Bruselas revoluciona la PAC
La UE propone redistribuir los fondos y eliminar el sistema de derechos hist¨®ricos
En 2003, la Uni¨®n Europea aprob¨® una profunda reforma de los mecanismos para pagar las ayudas al sector agrario sobre la base de los rendimientos o niveles de producci¨®n existentes entre los a?os 2000 y 2002. Esta reforma, que comenz¨® a aplicarse en 2005, consolid¨® unos niveles de pagos con grandes diferencias por hect¨¢rea para un mismo cultivo, en lo que se han denominado pagos por derechos hist¨®ricos. En el caso de Espa?a, algunos de los cultivos m¨¢s beneficiados por sus niveles de rendimientos fueron las producciones en regad¨ªo o el olivar andaluz.
Este sistema para determinar el volumen de los pagos directos en el marco comunitario saltar¨¢ por los aires a partir de 2014, seg¨²n las propuestas oficiosas de reglamentos para la reforma de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) elaboradas por la Comisi¨®n Europea de acuerdo con los planteamientos hechos en los ¨²ltimos meses desde el Parlamento Europeo y el Tribunal de Cuentas con dos ejes de cambio: acabar con los derechos hist¨®ricos como baremos para el pago de ayudas y proceder a una redistribuci¨®n de las mismas entre pa¨ªses y en cada Estado miembro.
Espa?a recibir¨¢ un 'sobre' de 5.000 millones anuales, el 11,6% del total
Recibir¨¢n ayudas quienes obtengan del campo un 5% de sus ingresos
El proceso de cambios profundos va a suponer una refundaci¨®n de la PAC a efectos de pagos directos. La reforma no se pretende aplicar de golpe, sino progresivamente entre 2014 y 2020. Entre otros, estos ser¨ªan los aspectos m¨¢s importantes de esta propuesta de reforma:
Recursos. Las perspectivas financieras de la UE para el periodo 2014-2020 contemplan el destino de 435.600 millones para la PAC, frente a los 432.000 millones del periodo 2007 a 2013.
De esa cifra, 317.200 millones ser¨¢n para pagos directos y apoyo a los mercados, y 101.100 millones, para desarrollo rural. Estas partidas se complementan con otros 17.100 millones en diferentes fondos de apoyo, entre los que destacan 5.100 millones para investigaci¨®n e innovaci¨®n, 3.900 millones para utilizar en casos de crisis agr¨ªcolas y 2.800 millones para apoyos si hubiera problemas por la firma de acuerdos con terceros pa¨ªses como Mercosur, que abrir¨ªan m¨¢s las fronteras con el consiguiente riesgo de ca¨ªda de precios. Este montante de fondos ha sido criticado por el sector, al suponer un recorte del 12% considerando la inflaci¨®n prevista. En medios de la Administraci¨®n se dar¨ªa extraoficialmente como bueno a la vista de las circunstancias que concurren en el seno comunitario, donde solo han aumentado los fondos en empleo o innovaci¨®n.
Cambio de sistema. Bruselas quiere acabar con el sistema de derechos hist¨®ricos y partir de cero, sustituy¨¦ndolo por otro que asigne derechos por superficie elegible en las explotaciones con tierra y, en el caso de la ganader¨ªa, con derechos especiales y sin superficie, dando la opci¨®n a cada pa¨ªs para hacer pagos acoplados. Espa?a tiene una superficie elegible de unos 24 millones de hect¨¢reas.
Sobre nacional. La Comisi¨®n asignar¨¢ a cada pa¨ªs un sobre para pagos directos. En el caso de Espa?a, ese fondo ser¨¢ de 4.935 millones de euros en 2014, para llegar a 4.989 millones en 2017, sin contar otros 330 millones de pagos al algod¨®n y por el Programa de Opciones Espec¨ªficas para las Islas Canarias (Poseican). Los pagos medios directos en los ¨²ltimos a?os se sit¨²an en unos 5.526 millones.
A partir de ese sobre, la Administraci¨®n asignar¨¢ un pago base por explotaci¨®n, no en funci¨®n ya de los derechos hist¨®ricos, sino a futuro, con los nuevos criterios. A partir de esa cifra b¨¢sica, los pagos a cada explotaci¨®n se incrementar¨ªan seg¨²n la situaci¨®n o circunstancias de cada una.
La propuesta de reglamento contempla la obligaci¨®n de cada Estado de destinar el 30% de ese sobre a las explotaciones que desarrollen una "pol¨ªtica verde". Para tener derecho a ese dinero, una explotaci¨®n deber¨¢ diversificar sus cultivos, de manera que el principal no supere el 70% de la superficie y que otros dos supongan al menos el 5% cada uno. Igualmente, se impone la obligaci¨®n de mantener un 7% de la tierra como barbecho, terrazas... Si se trata de una explotaci¨®n ganadera, debe mantener un pasto permanente.
