Eugene Nida, traductor y ling¨¹ista
La traducci¨®n ha oscilado siempre entre la literalidad y la interpretaci¨®n ad sensum, seg¨²n su sentido. Los textos religiosos casi siempre se han traducido ad uerbum, pues, por definici¨®n, la llamada palabra de Dios no puede someterse a interpretaci¨®n. Tyndale, Dolet, Encinas y muchos otros pagaron con la vida la osad¨ªa de traducir los textos b¨ªblicos de manera que se entendieran.
Desde mediados del siglo XX se ha venido produciendo una verdadera revoluci¨®n, pues no solo no se quema a nadie por traducir la Biblia, sino tampoco por hacerlo de modo que el vulgo pueda entender su discurso (si no sus arcanos). Cientos y hasta miles de millones de habitantes del planeta pueden leer hoy ese libro en su lengua de cada d¨ªa, aunque ignoren que es gracias al empe?o de un hombre del que seguramente nunca han o¨ªdo hablar: Eugene Nida (Oklahoma, EE UU, 1914), fallecido el 25 de agosto.
Formado en Cl¨¢sicas, Teolog¨ªa y Ling¨¹¨ªstica y ordenado sacerdote baptista, pronto se pregunt¨® por qu¨¦ si el Nuevo Testamento se escribi¨® en koin¨¦, la lengua com¨²n griega, su versi¨®n en las lenguas contempor¨¢neas se envolv¨ªa en un lenguaje rancio, huero y a menudo ininteligible.
A cargo de las traducciones de la Bible Society of America, durante medio siglo form¨® a traductores nativos de casi doscientas lenguas, sobre todo del Tercer Mundo, para ofrecer traducciones adaptadas a sus culturas.
Entrelazando disciplinas (ling¨¹¨ªstica, sociosemi¨®tica, antropolog¨ªa, lexicolog¨ªa, teor¨ªa de la comunicaci¨®n), Nida establece el principio de la "equivalencia din¨¢mica (o funcional)", es decir, el equilibrio entre la comprensi¨®n del contexto del original y su correlato en la lengua traducida, teniendo siempre en cuenta los par¨¢metros culturales del lector.
Seg¨²n este principio, la traducci¨®n correcta en algunas lenguas africanas de "Ama al Se?or con todo tu coraz¨®n" ser¨ªa "Ama al Se?or con todo tu h¨ªgado", ya que sus hablantes sit¨²an en este ¨®rgano la sede de los sentimientos. Para algunos fundamentalistas esto es anatema y a veces se ha tachado a Nida hasta de hereje.
La pujanza de las teor¨ªas de Nida y su intensa labor de campo no solo beneficiaron a lenguas ind¨ªgenas o minoritarias, algunas de las cuales se alfabetizaron o pudieron forjar ciertas identidades (como el fen¨®meno de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n), sino que marcaron tambi¨¦n la traducci¨®n de la Good News Bible (1976), realizada en ingl¨¦s para lectores no nativos, que ha superado los 200 millones de ejemplares.
Propici¨® la edici¨®n de los textos hebreo y griego de ambos Testamentos (publicados por las Sociedades B¨ªblicas Unidas), inigualables por sus exhaustivas ex¨¦gesis e imprescindibles hoy para cualquier traductor de la Biblia. Como lo es el diccionario b¨ªblico sem¨¢ntico que dise?¨® con el mismo fin.
Durante medio siglo visit¨® 80 pa¨ªses, impartiendo conferencias y seminarios, escribi¨® 40 libros (entre ellos obras se?eras como Towards a Science of Translating y, con Taber, The Theory and Practice of Translation) y numerosos art¨ªculos, siempre en un estilo claro, simple y conciso. Fund¨® dos revistas, Practical Anthropology y The Bible Translator, y su labor contin¨²a en el instituto que lleva su nombre en la Bible Society.
Pronto se vio que la idea nidiana de traducci¨®n era aplicable a cualquier tipo de textos y se le adapt¨® de mil maneras. Pero por encima de todo el marem¨¢gnum de teor¨ªas de la traducci¨®n destaca inconfundible y clara la suya.
Este gran te¨®rico escrib¨ªa: "A los mejores traductores les sobran todas las teor¨ªas". Para ¨¦l la traducci¨®n no era teor¨ªa, sino oficio, artesan¨ªa. Sol¨ªa contar que, cuando su equipo estaba traduciendo la Biblia en Jap¨®n, le preguntaron: "?Y si ahora se entiende, qu¨¦ har¨¢n los predicadores?".
Se va un gran pensador de la traducci¨®n, pero tambi¨¦n un hombre generos¨ªsimo, bondadoso, sencillo, cort¨¦s, que cultivaba rosas en su jard¨ªn y amistades por donde iba. Hablaba espa?ol, que aprendi¨® en M¨¦xico, y otra media docena de lenguas. Muri¨® con 96 a?os en su casa de Madrid, horas antes de recibir las pruebas de su ¨²ltimo libro.
Pollux Hern¨²?ez es traductor.
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