Los republicanos presionan para hacer pagar impuestos a los pobres de EE UU

Bajar impuestos ya no es tan de derechas. O al menos, depende de a qui¨¦n tenga en mente esa derecha. En Estados Unidos, los republicanos y sus medios afines, que desde los a?os ochenta del siglo pasado han defendido las bajadas de impuestos como condiciones imprescindibles para la dinamizaci¨®n laboral, han matizado esa propuesta en las ¨²ltimas semanas. Aunque siguen criticando que Barack Obama quiera subir los impuestos a aquellos que m¨¢s ganan, aseguran que es hora de que la base tributaria se ampl¨ªe y las rentas m¨¢s bajas comiencen a pagar m¨¢s tasas al gobierno federal.

Hay en EE UU entre un 46% y un 47% de contribuyentes que no pag¨® impuestos federales en el ejercicio fiscal pasado, seg¨²n la organizaci¨®n de an¨¢lisis fiscal Tax Policy Center. La mitad, aproximadamente, gana menos de 30.000 d¨®lares (20.800 euros) al a?o. Muchos de ellos viven bajo el nivel de la pobreza, que el censo estadounidense sit¨²a en 7.500 euros de ingresos anuales por contribuyente ¨²nico. Otras son rentas algo m¨¢s altas que se benefician de deducciones. Se trata de ancianos, personas con dependientes a cargo y familias con deudas inmobiliarias o educativas.

Bachmann: "Todo el mundo debe pagar algo, aunque sea un d¨®lar"

El 47% de los contribuyentes no paga tasas federales, seg¨²n un estudio

Ese grupo, de rentas bajas y de rentas medias que se benefician de desgravaciones, es el objetivo de una nueva campa?a pol¨ªtica de los republicanos, a cuya ayuda ha acudido el diario The Wall Street Journal. El diario ha bautizado a aquellos que no pagan impuestos federales en Estados Unicos como los "suertudos" (en ingl¨¦s, lucky ducks).

A esos "suertudos" les ha criticado profusamente la ganadora de las primarias de precampa?a celebradas hace dos semanas en Iowa, la congresista Michelle Bachmann. "Todos los estadounidenses se benefician de la seguridad de nuestro ej¨¦rcito, todos se benefician de las carreteras y de los parques nacionales", dijo en un mitin en Carolina del Sur el 21 de julio. "Y un 47% de los contribuyentes no paga nada, necesitamos ampliar esa base, para que todo el mundo pague algo, aunque sea s¨®lo un d¨®lar".

Rick Perry, gobernador de Tejas y candidato mejor colocado para las primarias conservadoras en las ¨²ltimas encuestas, ha calificado esa cifra de "injusta y descorazonadora" en un mitin. Marco Rubio, senador por Florida y considerado como posible candidato a la vicepresidencia, lo ha resumido de este modo: "No necesitamos nuevos impuestos, necesitamos m¨¢s contribuyentes. Gente con trabajo remunerado, que gane dinero y que contribuya al sistema impositivo".

El Wall Street Journal, diario de cabecera conservador, lo ha bautizado como "la nueva ortodoxia republicana": redistribuir el peso tributario para rebajar la deuda p¨²blica. Esas peticiones cobrar¨¢n m¨¢s relevancia a partir del 7 de septiembre, cuando el Congreso finalice su receso veraniego y Obama se dirija a una sesi¨®n plenaria en el Capitolio, el d¨ªa posterior, para detallar planes de dinamizaci¨®n econ¨®mica.

En el Congreso, los republicanos han anunciado que boicotear¨¢n una medida que propondr¨¢ Obama: prolongar una bajada a los impuestos a las rentas medias y bajas, que el presidente aprob¨® el a?o pasado. Obama baj¨® los impuestos federales sobre la renta, del 6,2% al 4,2%, a los trabajadores por cuenta ajena que cobren menos de 74.150 euros al a?o. Esos impuestos se dedujeron de la parte que va destinada a financiar la Seguridad Social. En general, supuso un ahorro medio anual para el contribuyente de 1.483 euros anuales.

Han sido medidas como ¨¦sa las que han facilitado que un 46% de los norteamericanos no paguen impuestos federales (siguen pagando otros: estatales, locales y sobre transacciones comerciales). En los a?os de Bush, esa cifra era del 30%, pero tras la debacle econ¨®mica vivida en 2008, la nueva administraci¨®n aprob¨® numerosas desgravaciones para las clases medias y bajas, como forma de alivio fiscal.

Los conservadores quieren evitar que se extiendan estos beneficios fiscales. Argumentan que se trata de una medida que s¨®lo afectar¨¢ a aquellos que ya no pagan impuestos y que supondr¨¢ seguir colocando el peso de la recaudaci¨®n del Estado sobre las rentas m¨¢s altas.

Y precisamente esa es la otra gran causa tributaria de los republicanos: evitar que Obama aumente los impuestos a las rentas m¨¢s altas. En 2001 y 2003, George W. Bush redujo las tasas al 2% de contribuyentes que m¨¢s dinero gana, aquellos que ingresan m¨¢s de 173.000 euros anuales. Obama prorrog¨® esas bajadas en 2010, pero se niega a volver a hacerlo cuando expiren, en 2012. Mantiene que de ese modo se podr¨ªa reducir la deuda p¨²blica en 486.000 millones de euros.

Si Obama consigue aprobar esos aumentos, los impuestos sobre las rentas m¨¢s altas pasar¨ªan del 33% al 36%, o del 35% al 39,6%, dependiendo de los ingresos. En esa campa?a para lograr que los que m¨¢s dinero ganan contribuyan en proporci¨®n, en l¨ªnea con la propuesta de grandes fortunas francesas a finales de agosto, Obama tiene un poderoso aliado: el inversor Warren Buffett, que pidi¨® al gobierno que "deje de mimar a los s¨²per ricos".

"Pago menos impuestos que mi se?ora de la limpieza", dijo en un muy comentado art¨ªculo, publicado en agosto en el diario The New York Times. Esa afirmaci¨®n, y esa defensa de contribuir m¨¢s porque se tiene m¨¢s, le ha valido que desde Fox News se le haya acusado reiteradamente de socialista. A ¨¦l, cuya fortuna se estima en 28.200 millones de euros.