Mentiras piadosas
Cobijado bajo el ala derecha del Esp¨ªritu Santo con otros golondrinos de su especie, el movimiento ultracat¨®lico Comuni¨®n y Liberaci¨®n difunde su rancio mensaje conservador de las m¨¢s impuras tradiciones de un cristianismo de cruzada y tentetieso, martillo de herejes y azote de descre¨ªdos que, como otros tantos tumores nacidos en bajo la espiritual axila, dedica gran parte de sus esfuerzos al tema de la educaci¨®n infantil bajo el lema: "Dejad que los ni?os se acerquen a m¨ª pero que antes pasen por caja".
Las ni?as y los ni?os, si es posible discriminados por sexo, educados por los comulgantes liberadores y sus legiones ser¨¢n los hombres que ma?ana llevar¨¢n el signo de la cruz a la casilla correspondiente a la Iglesia cat¨®lica en sus declaraciones de la renta. Que m¨¢s del 70% de los espa?oles se proclame cat¨®lico en las encuestas, sigue siendo un argumento de peso para comprender las complacencias que el Gobierno laico de la laica Espa?a tiene con una instituci¨®n que a cambio de sus d¨¢divas devuelve descalificaciones y desgrana lamentos inexplicablemente victimistas. Espa?a es para ellos tierra de misi¨®n, campo de Agramante en el que las fuerzas de la raz¨®n impura campean contra el oscurantismo irracional y la superstici¨®n bimilenariamente asentada entre nosotros pobres pecadores. La religi¨®n considerada como asignatura b¨¢sica en la inmaculada concepci¨®n de la pedagog¨ªa ultracat¨®lica, se da de hostias con otras materias de menos rango como la biolog¨ªa o las ciencias naturales. No se puede creer en Darwin y en Ad¨¢n y Eva al mismo tiempo, ellos fueron nuestros primeros padres y Darwin un advenedizo de poca fe.
El modelo educativo de la Comunidad daba a la educaci¨®n concertada un lugar de privilegio
Para seguir haciendo colecta en este mundo abocado al laicismo, hace a?os que los colegios cat¨®licos renunciaron a uno de sus s¨ªmbolos ancestrales, la separaci¨®n de sexos en los colegios. De la noche a la ma?ana, los colegios de curas aceptaron alumnas, y alumnos los de monjas, abjurando de sus principios para concertar sus presupuestos con el Estado librepensador y laicista. El Esp¨ªritu Santo y la gallina de los huevos de oro, Dios y el C¨¦sar llegaron a un acuerdo econ¨®mico y los colegios concertados multiplicaron sus panes, sus peces y sus matr¨ªculas. En honor a la verdad, hay que reconocer que muchos de estos centros se revuelven de vez en cuando contra la promiscuidad obligatoria de las aulas y plantean argumentos psicol¨®gicos sobre las diferentes etapas de maduraci¨®n de los sexos y otras consideraciones aleatorias y, a menudo, pedestres.
El modelo educativo de la Comunidad de Madrid que la consejera de Educaci¨®n, Luc¨ªa Figar, expuso hace un a?o en un foro mundial organizado por Comuni¨®n y Liberaci¨®n daba a la educaci¨®n concertada un lugar de privilegio: "Hemos elegido como opci¨®n principal mejorar el panorama de la educaci¨®n en centros de gesti¨®n privada con fondos p¨²blicos". Un a?o despu¨¦s, en plena temporada de recortes, aquellas palabras de Figar a los comulgantes liberados remachan un clavo m¨¢s del f¨¦retro en el que se est¨¢ enterrando la educaci¨®n p¨²blica en el nicho hediondo de la pura beneficencia. Hubo m¨¢s clavos, recibidos con santo alborozo por los fieles: "El problema de los terrenos y lugares es importante en Espa?a. Nosotros hemos ofrecido esos lugares gratuitamente a organizaciones religiosas, cooperativas y otras estructuras para que crearan centros sostenidos con fondos p¨²blicos". Inflamada de apost¨®lico celo, la consejera Figar pronunci¨® algunas mentiras piadosas, que eran sobre todo declaraciones de intenciones. Desde su propia Consejer¨ªa desmienten hoy a su consejera: "La Comunidad -al menos con el Gobierno de Aguirre- no ha cedido suelo gratis ni a cooperativas ni a empresas ni a organizaciones religiosas (dudamos que sea legal)". La Consejer¨ªa, matiza o rebate otras mentirijillas que su jefa profiri¨® seguramente en trance. Mentiras ayer, tal vez realidades ma?ana si se cumplen los planes de Esperanza Aguirre, empe?ada hoy en negar la evidencia de los recortes de profesores interinos. Haberlos haylos, pero, asunto de meigas, solo creen en ellos los recortados y los recortables, los socialistas y los de Izquierda Unida, los sindicalistas, los indignados, los periodistas y "los de la ceja" seg¨²n la presidenta de la Comunidad de Madrid, de la que aprendi¨® probablemente el complejo oficio de mentir la consejera Figar.
Y entre mentiras imp¨ªas y piadosas toma cuerpo la que afirma que con los recortes habr¨¢ profesores de ciencias, ateos y librepensadores obligados a dar clases de religi¨®n. Mentira porque los profesores de religi¨®n los eligen los religiosos y los carga el complaciente diablo del Estado aconfesional.
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