Quique San Francisco desaf¨ªa a las supersticiones y da el "s¨ª, quiero"

Quique San Francisco (Madrid, 1955) ha dicho "s¨ª, quiero" a Cristina Gallego en Se quieren, la funci¨®n que tuvo que abandonar hace ahora casi 10 a?os tras ser embestido por un coche mientras conduc¨ªa su moto. Aquel fue probablemente el momento de su intensa vida en que estuvo m¨¢s cerca de la muerte, y tambi¨¦n la ocasi¨®n en la que estuvo m¨¢s cerca del matrimonio. Liberado de toda superstici¨®n y casi dos a?os despu¨¦s de su ¨²ltima aparici¨®n en los escenarios madrile?os, Quique San Francisco reestrena ma?ana en el Peque?o Teatro Gran V¨ªa, aunque esta vez no sea con su amiga y compa?era del alma Amparo Larra?aga.

"La coincidencia de que el accidente me ocurriese justo cuando estaba con esta producci¨®n con Amparo en 2002, quiz¨¢ pueda interpretarse como que el matrimonio y estar casi muerto pueden ser pr¨¢cticamente la misma cosa, pero yo creo en el matrimonio, y en la familia y en los hijos, que quede claro", asegura, en una reflexi¨®n que deja ver su faceta de actor y la de aquel legionario que un d¨ªa fue.

"La funci¨®n no tiene mensaje, es tan banal como todos nosotros"

La obra se estren¨® en Par¨ªs en 1997 y se ha mantenido en cartel hasta hoy

Se quieren es una comedia hilarante que plantea distintas relaciones y situaciones de pareja para intentar responder al interrogante de si hay vida despu¨¦s del matrimonio.

Vestido con chaqu¨¦, Quique San Francisco se dejaba felicitar por las calles de Madrid el otro d¨ªa, junto a su compa?era de reparto, la joven actriz Cristina Gallego (C¨¢ceres, 1979), que ha tenido que prepararse el papel en tres semanas, ya que "la anterior actriz no cuaj¨®".

"No me siento para nada un segundo plato", dice esta joven de ojos y boca hiperexpresivos que antes que actriz fue estudiante de biblioteconom¨ªa y camarera. "Entiendo que es una comedia y tienes que tener conexi¨®n con el actor... Quique es un ente libre, vive y sobrevive bajo sus propias reglas, y para m¨ª eso es admirable", a?ade la chica que fue la cara de los anuncios de Media Markt.

San Francisco, adem¨¢s de legionario, lleg¨® a ser francotirador (en serio), y se le nota, porque donde pone el ojo pone la bala: "No he tenido la suerte de casarme porque no hay cojones para casarse conmigo, y no es culpa de ellas, ?eh?, yo las entiendo", cuenta simp¨¢tico con las primeras ca?as de la ma?ana.

Ahora sus objetivos est¨¢n muy claros. El primero: "Quiero conseguir estrenar esta funci¨®n como es debido". Y el segundo: "Quiero librarme de la c¨¢rcel".

Aunque una vez dijo que Amparo Larra?aga era la ¨²nica mujer capaz de aguantarle en el escenario, ha encontrado a un alma c¨¢ndida como Cristina que, aunque dice que no sabe si est¨¢ capacitada para llevar a acabo esta funci¨®n y que es todo un desaf¨ªo para ella, s¨ª parece estarlo para llevar con destreza el car¨¢cter vol¨¢til de su nuevo esposo: "Ha dado con un tipo con la rotura cerebral de un ser inestable, pero yo lo ¨²ltimo que querr¨ªa es hacerla da?o, nos acabamos de conocer", dice un muy tierno Quique San Francisco.

Pese a ejercer de matrimonio sobre las tablas, ninguno de los dos se ha casado ni tiene pensado hacerlo. ?l, porque "ahora ya es tarde"; ella, porque le parece "un peso innecesario". Sin embargo, ser¨ªan capaces de dar el "s¨ª, quiero". San Francisco, por supuesto, por dinero: "Para casarme, para vivir con dignidad, el amor es muy bonito". Gallego, aunque tarda en responder, lo har¨ªa "por un sexo inmejorable". Definitivamente, tal para cual. Parece que este matrimonio puede funcionar.

Este espect¨¢culo fue estrenado en Francia en 1996, protagonizado por su propio autor, Pierre Palmade, y por la actriz Michelle Laroque. Estuvo en cartel durante tres temporadas. Y fue nominado a los prestigiosos Premios Moli¨¨re como mejor obra de humor.

Se quieren se estren¨® despu¨¦s en Par¨ªs en 1997 -bajo el t¨ªtulo de Ils se sont aim¨¦s- y la comedia se ha mantenido en cartelera hasta hoy.

Pero si hay alguien que pueda vend¨¦rsela al p¨²blico en este momento, ese es Quique San Francisco: "La funci¨®n no tiene ning¨²n mensaje ni pollas, que es lo cojonudo, es muy banal, bastante banal de hecho, probablemente como lo somos todos nosotros, porque todos hemos pasado por muchas de las situaciones que interpretamos en esta funci¨®n o por algunas muy similares: yo quiero dormir y t¨² me has montado un plan para ir a cenar con no s¨¦ qui¨¦n y yo me cago en mi vida", explica. Y a?ade: "Bastante banal, ?no?, como la vida misma".

Se quieren. Peque?o Teatro Gran V¨ªa a partir del 14 de septiembre. Funciones: mi¨¦rcoles y jueves a las 21.00, viernes a las 20.00 y 22.30 y los domingos a las 19.00. 18-24 euros.