Urbanismo tramita 33 derribos en costa protegida de A Illa de Arousa
Las construcciones llevan m¨¢s de dos d¨¦cadas ocupando terrenos en primera l¨ªnea de playa - Peque?os galpones fueron convertidos en viviendas ilegales
Hace dos semanas, la Axencia de Protecci¨®n da Legalidade Urban¨ªstica (APLU) orden¨® la demolici¨®n de una casa prefabricada y un galp¨®n anexo que tambi¨¦n serv¨ªa de vivienda en una zona de servidumbre de protecci¨®n de dominio p¨²blico mar¨ªtimo-terrestre, frente a una de las playas m¨¢s concurridas de A Illa de Arousa. El derribo se ejecut¨® m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s de iniciarse el expediente de infracci¨®n, resuelto y notificado hace un a?o a los infractores.
Pero esta actuaci¨®n de la APLU es la primera de otros 33 expedientes de ilegalidad incoados, la mayor¨ªa en los a?os noventa, y que tambi¨¦n acabar¨¢n en derribo, aunque sin fecha de ejecuci¨®n. Los propietarios est¨¢n agotando todas las v¨ªas legales para retrasar la orden y recurren, por ejemplo, al cambio de domicilio para eludir las notificaciones. Mientras, las medidas coercitivas siguen su curso, multas acumuladas a lo largo de los a?os. Aunque las demoliciones deber¨ªan ser acometidas por los propios infractores, en la pr¨¢ctica casi nadie cumple el requerimiento y hacen caso omiso a la ejecuci¨®n forzosa, lo que supone un elevado gasto para la Administraci¨®n auton¨®mica que, en el mejor de los casos, puede tardar a?os en cobrarlo.
Hace dos semanas, la APLU ech¨® abajo la primera de las edificaciones ilegales
En los casos de omisi¨®n, la APLU tiene que aprobar previamente un proyecto t¨¦cnico para ejecutar las obras de demolici¨®n. El derribo que se llev¨® a cabo en el lugar de Con Cerrado, una de las playas protegidas y propuesta para su inclusi¨®n en la Red Natura 2000, fue resuelto y notificado por la agencia a los infractores en octubre de 2010. Como ese requerimiento se incumpli¨®, la APLU decret¨® la ejecuci¨®n forzosa, encarg¨® el proyecto t¨¦cnico de las obras de demolici¨®n y luego las sac¨® a licitaci¨®n p¨²blica. La contrataci¨®n de este ¨²ltimo derribo fue presupuestado en 35.000 euros. En una parcela donde el uso residencial est¨¢ prohibido, los propietarios levantaron un cierre y despu¨¦s instalaron una casa prefabricada y una roulotte. Tambi¨¦n hicieron un galp¨®n con s¨®tano y sobre la placa de hormig¨®n construyeron un aseo y un porche. Ahora, el terreno ha vuelto a su estado primitivo.
El alcalde, el socialista Manuel V¨¢zquez, considera que este derribo es la mejor medida disuasoria para los infractores a los que tarde o temprano les caer¨¢ el peso de la ley. "El tiempo llega y el resto no pueden estar tranquilos porque el derrib¨® llegar¨¢", advierte. Pero V¨¢zquez lamenta la lentitud de la Administraci¨®n en estos casos. "Habr¨ªa que cambiar la legislaci¨®n y los instrumentos de que dispone, en este caso la APLU, que no le queda otra que cumplir unos plazos y unos formalismos que retrasan las ejecuciones mientras los ayuntamientos no podemos intervenir porque escapa de nuestras competencias, solo podemos denunciar ", explica.
Adem¨¢s de la ilegalidad, V¨¢zquez est¨¢ decidido a poner fin al fe¨ªsmo de estas construcciones que la APLU define como edificaciones pero que popularmente son conocidas como chabolas, alboios, galpones o barracones. "Estamos hablando de zonas protegidas de gran valor ecol¨®gico y somos los responsables de velar para poner fin al chabolismo", a?ade. Con 27 playas que se concentran en apenas un tercio de su per¨ªmetro de costa, A Illa es uno de los espacios costeros urban¨ªsticamente m¨¢s protegidos, donde un 70% de su superficie esta vedada a la construcci¨®n, como el entorno de la playa de Carreir¨®n, uno de los m¨¢s concurridos por los turistas y declarado reserva natural por la Uni¨®n Europea.
La construcci¨®n del puente que une A Illa con Vilanova fue el principal motor econ¨®mico para los habitantes de este peque?o archipi¨¦lago y un descubrimiento para los habitantes de las poblaciones de su entorno, hasta convertirse sus playas en un verdadero im¨¢n de ba?istas.Con el boom del ladrillo, muchos compraron terrenos en zonas no urbanizables para instalar tiendas de campa?a o caravanas pero que, poco a poco, acabaron siendo viviendas con apariencia de galpones pero con todo lujo de servicios en su interior.
Chabolas de lujo
En los arenales m¨¢s finos de aguas cristalinas, ocultas detr¨¢s de frondosas tuyas se levantan viviendas de veraneo con todo lujo de servicios pero con apariencia de chabolas. Lo que empez¨® siendo un tresillo para tomar el sol acab¨® convirti¨¦ndose en s¨®lidas paredes de hormig¨®n, feas por fuera pero lujosas por dentro. "Ya quisieran muchos que pueden construir tener todo lo que hay en estos galpones, si se pueden llamar as¨ª", comenta el alcalde. "Porches, barbacoas, no falta de nada, y lo peor es que los propietarios son profesionales liberales, m¨¦dicos, abogados, profesores que se supone que tendr¨ªan que ser m¨¢s escrupulosos al respetar la ley", apunta Manuel V¨¢zquez.
La mayor¨ªa de estas edificaciones ilegales se concentran en la playas de Lavanqueira y Con Cerrado. Sus propietarios son veraneantes que en los noventa compraron parcelas a pie de playa a precios muy bajos porque est¨¢n en zonas catalogadas como no urbanizables. "Las utilizan en verano o fines de semana pero a partir de ahora saben que tienen fecha de caducidad; estos privilegios se acaban y si no que miren para la del vecino, la que derribaron hace dos semanas", a?ade V¨¢zquez.
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