El amigo indeseable
Fue Gu¨ªa de la kultura un proyecto de Ezra Pound que la editorial londinense Faber & Faber, donde trabajaba su amigo T. S. Eliot, public¨® en 1938, en la ¨¦poca fervorosamente fascista de Pound, americano en Italia y fan¨¢tico de Mussolini, aunque muy americano en su mentalidad: Ezra Pound s¨®lo cre¨ªa en lo concreto. Disconforme y desobediente ante las ideas recibidas, como quer¨ªan Emerson y Thoreau, se pleg¨®, sin embargo, a la publicidad mussoliniana con devoci¨®n de enamorado, lo que no le impidi¨® considerar en su Gu¨ªa la Constituci¨®n de los Estados Unidos "el documento de Estado m¨¢s grande escrito hasta ahora". La Constituci¨®n transformaba el pensamiento en vida, y Pound, en su inc¨®modo vadem¨¦cum cultural, distingu¨ªa dos clases de ideas: ideas en el vac¨ªo, "juguetes intelectuales", e ideas para poner en pr¨¢ctica, normas de conducta. Su Gu¨ªa quer¨ªa ser ¨²til, mapa de carreteras de la kultura trazado a partir de su viaje personal. No le serv¨ªa la palabra cultura, maldita por el mal uso, referible, en todo caso, a los vacuos "juguetes intelectuales".
?Habla sin conexi¨®n ni orden? Pound no es que pierda el hilo, sino que coge otro: "Necesito m¨¢s de un hilo para la trama"
Escrib¨ªa "para personas que no pudieron permitirse una educaci¨®n universitaria" y "para j¨®venes, universitarios o no, que quisieran saber m¨¢s a los 50 a?os de lo que yo s¨¦", y juzgaba una infamia "una educaci¨®n que en 1938 no prepare al estudiante para la vida entre 1940 y 1960". Razonablemente pensaba que el verdadero conocimiento no es un cat¨¢logo muerto, sino que parte de la comprensi¨®n de las cosas y "entra poco a poco (...) siempre pertinente, vinculado a la seguridad, la nutrici¨®n o el placer", respirado, disfrutado, vivido. Y, como prueba, Pound recordaba, escribiendo su Gu¨ªa en marzo de 1937, el Museo del Prado sala por sala y pared por pared, tal como lo vio treinta a?os antes el entonces joven poeta.
Gu¨ªa de la kultura es un autorretrato de Pound, que exhibe sus entusiasmos mani¨¢ticos mientras perora sobre historia, econom¨ªa, arte, literatura, antropolog¨ªa, m¨²sica y filosof¨ªa. "Semiacad¨¦mico antifilol¨®gico", lo llam¨® sin piedad Franco Contini. Siendo un ejemplar t¨ªpico de la cultura vanguardista de Occidente, Oriente fue su fijaci¨®n, China, porque Confucio ofrece un modo de vivir, de tratar con la naturaleza y con los seres humanos: "Humanidad es amar a los seres humanos. Conocimiento es conocer a los seres humanos". Entendi¨® que la filosof¨ªa occidental, aislada de la vida y de la sabidur¨ªa, a partir del siglo XVII hab¨ªa dejado de guiar el pensamiento general: "Despu¨¦s de la ¨¦poca de Leibniz el fil¨®sofo profesional fue tan s¨®lo un tipo demasiado perezoso para trabajar en un laboratorio".
?Habla sin conexi¨®n ni orden? Eso lo pensar¨ªa un lector con prisas, avisa Pound. ?Es incoherente? No es que pierda el hilo, sino que coge otro: "Necesito m¨¢s de un hilo para la trama". Y recuerda, sin citar el nombre del ilustre protagonista de la an¨¦cdota, lo que le dijo Mussolini en un palacio romano el 30 de enero de 1933, cuando Pound le expresaba su deseo de ordenar sus teor¨ªas econ¨®micas: "?Para qu¨¦ quiere poner el poeta sus ideas en orden?". Gu¨ªa de la kultura respeta el desorden de una charla de sobremesa entre amigos. Hay momentos en que Pound resulta un comensal insoportable, con su relampagueante sucesi¨®n de citas ("no soy el autor de muchas de mis afirmaciones... No hay sentido de la propiedad en la mayor¨ªa de mis afirmaciones") y su ocasional energumenismo tabernario, de peri¨®dico barato, de locutor radiof¨®nico chill¨®n y adulador de Mussolini y los suyos: Culture ser¨¢ Kulchur, Arist¨®teles se convierte en Arry Stotl, Shakespeare es Bill Shxpeare, Gorgias practica el dada¨ªsmo. Pero lo perdurablemente admirable de este Pound es su voluntad de comprometerse: "Har¨¦ declaraciones que pocas personas se pueden permitir porque pondr¨ªan en peligro sus ingresos o su prestigio en sus mundos profesionales, y s¨®lo est¨¢n al alcance de un escritor por libre: 'Dada mi libertad, puede que sea un tonto al usarla, pero ser¨ªa un canalla si no lo hiciera".
Gu¨ªa de la kultura. Ezra Pound. Traducci¨®n de Luis N¨²?ez D¨ªaz. Presentaci¨®n de Nicol¨¢s Gonz¨¢lez Varela. Capit¨¢n Spring Libros. Madrid, 2011. 368 p¨¢ginas. 19 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.