El Zinemaldia aborda su evoluci¨®n
Rebordinos y su equipo reflexionan sobre los retos que debe afrontar el certamen
Asomado a su 60? edici¨®n, que celebrar¨¢ el a?o pr¨®ximo, el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n empieza a superar la conflictiva encrucijada que vivi¨® en las dos pasadas, donde a la crisis, cierta indefinici¨®n y el recorte de fechas se sum¨® una programaci¨®n en la Secci¨®n Oficial particularmente gris. El nuevo equipo que dirige Jos¨¦ Luis Rebordinos ha empezado a hacer visible "la evoluci¨®n m¨¢s que una revoluci¨®n", en sus palabras, con la que quiere cimentar el Zinemaldia y su modelo en el siglo XXI. "El Festival va a ir evolucionando porque nos fuerza la realidad y yo le ir¨¦ dando unas caracteristicas personales, con mi equipo", agrega, tras recordar el trabajo de los ¨²ltimos a?os junto a su antecesor, Mikel Olaciregui, hoy colaborador de la direcci¨®n del certamen para EE UU.
El mercado y la apuesta por el cine en espa?ol son las claves del futuro
Rebordinos: "Como est¨¢ el audivisual, en dos a?os igual hay que hacer otra cosa"
Los periodos de "incertidumbre permanente" est¨¢n superados, apunta Jos¨¦ ?ngel Herrero-Velarde, miembro de los comit¨¦s de direcci¨®n y de selecci¨®n de la muestra y memoria hist¨®rica del Zinemaldia, a cuya organizaci¨®n lleva ligado con par¨¦ntesis 27 a?os desde 1979.
A esta superaci¨®n de la zozobra ha contribuido la mayor calma econ¨®mica. Cada una de las instituciones de las que la muestra depende (Ayuntamiento donostiarra, Diputaci¨®n guipuzcoana, Gobierno vasco y Ministerio de Cultura) han puesto un mill¨®n de euros y, con nuevos patrocinios privados, el presupuesto total sube a 7.150.000. El a?o pasado se qued¨® en el entorno de los seis millones. Aquella cifra supone menos de la mitad de las que manejan cert¨¢menes como Berl¨ªn o Venecia y a¨²n menos de los 20 millones del ¨²ltimo Cannes, esa galaxia muy muy lejana. Con todo, Rebordinos asume que el Zinemaldia no es un festival para hacerse con 17 o 18 millones, pues ni siquiera San Sebasti¨¢n tendr¨ªa infraestructura para ello. "Trabajar¨ªamos genial con un presupuesto de 10 u 11 millones, pero con lo que tenemos se puede hacer un buen festival", abunda.
El programa se mantiene en nueve d¨ªas tras el recorte de 2009, pero se han recuperado las tres retrospectivas, tras dos ediciones con una menos.
Rebordinos y su equipo repiten como una letan¨ªa las claves estructurales para asentarse y ganar peso en el futuro, aunque otros aspectos deban tambi¨¦n repensarse: el papel del cine espa?ol y el latinoamericano y la importancia de la industria f¨ªlmica.
El Zinemaldia dice ya sin complejos que apuesta por el cine espa?ol, como Cannes, el mayor festival del mundo, lo hace por el franc¨¦s o Venecia por el italiano. Sin compararse especialmente con el resto de citas de clase A, San Sebasti¨¢n busca que la producci¨®n propia tenga una presencia muy importante y que quien llegue del extranjero encuentre all¨ª lo mejor del cine espa?ol del momento: pel¨ªculas, productores, agentes de la industria, etc¨¦tera.
Solo entre la Secci¨®n Oficial, Zabaltegi y el Vel¨®dromo, la muestra suma 17 producciones o coproducciones espa?olas, m¨¢s otras 15 de la secci¨®n Made in Spain, y ello sin contar otros apartados o todo el cine vasco de Zinemira. "Hemos intentado y creo que conseguido ilusionar a productores y directores dici¨¦ndoles que San Sebasti¨¢n es una buena plataforma", enfatiza Rebordinos. Si la presencia espa?ola a concurso es destacada, igual podr¨ªa haberse construido otra con filmes como los de David Trueba, Vigalondo o Chapero-Jackson.
