Imputado por grabar su nombre en la Alhambra
El militar jordano se enfrenta a tres a?os de c¨¢rcel
Cuando en 1829 Washington Irving ide¨® implantar en la Alhambra un libro de firmas trataba de evitar hechos como el que ha protagonizado un militar jordano. Lleg¨® a Espa?a como parte de una delegaci¨®n que su pa¨ªs envi¨® para adquirir un avi¨®n militar. Con ese cometido se desplaz¨® a Sevilla, pero aprovech¨® los d¨ªas en Andaluc¨ªa para visitar el conjunto monumental granadino. A mediados de agosto lleg¨® a la Alhambra y quiso dejar constancia de su paso grabando su nombre en un muro del Palacio de Carlos V. Lo pillaron y ahora est¨¢ imputado por un delito contra el patrimonio hist¨®rico cuyas penas oscilan entre uno y tres a?os de c¨¢rcel y una multa que va de los 12 a los 24 meses.
Ya en el siglo XIX caus¨® estupor a Irving la obsesi¨®n de los viajeros por plasmar su firma en el monumento. De ah¨ª, y con la intenci¨®n de eliminar esta mala costumbre, el regalo que hizo a la Alhambra el propio escritor: un ejemplar encuadernado en piel verde que se guarda en los archivos. Con su firma lo inaugur¨® y luego dejaron huella de su paso otros visitantes en ese y en sucesivos libros. Antes firmaban todos los viajeros pero ese derecho queda reservado ya a puntuales personalidades por razones obvias del turismo de masas. No obstante, esa decisi¨®n y la vigilancia posterior erradicaron casi totalmente la man¨ªa de dejar constancia de las visitas en los muros, aunque a¨²n hay casos como el de este militar que acudi¨® como turista y decidi¨® grabar con una moneda su apellido en una de las paredes de la segunda planta del palacio renacentista de Carlos V.
El oficial estaba en una expedici¨®n para comprar un avi¨®n en Sevilla
El acusado se ofreci¨® a pagar los da?os antes de la instrucci¨®n judicial
La acci¨®n llam¨® la atenci¨®n de otros turistas que observaron lo que hac¨ªa y alertaron al personal de seguridad. Los vigilantes lo sorprendieron in fraganti por lo que llamaron directamente al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, que detuvo al oficial jordano. Le dio tiempo a marcar su apellido y la fecha de la visita, el pasado 13 de agosto, seg¨²n fuentes policiales. Despu¨¦s pas¨® un d¨ªa detenido y ante el juez aleg¨® que desconoc¨ªa que ese hecho estuviera penado en Espa?a, seg¨²n avanz¨® ayer el diario Ideal.
Los agentes que lo pusieron a disposici¨®n judicial informaron tambi¨¦n a la Fiscal¨ªa de Granada. El Ministerio P¨²blico le atribuye la autor¨ªa de un delito contra el patrimonio hist¨®rico, seg¨²n el C¨®digo Penal, en base al cual se puede ordenar que corra a su cargo la restauraci¨®n posible del da?o. Se ha encargado un informe pericial para saber con exactitud si excede o no los 400 euros, seg¨²n fuentes de la Fiscal¨ªa. En esa cifra se fija la barrera para que la acci¨®n sea considerada delito y no falta. No obstante, al tratarse en este caso de un Bien de Inter¨¦s Cultural, como es el Palacio de Carlos V, la causa se tramita directamente por el procedimiento ordinario como delito en un juzgado de la capital.
El encargado de investigar los hechos es el Juzgado de Instrucci¨®n 5 de Granada. La Polic¨ªa tambi¨¦n se encarg¨® de informar de la detenci¨®n a la embajada de Jordania en Madrid. El imputado mostr¨® su disposici¨®n a pagar los da?os antes de que comenzara la instrucci¨®n judicial. Sin embargo, cincelar su nombre y la fecha de la visita en una pared de Carlos V no tiene tan f¨¢cil soluci¨®n.
El Patronato de la Alhambra, que denunci¨® lo sucedido, considera "reparable" el da?o. La Junta de Andaluc¨ªa, por su parte, conf¨ªa en que la negligencia acarree una dura sanci¨®n para que el caso sirva de ejemplo. "No podemos permitir este tipo de desmanes", manifest¨® ayer el delegado de Cultura en Granada, Pedro Benzal. El caso contin¨²a en instrucci¨®n y la visita tur¨ªstica puede llegar a costarle al militar un juicio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.