Laporta divide a Guardiola y Rosell

El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, sali¨® feliz y contento el s¨¢bado pasado del Palau de Congresos de Catalunya despu¨¦s de que los socios compromisarios aprobaran todas las propuestas presentadas a la asamblea, incluso la del patrocinio firmado con Catar, acuerdo que previamente hab¨ªa bendecido de forma p¨²blica el t¨¦cnico, Pep Guardiola, jugador del Al-Ahli en 2003. La goleada del equipo azulgrana al Atl¨¦tico anim¨® dos horas despu¨¦s a Rosell a felicitar al barcelonismo por una jornada "democr¨¢tica" completa. La euforia le dur¨® hasta que escuch¨® la rueda de prensa del entrenador. Guardiola defendi¨® de forma inequ¨ªvoca y agradecida a la junta que presidi¨® Joan Laporta de 2003 a 2010 cuando se le pregunt¨® si le disgustaba la acci¨®n de responsabilidad social y el embargo que el viernes deber¨¢n afrontar algunos miembros de la anterior directiva.

Rebajada la tensi¨®n, las dos partes se han citado para reconducir el conflicto

"Fue una desagradable sorpresa", coincidieron diferentes miembros del actual consejo. Alguno se pregunt¨® incluso si la cuesti¨®n period¨ªstica no hab¨ªa sido pactada previamente o si la respuesta de Guardiola obedec¨ªa a presiones recibidas por este por parte del propio Laporta, quien deber¨¢ abonar, juntamente con siete exdirectivos, un total de 24 millones de euros por una demanda interpuesta por un socio contra la junta para que presentara un aval por las p¨¦rdidas heredadas del ¨²ltimo mandato de Joan Gaspart.

La respuesta oficial, sin embargo, fue conciliadora. "Nuestro entrenador es una figura extraordinaria, el mejor que podemos tener, y no hay nada que decir sobre su opini¨®n, que respetamos de forma total y absoluta", contest¨® el portavoz Toni Freixa a Catalunya R¨¤dio. "La acci¨®n de responsabilidad es una decisi¨®n tomada por la asamblea del a?o pasado y no de una junta contra otra", insisti¨®; "me pregunto bajo qu¨¦ criterio podemos pedir a los socios que decidan en un sentido contrario al que ya expresaron". La junta tambi¨¦n se ha desmarcado de la iniciativa particular del socio demandante y niega las acusaciones de Laporta en el sentido de que Rosell est¨¢ detr¨¢s de la denuncia que acabar¨¢ en embargo.

"La reacci¨®n del entrenador fue extempor¨¢nea", coinciden tambi¨¦n fuentes del propio club, que entienden que Guardiola debe lealtad a la instituci¨®n m¨¢s que a un determinado presidente. Aunque es consciente de que el conflicto depende legalmente de personas ajenas al club, Guardiola se siente "triste" porque entiende que, por el bien de la entidad, Rosell podr¨ªa haber parado o reconducido el acoso a Laporta, rebajar el enfrentamiento y la tensi¨®n en vez de fomentar la fractura, antes de que intervinieran los tribunales. As¨ª procedi¨® el entrenador al elogiar a Catar antes de que la asamblea ratificara el patrocinio acordado por Rosell y ha actuado tambi¨¦n cuando ha elogiado al expresidente N¨²?ez y a Rexach, distanciado de Cruyff.

Al presidente, sin embargo, le ha movido la inquina contra su antecesor en el cargo desde que dimiti¨® en 2005 despu¨¦s de compartir cartel electoral en 2003 y haber negociado el fichaje de jugadores como Ronaldinho y Deco. Ahora mismo son dos personajes irreconciliables. Rosell jam¨¢s se refiere a su etapa de vicepresidente y, por contra, subraya continuamente la deuda que se encontr¨® en 2010 y critica operaciones como la de Ibrahimovic, "el peor negocio en la historia del Bar?a", afirmaci¨®n que disgusta a Guardiola, tanto como el traspaso de Chigrinski por falta de liquidez.

"Mi estima por Pep tambi¨¦n es infinita", respondi¨® Laporta, el personaje que ha provocado la divisi¨®n del t¨¦cnico con el presidente. Ambos mantienen una relaci¨®n profesional, suficiente para que contactaran ayer mismo a fin de reconducir la situaci¨®n antes de que se convierta en un problema y se especule con un contencioso parecido al que mantuvieron en su d¨ªa N¨²?ez y Cruyff. El presidente quiere saber por boca del t¨¦cnico c¨®mo mediar en el caso de Laporta, y no se descarta que Guardiola se refiera de nuevo al asunto en una rueda de prensa. Personas cercanas a uno y otro confirman, de todas maneras, que ambos mantienen diferencias porque entienden y defienden de manera diferente el barcelonismo y el juego, expresadas en la ruptura entre Rosell y Cruyff. La aspiraci¨®n de Guardiola, que renueva su contrato anualmente, es que Rosell se apunte a evitar la fractura social. "Nos hemos pegado un tiro en el pie", zanjaron desde la propia sede del club.