Lograda la atracci¨®n del p¨²blico (155.060 espectadores el a?o pasado, m¨¢s de 69.000 entradas vendidas en cinco d¨ªas desde que el pasado domingo se pusieran a la venta) y la repercusi¨®n nacional, el reto es servir mejor como nexo de uni¨®n entre cine latinoamericano y europeo y profundizar en el impacto en ambos lugares. Primero, en la presencia de medios extranjeros, en los que el papel del Zinemaldia sigue siendo limitado. Para esta edici¨®n se han acreditado cerca de 1.025 periodistas de unos 500 medios, pero solo 195 (menos del 20%) son extranjeros, de 39 pa¨ªses. El a?o pasado, los informadores fueron en total 13 menos con 198 for¨¢neos.
El segundo aspecto es el del certamen como mercado. "Estos ¨²ltimos a?os recibimos quejas de que la programaci¨®n est¨¢ muy bien, la organizaci¨®n es s¨®lida y la ciudad magn¨ªfica, pero faltan foros de encuentros e intercambio de proyectos o de gestaci¨®n de proyectos", reconoce Herrero-Velarde. En ese terreno queda mucho por hacer.
"Si el Zinemaldia no logra ser importante para la industria perderemos potencia y recorrido internacional. Esa s¨ª que es una apuesta muy clara de Rebordinos que compartimos todos", defiende Joxean Fern¨¢ndez, director de la Filmoteca Vasca y miembro tambi¨¦n de los comit¨¦s de direcci¨®n, al que se incorpor¨® en enero pasado, y selecci¨®n. "Si nos olvidamos de lo que tiene de industrial el cine nos convertiremos en un festival local, lo tenemos muy claro", destaca.
Por eso, m¨¢s all¨¢ del actual The Industry Club, se trabaja ya para poner en marcha en 2012, si hay financiaci¨®n, un foro de coproducci¨®n entre Am¨¦rica Latina y Europa. Ambas industrias tendr¨ªan el Zinemaldia como lugar para mezclarse y hacer negocio.
El cine va multiplicando sus ventanas, formas de filmaci¨®n, explotaci¨®n y distribuci¨®n, y los soportes y formatos cambian cada vez m¨¢s. Esa transformaci¨®n ir¨¢ creciendo. "El audiovisual y el mundo de los festivales muta a una velocidad de v¨¦rtigo", incide Rebordinos. En esta misma edici¨®n no solo se suceden ficci¨®n y no ficci¨®n en su mir¨ªada de tonos, sino animaci¨®n y trasposiciones directas del c¨®mic a la pantalla (Arrugas, de Ignacio Ferreras, sobre la premiada obra hom¨®nima de Paco Roca), cap¨ªtulos televisivos como The Days After, de Hirokazu Kore-eda, un aspirante a la Concha de Oro. Incluso de otro filme de la Secci¨®n Oficial, Sangue do meu sangue, de Jo?o Canijo, existe una versi¨®n en cap¨ªtulos.
"Quien piense que tiene un modelo cerrado y no debe moverse est¨¢ condenado al fracaso. Esto se mueve muy r¨¢pido", sostienen fuentes de la organizaci¨®n. El modelo donostiarra siempre va a quedar abierto a cambios. "Tal y como est¨¢ el audiovisual no sabemos si en dos a?os, para responder a las necesidades del momento, tendremos que hacer algo completamente distinto a lo que hoy pensamos que debemos hacer", opina de su lado Rebordinos.
A favor del Zinemaldia y su nuevo equipo, que estos meses ha visto 2.165 cintas, juega tambi¨¦n la actual buena cosecha cinematogr¨¢fica, con un nivel superior al de los ¨²ltimos a?os y claramente muy por encima del pasado. "Igual ha sido m¨¢s facil porque no hab¨ªa tanto festival para tanta calidad", se?ala Fern¨¢ndez. Esta posibilidad de acceder a material muy interesante llev¨® a ampliar a 20 el n¨²mero de filmes de la Secci¨®n Oficial, de ellos 16 a concurso, cifra que no se ve¨ªa en el n¨²cleo del Zinemaldia desde hac¨ªa seis a?os. Tambi¨¦n han crecido los especiales de Zabaltegi.
Por Perlas pasa parte de lo mejor del curso que no ha podido estar en la Secci¨®n Oficial y m¨¢s ha gustado a su comit¨¦ de selecci¨®n, como los ¨²ltimos trabajos de Malick, McQueen, Kaurism?ki o Johnnie To. Y San Sebasti¨¢n se marca un tanto con los estrenos en competici¨®n de lo m¨¢s reciente de Ripstein o Kim Ki-duk.
