Paso a los conservadores sin marca

Mar¨ªa Antonia D¨ªaz, de negro, peinada de peluquer¨ªa, se arrim¨® al micro en el d¨ªa m¨¢s importante de su carrera pol¨ªtica: "Juro por mi conciencia y honor...". Fue lo ¨²nico que se le oy¨® decir a la concejal independiente. El resto del juramento de su cargo como alcaldesa de Gri?¨®n (9.546 habitantes), tras desbancar mediante una moci¨®n de censura a Juan Ram¨®n Navarro (PP), el primer edil desaprobado esta legislatura, qued¨® silenciado por los gritos en contra de sus detractores.

Minutos despu¨¦s, cuando el teatro municipal donde se celebr¨® el acto se iba vaciando, D¨ªaz, vara de mando en mano, se mostraba euf¨®rica por frenar con esta medida el "despilfarro absoluto" en la caja del Ayuntamiento, que hace cuatro a?os presentaba un saldo de tres millones de euros y que ahora cuenta con una deuda reconocida por el Gobierno saliente de seis millones. La concejal ha sido designada alcaldesa al haber recibido los votos a favor de los siete concejales en la oposici¨®n de CIG, GPGR, PPCG, tres partidos independientes conservadores, m¨¢s los del PSOE. Navarro mandaba en minor¨ªa con los seis concejales que obtuvo el 22-M.

"Esto es un atraco contra lo que ha elegido un pueblo", dice Navarro

El teatro estaba abarrotado y la Polic¨ªa Municipal tuvo que cerrar las puertas para limitar el aforo. En el PP cuesta encajar que el alcalde haya sido desaprobado por un nutrido grupo de excompa?eros que montaron sus propios partidos independientes. Navarro, repeinado, de traje y corbata, estall¨® nada m¨¢s ver c¨®mo terminaba su ciclo como alcalde ocho a?os despu¨¦s: "Esto es un atraco contra lo que leg¨ªtimamente ha elegido un pueblo, no se puede ir en contra de la voluntad popular".

Navarro se siente v¨ªctima (y as¨ª lo ha dicho en p¨²blico en reiteradas ocasiones) de las maniobras de un terrateniente, impulsor y simpatizante de uno de los partidos que ha votado a favor de echarle, propietario de unos terrenos (35.000 metros cuadrados en una vega) por los que debe pasar el tren de Cercan¨ªas que llegar¨¢ al pueblo. La maniobra de este empresario ser¨ªa, siempre seg¨²n la versi¨®n del PP, alcanzar el poder de forma indirecta para evitar la expropiaci¨®n de esos terrenos agr¨ªcolas, donde pretende construir viviendas. Este terrateniente es Manuel Ajenjo, compa?ero y amigo ¨ªntimo de Navarro durante a?os, cuando los dos eran las cabezas visibles del PP en el pueblo. Ajenjo, quien dice no tener nada que ver en la ca¨ªda de Navarro, asegura en conversaci¨®n telef¨®nica que se trata de una rabieta del alcalde (ahora examigo), incapaz de asumir la interrupci¨®n de su poder. Adem¨¢s, el alcalde ha cosechado otro tipo de enemistades, como la de un empresario hotelero con el que mantuvo una disputa a cuenta de unas licencias urban¨ªsticas. El empresario, enojado por considerar arbitrarias las decisiones del alcalde, cre¨® otro de los partidos que han secundado la moci¨®n.

De todo esto ha salido beneficiada Mar¨ªa Antonia D¨ªaz, en el PP durante 8 a?os, que a¨²n con el bast¨®n en la mano se abrazaba a su madre, orgullosa de verle al frente del pueblo. Ella ha acordado con los otros partidos que le han secundado que dentro de dos a?os cede la alcald¨ªa a otro concejal. Entre los cuatro partidos han elaborado una hoja de ruta que se marca como primer objetivo una auditor¨ªa de cuentas y la congelaci¨®n de los impuestos directos que afectan a los vecinos, una reivindicaci¨®n vecinal. La deuda municipal, avanza la alcaldesa, lo solventar¨¢ con un cr¨¦dito ICO. El Ayuntamiento de Gri?¨®n toma con ella un nuevo rumbo.