Adem¨¢s de ese 30% -considerado excesivo por el sector-, cada Estado puede sacar del sobre un 5% para apoyo a las explotaciones en zonas desfavorecidas, otro 5% para apoyo a cultivos o producciones en dificultades, hasta un 10% para apoyo a los peque?os agricultores o un 2% para apoyo a los j¨®venes. Ello supone que, de los casi 5.000 millones asignados en el sobre nacional, m¨¢s de la mitad se pueden pagar en funci¨®n de las condiciones de cada explotaci¨®n.
Redistribuci¨®n. Uno de los objetivos m¨¢s importantes de la reforma es acabar con las grandes diferencias que existen actualmente para unos mismos cultivos en funci¨®n de los derechos hist¨®ricos. Estas diferencias se producen entre pa¨ªses -unos 100 euros por hect¨¢rea en Lituania o 557 en Holanda-, pero tambi¨¦n entre una superficie de olivar o cereal, por ejemplo, entre Andaluc¨ªa o Castilla-La Mancha. El objetivo de la reforma es que esas diferencias vayan desapareciendo desde 2014 hasta 2019, lo que puede presentar serios problemas de entendimiento entre las comunidades aut¨®nomas afectadas por los ajustes. En el caso de las diferencias entre pa¨ªses, se propone que para los Estados miembros donde la ayuda media se sit¨²e por debajo del 90% de la media comunitaria se produzca una reducci¨®n de esa diferencia solo en una tercera parte. Actualmente la ayuda media comunitaria es de 269,1 euros. Espa?a se sit¨²a en el entorno de esa cifra.
Recortes en las ayudas. Para lograr un mayor equilibrio en los pagos, Bruselas plantea sobre el papel una dura pol¨ªtica de recortes en las ayudas seg¨²n su volumen. En este objetivo se?ala que los pagos entre 150.000 y 200.000 euros se recortar¨¢n en un 20%; entre 200.000 y 250.000 euros, un 40%; un 70% entre 250.000 y 300.000 euros, y el 100% a partir de esa cifra. Sobre ese volumen de ayudas, y antes de aplicar el recorte, se deducir¨¢n los pagos por salarios o cotizaciones sociales. Se eliminar¨¢n tambi¨¦n los pagos de hasta 100 euros o una hect¨¢rea por ser m¨¢s cara la tramitaci¨®n que su importe, y se deja la opci¨®n de elevar ese techo en cada pa¨ªs, que en el caso de Espa?a podr¨ªa ser de 200 euros.
Qui¨¦n tiene derecho a cobrar. Una de las novedades m¨¢s significativas de la propuesta de reforma es que solamente tuvieran derecho a las ayudas los "agricultores activos". No exist¨ªa ni existe una definici¨®n comunitaria de este tipo de agricultor, al no coincidir con el agricultor profesional o con el de tiempo parcial. Adem¨¢s, en cada pa¨ªs y en cada regi¨®n puede ser diferente. Al fin, Bruselas ha puesto sobre el papel una definici¨®n para considerar solamente "activos" a las personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas cuyos ingresos por la actividad agraria superen el 5% del total de sus ingresos. No obstante, Bruselas exime de esa exigencia a las personas f¨ªsicas o sociedades cuyas ayudas directas en el ejercicio anterior no superasen los 5.000 euros.
En consecuencia, se trata de una definici¨®n muy vaga que deja la puerta abierta a que casi todos puedan ser considerados activos. En la UE, sobre 4,5 millones de beneficiarios, 3,3 millones no llegan a esa cifra. En Espa?a, de 960.000 perceptores, unos 650.000 tampoco la cubren. No se aborda el caso de los jubilados que cobran una pensi¨®n para considerar a los mismos como no activos. Se tratar¨ªa de una decisi¨®n nacional, como se ha hecho en Francia.
Intervenci¨®n y mercados. Es uno de los puntos donde apenas hay cambios. Bruselas mantiene su apuesta porque funcionen los mercados, aunque deja abierta una puerta a actuar en caso de situaciones excepcionales. Mantiene medidas limitadas de compras en intervenci¨®n en cereales, derivados l¨¢cteos o vacuno, y ayudas para el almacenamiento privado en aceite de oliva, derivados l¨¢cteos o bovino, porcino, ovino y caprino.
Balance. A efectos de los fondos que recibir¨¢ el pa¨ªs, en medios oficiales espa?oles se ve el balance casi como neutro, ya que Espa?a seguir¨¢ percibiendo casi el 11,6% de los recursos comunitarios. La reforma ser¨¢ negativa para los cultivos o zonas que se han beneficiado en los ¨²ltimos a?os de pagos elevados por rendimientos hist¨®ricos, sobre todo en los regad¨ªos, desde los cereales hasta el olivar. Ganar¨¢n las zonas que tengan hoy asignados menos rendimientos, muy especialmente ganader¨ªas sin base territorial.
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