Los listos de Madrid
Se confirma amigos. Es un hecho. La proyecci¨®n internacional de la Democracia Feijoniana tambi¨¦n se ha desacelerado. El advenimiento marianista en Soutomaior apenas ha dejado una profec¨ªa cr¨ªptica y desconcertante sobre la promesa de la alta velocidad. "Un AVE real sin fechas falsas", asever¨® el l¨ªder con su habitual continencia. El argumentario feijoniano debi¨® apa?arse con eso para mover la monta?a de escepticismo que los pactos, planos, licitaciones y cronogramas de Fomento no han conseguido desplazar un mil¨ªmetro. Una tarea tit¨¢nica.
Pod¨ªa haber anunciado un "AVE real con fechas falsas" o un "AVE irreal con fechas verdaderas" o un "AVE irreal con fechas falsas", pero afortunadamente dijo que ser¨ªa real y con fechas verdaderas, dictaminan los ex¨¦getas. Habr¨¢ AVE, concluyen los marianistas, con tanto alivio que casi dejan la sospecha de que podr¨ªa no haberlo. Algo que parece inconcebible sumados los millones ya invertidos. Pero que no se lo parece a Fran?esc Homs, portavoz de la Generalitat donde gobierna CIU, el socio deseado. Esta misma semana ha vuelto a insistir: amigui?os s¨ª, pero el tren por lo que vale.
Habr¨¢ AVE, concluyen los 'marianistas', con tanto alivio que dejan la sospecha de que podr¨ªa no haberlo
Ni siquiera en su cruzada por la libre elecci¨®n de lengua, el PP de Madrid se declara dispuesto a hacer algo que le separe de su hipot¨¦tico aliado. Si ya no podemos confiar ni en el biling¨¹ismo cordial, puede que tambi¨¦n les acabe compensando apearse en otra estaci¨®n para no perder el transbordo a Moncloa.
La Democracia Feijoniana deber¨ªa hacerse valer y mejorar su marketing de autopromoci¨®n. Los dem¨¢s bien que no pierden ocasi¨®n de venderse y lo saben hacer. Dos a?os de practicar la austeridad mientras otras la predicaban, llega Mar¨ªa Dolores Cospedal, ejecuta unos pases toreros y ya brilla como una superestrella. Apa?ando las cuentas e inventando el negocio millonario de vender edificios p¨²blicos y luego alquilarlos, para que sus compradores financien la hipoteca c¨®modamente, ha obtenido m¨¢s portadas que cualquiera de los trabajados bolos de la Feij¨®o World Tour 2011.
Galicia es la primera comunidad que aprueba el techo de gasto, que no arregla ni garantiza gran cosa, pero tampoco estorba ni estropea mucho. Nos lo hemos tenido que agradecer a nosotros mismos, porque nadie m¨¢s tuvo el detalle. Feij¨®o no es profeta en su partido en Madrid, aunque debiera serlo. Se lo ha ganado. Pero parece que su gesti¨®n solo es el modelo cuando el l¨ªder acierta a pasar por aqu¨ª.
Sucede con los trenes o con el gasto. Est¨¢ pasando, lo est¨¢n viendo, con los maestros. Hace un a?o ten¨ªamos un problema de disciplina y respeto en las aulas. Colegios e institutos eran territorios sin ley, decencia o incluso recato en el vestir. La cultura de la indolencia hab¨ªan devorado cu¨¢nto anta?o hab¨ªan sido patios abonados por el esfuerzo y el m¨¦rito. Nuestra ¨²ltima esperanza era el docente. Humillado, maltratado, mal pagado, desautorizado; le hab¨ªamos dejado solo y la soluci¨®n era convertirlo en autoridad. Nos pusimos a hacerlo con el empe?o de quien aspira a ser el primero de la clase y adem¨¢s se lo merece.
Luego de traspasarle el l¨ªo de la disciplina a los maestros, ahora se pretende trasladarles el coste de los recortes educativos. Para distraer la atenci¨®n de la evidencia de que las virtudes de la austeridad se resumen en menos becas, servicios y ense?antes, se reformulan el problema y la figura del docente. Ahora nos revelan que hemos convertido en autoridades a un mont¨®n de funcionarios diletantes que trabajan poco y se esfuerzan a¨²n menos. Con el entusiasmo del hooligan, en sede parlamentaria, un director general de la Conseller¨ªa de Educaci¨®n afirmaba que todo el mundo sabe que los maestros se van para casa en las horas que no dan clase. Mientras, hasta la lideresa Aguirre rectificaba y ped¨ªa disculpas por decir que solo trabajan 20 horas. Lo de siempre. Nosotros hacemos el trabajo sucio y los listos de Madrid se llevar¨¢n la gloria.
Sigamos as¨ª, sobrecargando sin piedad al eslab¨®n m¨¢s expuesto de la cadena educativa, que pague por las frustraciones y desahogos de padres, gestores o pol¨ªticos hasta que reviente. Aunque puede que la soluci¨®n resida en hacer autoridad al conselleiro... Oh, vaya, esperen un momento..., si ya lo es. Incluso le pagamos para arreglar problemas, no para crearlos. @antonlosada
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