"No hay mal si no existe la persona que se dedica a hacerlo. El mal no existe en abstracto"
Jaume Cabr¨¦ (Barcelona, 1947. www.jaumecabre.cat) es un escritor de ¨¦xito. Escribe en catal¨¢n y vende cientos de miles de libros en Alemania. En Espa?a, aparte de en Catalu?a, no es muy conocido. Probablemente lo ser¨¢ ahora, porque de su ¨²ltima novela, Yo confieso, Destino lanza una primera edici¨®n de 25.000 ejemplares. Fil¨®logo, profesor de instituto, ha trabajado la pluma en todas sus variantes: desde literatura juvenil a guiones de interminables series televisivas hasta una importante obra literaria de gran envergadura. Vive en Matadepera, a media hora de Barcelona, en un lugar id¨ªlico y apacible, frente a un tupido bosque de encinas y pinos. No hay nadie en la calle y todo est¨¢ en silencio. Su casa respira una armon¨ªa discreta. El sal¨®n, con su piano y un armario en el que reposan un viol¨ªn y una viola, revela su condici¨®n de mel¨®mano.
"Para m¨ª, la literatura es un taburete de tres patas: el que escribe, el lector y el cr¨ªtico o estudioso, que ser¨ªa un lector con retorno"
"Pienso en Amos Oz, que dice que somos como peque?as pen¨ªnsulas que estamos asomadas al mar pero con los pies en la tierra"
Yo confieso es una obra extremadamente ambiciosa, un tratado sobre el mal de casi mil p¨¢ginas que a lomos un personaje, m¨¢s o menos de su edad, nacido en el Ensanche barcelon¨¦s, atraviesa cinco siglos de historia europea.
PREGUNTA. Dicen que es la novela total, la obra magna que toda literatura necesita, La monta?a m¨¢gica de la literatura catalana.
RESPUESTA. No s¨¦..., no quisiera negarlo, pero es muy fuerte. Lo que s¨¦ es que no la hubiera podido escribir sin haber hecho las anteriores. Me ha llevado casi ocho a?os hacerla y tendr¨ªa que remitirme a Las voces del Pamano, que me cost¨® siete, y al libro de relatos Viaje de invierno, que hice entremedias... cada uno no se explica sin el anterior.
P. Su prosa, en mi opini¨®n, tiene una cierta m¨²sica faulkneriana, un eco del primer boom latinoamericano. Pero hay quien le considera un escritor realista.
R. Huy, no lo s¨¦ ni quiero saberlo. Prefiero no rodearme de apriorismos que son interesantes para el te¨®rico. No me gusta autoanalizarme. Para m¨ª, la literatura es un taburete de tres patas: el que escribe, el lector y el cr¨ªtico o estudioso, que ser¨ªa un lector con retorno. Estoy de acuerdo en que, estructuralmente, podr¨ªa parecerse al primer Vargas Llosa. En la ¨¦poca del boom me empap¨¦ de boom, pero el boom tambi¨¦n es Carpentier y Borges y Lezama y Fuentes y Rulfo y muchos otros. Son lecturas que son vitaminas que luego, evidentemente, salen, pero no puedo racionalizarlo. Por ejemplo, el caso de Thomas Mann, que para m¨ª es una referencia obligad¨ªsima, no lo imitar¨ªa como escritor, pero me gusta mucho leerle. Y tengo otros referentes, como por ejemplo Puig i Ferrater en Els camins de Fran?a; y desde el punto de vista estil¨ªstico, no de composici¨®n, Josep Pla.
P. Yo confieso es un tratado sobre el mal. Se dir¨ªa que entiende el mal como una infecci¨®n; no hay malos, sino que hay el mal.
R. Esto es algo que, en alg¨²n momento, puede pensar Adri¨¤ (el protagonista de la novela) pero no yo. No hay mal si no existe la persona que se dedica a hacerlo. El mal est¨¢ en las personas, no existe en abstracto.
P. ?C¨®mo surge ese extraordinario ¨¦xito que tiene su obra en Alemania?
R. Fue Las voces del Pamano lo que provoc¨® este fen¨®meno. La edit¨® Surkhamp. Les lleg¨® la novela de manos de un agente alem¨¢n que le¨ªa en catal¨¢n y a quien le entusiasm¨® e hizo un informe muy positivo. Se lo pasaron a un lector en castellano y tambi¨¦n lo consider¨® interesante. Luego se lo dieron a la que iba a ser la traductora, a quien tambi¨¦n le gust¨®. Decidieron lanzarse y como hacen los alemanes, lo hicieron a fondo. Me vinieron a ver los altos cargos de la editorial y me dijeron que les interesaba, tanto desde un punto de vista literario como por el hecho de que estaban convencidos de que le gustar¨ªa al lector alem¨¢n. Y fue el libro de Surkhamp en la Feria de Fr¨¢ncfort. Acertaron. Las ventas del libro de tapa dura fueron buenas, y cuando sali¨® en bolsillo fue la explosi¨®n. Luego editaron Se?or¨ªa, que no ha sido tan espectacular. Pero con Yo confieso s¨ª que esperan que se repita el ¨¦xito de Pamano. Est¨¢n muy avanzados con la traducci¨®n. Quieren sacarlo antes de Navidad.
P. Esta novela de mil p¨¢ginas habla de infinidad de cosas, de objetos de arte, de instrumentos de m¨²sica, de episodios hist¨®ricos; cantidad de informaci¨®n que es una delicia para gente curiosa. ?C¨®mo se documenta?
R. Lo m¨ªnimo imprescindible. La documentaci¨®n se puede convertir en una trampa. La curiosidad le puede a uno y al final no escribes.
P. Yo confieso es una novela europea, universal, pero al mismo tiempo es una novela catalana, casi barcelonesa, que explica la sociedad catalana.
R. S¨ª, cierto, hablo de Europa en el conjunto, pero cualquier obra de arte, cualquier visi¨®n europea o universal ha de tener ra¨ªces. Pienso en Amos Oz, que dice que somos como peque?as pen¨ªnsulas que estamos asomadas al mar pero con los pies en la tierra.
P. ?Controla sus traducciones? ?La castellana especialmente?
R. S¨ª, a los traductores les pido que no se corten a la hora de plantearme sus dudas. Ahora con el correo electr¨®nico es mucho m¨¢s f¨¢cil. En 2005 hicimos una reuni¨®n con todos mis traductores que fue extraordinaria. Se trataba de conocernos y de unificar conceptos, pero sucedi¨® que al hablar entre ellos se ayudaban m¨¢s de lo que yo pod¨ªa ayudarles. La castellana me la ha hecho Concha Carde?osa. Me hab¨ªa traducido un cuento de Viaje de invierno, y me hizo una serie de preguntas que me dejaron maravillado. Cuando le¨ª su traducci¨®n me dije: pero qu¨¦ bien escribo el castellano, qu¨¦ belleza. Ha trabajado duro porque esta es la primera vez que un libro m¨ªo sale simult¨¢neamente en catal¨¢n y en castellano.
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