Mena controla la renta m¨ªnima con una ETT

En su af¨¢n por aplicar m¨¦todos propios en el control de la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n (RMI), ajenos a los trabajadores sociales que llevan a?os trabajando con los m¨¢s desfavorecidos, el Departamento de Empresa y Ocupaci¨®n, dirigido por Francesc Xavier Mena, ha recurrido a una empresa de trabajo temporal (ETT) para controlar el supuesto fraude en esta ayuda, seg¨²n ha podido saber EL PA?S.

Hasta finales de septiembre, 20.000 beneficiarios de la renta m¨ªnima ser¨¢n entrevistados en oficinas de la Generalitat. Al otro lado de la mesa se encontrar¨¢n en muchos casos personal de la empresa Randstad, especializada en recursos humanos. Empresa y Ocupaci¨®n el viernes neg¨® haber recurrido a una ETT. Ayer prefiri¨® no dar explicaciones ni aclarar la formaci¨®n del personal que lleva a cabo las entrevistas. El Departamento se remite a la comparecencia del pr¨®ximo viernes de Mena y el consejero de Bienestar Social, los dos responsables de la crisis que este agosto ha dejado a decenas de miles de personas sin esta ayuda de subsistencia. La crisis comenz¨® por un cambio en el sistema de pago, aplicado sin previo aviso, que ha obligado a activar los servicios sociales en pleno agosto para asistir a los afectados.

Aunque Empresa no lo ha hecho p¨²blico, fuentes conocedoras de la gesti¨®n de la renta m¨ªnima informaron ayer de que Randstad ya llev¨® a cabo hace tres meses una prueba piloto, en la que decenas de beneficiarios de al menos tres municipios del ¨¢rea de Barcelona fueron llamados por la ETT para ser entrevistados.

El sistema de control de la renta m¨ªnima ha indignado a los trabajadores sociales, que destacan que la informaci¨®n que pueda obtenerse con estas entrevistas ya consta en los expedientes de cada beneficiario o que pueden conseguirla ellos mismos. Cada caso, a?aden, es revisado dos veces al a?o.La Generalitat previ¨® un refuerzo de 80 trabajadores para las entrevistas, que se celebran por la tarde (de 15.20 a 19.40 horas) en las nueve oficinas de empleo de Catalu?a habilitadas, de forma excepcional, seg¨²n inform¨® el secretario general de Empresa, Enric Colet, hace tres semanas.

Parte de estos empleados son funcionarios de Bienestar y Familia, el Departamento que dirige Cleries. El resto -un n¨²mero que Empresa no quiere concretar- han sido contratados a trav¨¦s de la ETT.

Los asistentes sociales cuestionan la capacitaci¨®n del personal externo para evaluar a los beneficiarios. Pero a?aden que el principal problema es el sistema escogido: un escueto cuestionario no soluciona el supuesto fraude masivo que Mena atribuy¨®, casi en exclusiva, a los marroqu¨ªes. A su juicio, dijo, "muchos" de ellos cobran la renta m¨ªnima pese a que residen fuera de Catalu?a.

La justificaci¨®n oficial de las entrevistas es la lucha contra el fraude. Pero a los afectados se les transmite otra idea. Lo explica Esther S., una mujer de 41 a?os que ayer acudi¨® a las 15.20 horas a la oficina de empleo de la calle de Sep¨²lveda, en Barcelona. "Me han dicho que no me preocupe de nada, que esto es solo un tr¨¢mite para actualizar los datos". Esther respondi¨® oralmente a preguntas sobre cambios en su vida personal, viajes, deudas y movimientos bancarios y se fue, sin m¨¢s. No aport¨® documentaci¨®n alguna. Esta informaci¨®n ya est¨¢ incluida en los expedientes, de modo que las preguntas son redundantes.

Ella es una de las 34.000 beneficiarias de la RMI, una ayuda m¨ªnima de supervivencia de la que dependen 110.000 personas. La prestaci¨®n b¨¢sica son 420 euros mensuales, cifra que puede variar seg¨²n las cargas familiares u otras circunstancias personales.

El 1 de agosto, Esther se llev¨® un susto may¨²sculo porque no recibi¨®, como cada mes, la transferencia bancaria que necesita para vivir. "Lo primero que pens¨¦ es que me hab¨ªan quitado la ayuda. Llam¨¦ a mi asistenta social, que no sab¨ªa nada. Me dio un tel¨¦fono y tard¨¦ tres horas en que me atendieran", relat¨®.

Su caso no es de los m¨¢s angustiosos porque cobr¨® el cheque el 5 de agosto. Pero pone de relieve el caos ocasionado por el consejero Mena, que us¨® bases de datos desfasadas para enviar los talones, de modo que algunos llegaron a direcciones equivocadas. "Recib¨ª la carta que me explicaba lo que ten¨ªa que hacer... ?el 12 de agosto!", explic¨® Esther, que recibe 150 euros al mes desde hace ocho meses y tiene un hijo de dos a?os. Al margen del susto, el caos le ha costado 60 euros. "El primero de cada mes, el banco me cobra. Pero este mes no ha podido hacerlo y me han penalizado". Una de las entidades financieras a las que Empresa remiti¨® los cheques explic¨® ayer que ser¨¢n "sensibles" a la hora de revisar esos recargos, siempre que el usuario reclame que le sea devuelta la cantidad.

Los errores en el env¨ªo de los cheques han tenido consecuencias a¨²n m¨¢s graves. Los talones caducan a los 15 d¨ªas naturales de ser emitidos. O sea que las personas que lo han recibido despu¨¦s de esa fecha -y las que lo reciban a partir de ahora- se van a quedar este mes sin ayuda. El pasado viernes, el 25% de los beneficiarios a¨²n no hab¨ªa cobrado la ayuda de agosto, seg¨²n la Generalitat. El Gobierno catal¨¢n se neg¨® ayer a actualizar los datos -de nuevo, con la excusa de la comparecencia- aunque distintas fuentes lo cifraron en m¨¢s del 15%. Eso significa que al menos 5.000 beneficiarios (de los que dependen unas 16.000 personas) van a pasar el mes como puedan, pero sin la ayuda. La previsi¨®n es que el 1 de septiembre cobren, por transferencia, el mes que se les debe.

Isabel y Manuel esperaban ayer su turno en Palau de Mar. "Ya nos han avisado de que nos van a echar del piso, porque no hemos pagado el alquiler", cont¨® la mujer de 45 a?os, madre de siete hijos y abuela de dos, de Sant Roc (Badalona). "Lo peor es que mi sobrina localiz¨® el cheque. Se lo hab¨ªan enviado a una direcci¨®n antigua, pero la mujer que vive all¨ª por suerte se lo guard¨®. Ha ido al banco y le han dicho que ha caducado", lament¨®. Por eso est¨¢ angustiada. "Si me llega el m¨ªo ahora, tambi¨¦n habr¨¢ caducado. ?C¨®mo pago mi techo? A este paso, mis ni?as no van al colegio en septiembre. No puedo pagar ni los libros ni las batas", zanj¨®. Otra compa?era de fila se sum¨®: "Si no cobro, tendr¨¦ que ir a robar. Y como yo, todos. No vamos a dejar que nuestros hijos pasen hambre porque estos se?ores quieran comprobar si somos pobres".