La escalera de Nadal
El espa?ol, que se qued¨® ayer sin partido a causa de la lluvia, usa v¨ªdeos, frena el juego y adapta sus entrenamientos para ir de menos a m¨¢s en el torneo
Llueve a mares en Nueva York y se suspende la jornada cuando a Rafael Nadal ya le han preguntado por el miedo. "No puedo estar asustado. No me puedo ir asustado a la cama, sino feliz", dice el campe¨®n tal d¨ªa como el martes pasado, reci¨¦n estrenado en el Abierto de Estados Unidos con un partido de tono menor contra el kazajo Andrey Golubev. "Lo normal es empezar con dudas, con nervios", insiste, intentando explicar que su plan es un pausado in crescendo, que su estrategia es el ir de menos a m¨¢s, que su ambici¨®n es ser el mejor en la segunda semana, no en la primera. "La confianza no viene as¨ª", explica acompa?ando la frase con un sonoro chasquido de dedos; "hay que encontrarla. ?C¨®mo? Pasando horas en la pista, compitiendo mejor, ganando partidos". Es la escalera de Nadal. Sus trucos para ir subiendo un pelda?o tras otro en los torneos del Grand Slam.
La suspensi¨®n le har¨¢ jugar cuatro encuentros en cinco d¨ªas si alcanza la final
"Por su car¨¢cter", explica Toni, t¨ªo y entrenador del n¨²mero dos del tenis mundial, "siempre va con reservas". "A medida que sube el nivel de los contrarios, se va estimulando para subir el suyo", contin¨²a hablando sobre Nadal, obligado por la suspensi¨®n de ayer a jugar cuatro encuentros en cinco d¨ªas si alcanza la final. ?Por qu¨¦ ese plan de ir de menos a m¨¢s? "En algunos momentos de esta temporada, ha tenido desorden en su juego. Eso nos perjudica. Lo nuestro es la consistencia, repetir los puntos, que nuestro juego sea reiterativo y uniforme. No somos Federer, que llega y... pum. A veces, cuando gana muchos puntos gratis de saque, su juego se desestabiliza", a?ade el t¨¦cnico; "el primer d¨ªa, ese martes contra Golubev, sac¨® muy fuerte... ?y le hicieron la tira de breaks! [seis]. Luego, le propuse sacar m¨¢s despacio para coger nuestro ritmo en las primeras rondas".
La tormenta tropical Lee descarga su ira sobre Nueva York, que se prepara por si el hurac¨¢n Katia llega en los pr¨®ximos d¨ªas. Eso no afecta al planteamiento de Nadal, al que espera en los octavos de final el luxemburgu¨¦s Gilles M¨¹ller. Su ideario incluye medidas de autosugesti¨®n. El campe¨®n es un tenista de sensaciones. Afronta la competici¨®n convencido de que puede perder contra un desconocido en la primera ronda. "En el fondo, es un poco inseguro", dicen en su entorno.
Por eso el mallorqu¨ªn refuerza sus planteamientos t¨¢cticos y su estado an¨ªmico con un mismo gesto: ve v¨ªdeos. En Nueva York, seg¨²n fuentes de su equipo, vio las pel¨ªculas de sus mejores partidos en la cita de 2010, cuando conquist¨® el t¨ªtulo. No eran unos v¨ªdeos cualesquiera. Cuando Nadal repas¨® la final, buscando tanto las razones de sus aciertos como las de sus fallos, lo hizo con el dvd que edita la organizaci¨®n para los jugadores. Ah¨ª, a trav¨¦s de un men¨² interactivo, puede elegir los puntos que jug¨® en funci¨®n del golpe, filtrados adem¨¢s seg¨²n cu¨¢l fuera el marcador, pl¨¢cido o en una situaci¨®n de riesgo. Como dijo Toni: "Eso le permite ver la diferencia" entre el antes y el ahora. Lo que le dio el t¨ªtulo y lo que podr¨ªa volver a d¨¢rselo.
Hay m¨¢s cosas. Nadal ha dedicado la primera semana a organizar su juego de fondo: saca lento (a 177 kil¨®metros por hora de media) para asegurarse el mejor porcentaje de acierto (71%) y, as¨ª, que todos los puntos se discutan desde atr¨¢s. Para asentar sus esquemas de juego, act¨²a desde el autocontrol: en los tres primeros partidos sum¨® 39 errores no forzados, por los 149 de sus contrarios, con la esperanza de que la consistencia adquirida le permita transmutarse del muro defensivo de la primera semana a un tenista agresivo en la segunda. Quedan las piernas y los h¨¢bitos. Tras el ¨¦xito de 2010, cuando descans¨® tras Wimbledon, el manacorense quiso usar en 2011 los torneos previos para rodarse con el objetivo de llegar fresco a Nueva York aunque antes estuviera lento y sin chispa. En la Gran Manzana los entrenamientos no solo sirven para recuperar esa velocidad. Se intentan programar bien pronto cuando abre la jornada diurna o cerca de la hora de la comida cuando juega por la tarde. As¨ª adapta su cuerpo a las circunstancias competitivas.
La escalera para ahora, con el permiso del agua, en el piso de M¨¹ller, de saque temible. Luego, si hay un pelda?o nuevo al que subirse, se ver¨¢ a Nadal sacando fuerte y se sabr¨¢ cu¨¢l es su versi¨®n Nueva York 2011. En los cuartos de final, el campe¨®n ense?ar¨¢ todo lo que tiene.
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