El eslab¨®n m¨¢s dif¨ªcil
La suscripci¨®n de la inmensa mayor¨ªa del colectivo de presos de ETA de la declaraci¨®n de Gernika supone un paso decisivo en el final de la violencia en Euskadi, tan decisivo que puede decirse que lo hace irreversible.
Los presos de ETA han sido el colectivo m¨¢s intransigente del entramado independentista vasco y, por tanto, el eslab¨®n m¨¢s dif¨ªcil en esa cadena. Y apostar, como se?ala la declaraci¨®n de Gernika, por "un definitivo abandono de las armas", por el "uso de medios exclusivamente democr¨¢ticos y pac¨ªficos para resolver las cuestiones pol¨ªticas" y por "el reconocimiento, reconciliaci¨®n y reparaci¨®n de todas las v¨ªctimas", se puede definir como un paso decisivo.
El documento no es tampoco una sorpresa. Detr¨¢s de ¨¦l hay un trabajo, de meses, de convencimiento desde la izquierda abertzale, capitaneado por Arnaldo Otegi, desde la c¨¢rcel, y de Rufi Etxeberria, desde el exterior, de la inutilidad de las v¨ªas violentas y la posibilidad de defender el independentismo por v¨ªas pol¨ªticas. Su confirmaci¨®n ha sido la importante presencia institucional de Bildu tras las elecciones del 22-M.
Tras la declaraci¨®n hay un trabajo de meses de la izquierda radical
Una confirmaci¨®n y tambi¨¦n un acicate que ha sido utilizado con habilidad por los l¨ªderes de la izquierda abertzale, comprometidos con el final de la violencia desde la publicaci¨®n de la ponencia Zutik Euskalkerria, presentada hace casi dos a?os. Fueron ellos, los l¨ªderes de la izquierda radical, los que llevaron a las c¨¢rceles el debate del documento del Acuerdo de Gernika. Una declaraci¨®n suscrita, hace ahora un a?o, por los partidos que hoy integran Bildu y que fue la base para la tregua que ETA declar¨® en enero del pasado a?o.
Este salto adelante de los presos prefigura un final definitivo de ETA porque la banda es especialmente sensible a las demandas de ese colectivo. Pero tambi¨¦n hay que tener en cuenta que ese final definitivo puede a¨²n hacerse esperar porque la declaraci¨®n de Gernika introduce condiciones en materia pol¨ªtica y penitenciaria que el Gobierno no puede aceptar.
Pero tambi¨¦n es cierto que el Acuerdo de Gernika fue suscrita hace un a?o y que el Gobierno ya dijo entonces que no abrir¨ªa ninguna negociaci¨®n sobre las propuestas, como as¨ª ha sido. Y, a sabiendas de ello, ETA declar¨® la tregua de enero; renunci¨® a la extorsi¨®n; la izquierda abertzale rechaz¨® la violencia de ETA y, ahora, la mayor¨ªa de sus presos pide su final. Esto es, sigue un proceso unilateral, como anunci¨® Otegi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.