨ªn desde primera hora de la ma?ana con los cortes de tr¨¢fico. El primer tramo afectado fue el que va de la plaza de la Independencia hasta Cibeles, que qued¨® clausurado a las 10.30. A las 11.30 comenzaron a cerrarse los carriles centrales del Paseo de Recoletos y, m¨¢s tarde, el cierre se extendi¨® hasta la plaza de C¨¢novas del Castillo. Luego vinieron la Gran V¨ªa y la calle Alcal¨¢ y el Paseo del Prado, que fue el ¨²ltimo en cerrarse sobre las cuatro de la tarde hasta la glorieta de Atocha. Los cortes no provocaron "incidencias ni grandes retenciones" en el tr¨¢fico de la ciudad, seg¨²n inform¨® un portavoz de la Consejer¨ªa de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid. Estas medidas se mantendr¨¢n hasta el pr¨®ximo martes a las seis de la ma?ana.
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