Cibeles frente a la adversidad
Davidelfin y Roberto Torretta destacan en la segunda jornada de la pasarela - Montesinos invita a desfilar a sus musas para celebrar 40 a?os de profesi¨®n
Seguramente usted no necesita que los dise?adores de moda vengan a contarle lo complicadas que est¨¢n las cosas. Que le apetezca m¨¢s o menos o¨ªr el lamento de esta industria depender¨¢ de las simpat¨ªas que le despierte el gremio y de lo que espere de ¨¦l. Por una parte, puede ser reconfortante saber que, como todos, sufre la adversidad econ¨®mica y no vive en una fantas¨ªa subvencionada con fondos p¨²blicos. Por otra, tal vez espere que al menos en alguna p¨¢gina del peri¨®dico no le recuerden el desastre en el que estamos inmersos.
Se quisiera o no, en la segunda jornada de Cibeles Madrid Fa-shion Week era dif¨ªcil escapar de las fauces de la testarudamente pesimista coyuntura. "Esta es la etapa m¨¢s dif¨ªcil que me ha tocado vivir", aseguraba Francis Montesinos. El dise?ador valenciano, de 61 a?os, inici¨® las celebraciones del 40? aniversario de la apertura de su primera tienda con una colecci¨®n "realizada con el presupuesto m¨¢s reducido" de su vida. Sus musas -Helena Barquilla, Paola Domingu¨ªn o Mar¨ªa Pineda- se subieron a la pasarela para que la celebraci¨®n tuviera el aparato medi¨¢tico que la contabilidad le neg¨® a la trasnochada propuesta de Montesinos. Los minutos de cobertura televisiva quedaban asegurados. "Me hubiera gustado hacer algo m¨¢s, pero no me han dejado gastar ni un metro extra de tela", lamentaba. "El mundo de la moda no ha estado nunca tan mal. ?Es que ya no se casa nadie?", se preguntaba en referencia al negocio nupcial, que antes le reportaba mayores beneficios.
"Es la ¨¦poca m¨¢s dif¨ªcil que me ha tocado vivir", dice el creador valenciano
?gatha Ruiz de la Prada entreg¨® una colecci¨®n mucho m¨¢s pragm¨¢tica
Los obst¨¢culos financieros que la firma Davidelfin ha encontrado ¨²ltimamente en su camino tambi¨¦n explican su colecci¨®n de primavera / verano 2012, Katharsis. "Son momentos complicados en lo econ¨®mico y empresarial, pero hay que adaptarse a la situaci¨®n. M¨¢s que nunca me siento un delf¨ªn: un mam¨ªfero que se aclimat¨® al medio marino". El punto de partida de la ropa fue un tanto desesperado: en un momento particularmente dif¨ªcil, Delf¨ªn decidi¨® que presentar¨ªa esta colecci¨®n "aunque tuviera que fabricarla con las muestras de tejidos que te dan los proveedores". Esos retales aparecen en prendas fragmentadas, coloristas y optimistas. Hasta los manidos gui?os deportivos, que evocan la superaci¨®n del atleta, parecen originales. "Esta colecci¨®n est¨¢ marcada por el deseo de seguir adelante como sea", explicaba el dise?ador andaluz. Instinto de supervivencia que tal vez explique que ayer mostrara una de las versiones m¨¢s vivaces y en¨¦rgicas de Davidelfin que hasta ahora hemos conocido.
Estos tiempos de contenci¨®n tambi¨¦n le han sentado bien a Roberto Torretta. El dise?ador elimin¨® lo superfluo y se enfrent¨® a cuestiones aparentemente simples, pero nada f¨¢ciles de resolver: c¨®mo ajustar las proporciones de un vestido camisero para que parezca nuevo o c¨®mo dar con el tono preciso de azul capaz de hacer vibrar el deseo. Seguramente solo un cataclismo econ¨®mico de la magnitud del que nos ocupa podr¨ªa hacer bajar de las nubes a ?gatha Ruiz de la Prada. Ayer entreg¨® una colecci¨®n mucho m¨¢s pragm¨¢tica de lo habitual. Los globos, corazones y colores tomaban esta vez formas razonables, pongamos, un vestido-camiseta o un pantal¨®n capri. Otra cosa es que la calidad de los materiales estuviera a la altura de una exhibici¨®n tan descarnada.
En la moda, como en el cine, cuanto m¨¢s recortas en efectos especiales m¨¢s necesitas un buen argumento para mantener el inter¨¦s. Por eso, las notas de los desfiles parecen a menudo folletos de agencias de viajes. El tour de Cibeles pas¨® ayer por Cannes y por la cultura maya, de la mano de Teresa Helbig y Devota & Lomba. La asociaci¨®n de la catalana con la coqueta ciudad francesa no es dif¨ªcil de entender. Helbig brill¨® en pantalones cortos y vestidos trenzados con minuciosa artesan¨ªa, pero flaque¨® en el l¨²rex. Con todo, lo m¨¢s noticiable fue la introducci¨®n de colores -esmeralda, malva...- en su vocabulario habitualmente neutro. "Me ha costado", admit¨ªa. "Me despertaba por la noche y pensaba: ?me estar¨¦ pasando? Pero es efectivo y anima". Justo lo que ahora hace falta.
Para entender qu¨¦ tiene que ver Modesto Lomba con los mayas hay que volver a la casilla de salida. La debacle que nos ocupa pudo ser anticipada por esta civilizaci¨®n cuyo calendario terminaba en 2012. Jugando con esa posibilidad, Lomba apuesta por la transformaci¨®n para la primavera de ese a?o. "Y porque la mujer tenga una relaci¨®n m¨¢s natural con su cuerpo", aseguraba. Una idea traducida en transparencias que envuelven el cuerpo como una fina membrana. Emular a una cris¨¢lida y salir de este lodo convertidos en una bella mariposa es una de esas sugerentes narrativas de las que la moda se alimenta.
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