La crisis actual se ve reflejada en la notable presencia de historias negras de tonos y narrativas muy dis¨ªmiles en la Secci¨®n Oficial. Hasta siete de sus 20 pel¨ªculas se podr¨ªan colocar en un amplio bajo ese paraguas. No es solo cine de g¨¦nero, aunque hay quien vea un gui?o de Rebordinos en que Intruders abriese el certamen. "El cine negro est¨¢ radiografiando la sociedad de su tiempo", resalta el director de la muestra. "Es normal que en un momento tan convulso como este tenga gran fuerza, y hemos encontrado varias ficciones de cine negro que nos han encantado", a?ade. Cierto signo de los tiempos se ha unido as¨ª a un tratamiento formal brillante. Si se suman las 40 cintas de la retrospectiva dedicada al noir americano reciente, incluidas varias obras maestras, esa mirada sombr¨ªa se multiplica. Esta restrospectiva antol¨®gica "va a atraer a mucha gente y se van a llenar las sesiones", prev¨¦ Carlos Plaza, miembro del equipo de Donostia Kultura, donde comparti¨® a?os de trabajo con Rebordinos.
Las redes sociales suponen otra apuesta clave, tanto por su relevancia como por el papel que pueden jugar para recuperar las audiencias j¨®venes. En iniciativas puestas en marcha este a?o como el Culinary Zinema, que mezcla cine y gastronom¨ªa; las sesiones golfas de medianoche y otras empieza a vislumbrarse el sello Rebordinos, aunque ¨¦l marque distancias con ese t¨¦rmino. "Seguramente en esta edici¨®n se notar¨¢n algunas de sus ideas y seguramente en ediciones futuras m¨¢s", incide Fern¨¢ndez. "Aun es un poco prematuro decir cu¨¢l va a ser el sello personal de Rebordinos", reflexiona Herrero-Velarde.
"Al festival le hac¨ªa falta una figura como ¨¦l y llega en el momento justo de su madurez personal y profesional", elogia Plaza. "Y ¨¦l est¨¢ disfrutando", remata.
La profunda relaci¨®n con la ciudad
Pocos de los grandes festivales de cine muestran una implicaci¨®n tan estrecha con la ciudad que los acoge como el donostiarra, y esa "maravillosa" relaci¨®n con el p¨²blico tiene que seguir siendo uno de sus sellos fundamentales y distintivos, coinciden Joxean Fern¨¢ndez y Jos¨¦ ?ngel Herrero-Velarde, miembros ambos del comit¨¦ de direcci¨®n del Zinemaldia. "Esa especie de asunci¨®n de que el festival es propio y que forma parte realmente tambi¨¦n de la ciudad no puede cambiar", apostilla el primero.
En Cannes y Venecia, modelos diferentes que se dirigen en exclusiva a la cr¨ªtica, los medios de comunicaci¨®n y la industria internacionales, los espectadores comunes no lo son de las pel¨ªculas que se presentan, sino de un escaparate que ven desde fuera. San Sebasti¨¢n cuenta con que participen desde dentro. Y dicha relaci¨®n ti?e toda la ciudad durante la muestra, de las proyecciones de los filmes en las ocho sedes a la participaci¨®n en los coloquios, los encuentros con los equipos de las pel¨ªculas o la m¨¢s directa de ver pasar famosos por la alfombra roja.
"El Zinemaldia me recuerda en esto muchas veces a Berl¨ªn, donde tanto el p¨²blico como su aspecto de mercado resultan muy importantes", apunta su director, Jos¨¦ Luis Rebordinos.
Para Carlos Plaza, miembro del equipo de Donostia Kultura, el Festival es, con claridad, "el emblema" mundial de la ciudad. Y cuanto m¨¢s grande sea el primero, mejor para la segunda.
Observador privilegiado de la relaci¨®n del certamen con la ciudad ha sido el exalcalde Od¨®n Elorza, quien ha seguido como regidor una veintena de ediciones (de 1991 a 2010). Con la vista puesta en la capitalidad cultural europea de 2016, Elorza cree que es el momento de "aprovechar la ocasi¨®n" para estrechar lazos entre el Zinemaldia, la ciudad y la propia capitalidad, de manera que la muestra tenga poresencia todo el a?o, no solo sus sus nueve o diez d¨ªas estrictos.
Y para ello, Elorza detalla una serie de propuestas concretas, como estrechar lazos con el Museo San Telmo, potenciar el Encuentro Internacional de Escuelas de Cine que en los ¨²ltimos a?os viene celebrando el Festival, ampliar la relaci¨®n con la muestra de Cine y Derechos Humanos -estos son uno de los pilares del proyecto de la capitalidad- o programar a partir de 2012 ciclos de cine polaco, dado que Wroclaw es la otra capital cultural de 2016.
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