El regreso del invitado Kiefer

La obra del artista alem¨¢n Anselm Kiefer (Donaueschingen, 1945) ha regresado a Bilbao. En concreto, al Museo de Bellas Artes, donde su imponente cuadro El libro de los siete palacios celestes (Sefer Hechaloth) muestra, como obra invitada, uno de sus referentes en los a?os ochenta: la literatura espiritual hebrea y, en particular, la C¨¢bala. El Guggenheim ya acogi¨® en 2007, con motivo del d¨¦cimo aniversario de la pinacoteca, una amplia retrospectiva de la obra del artista alem¨¢n, que abarcaba sus principales trabajos de la ¨²ltima d¨¦cada.

Kiefer, preocupado a lo largo de toda su carrera art¨ªstica por la b¨²squeda de la identidad de Alemania, la espiritualidad, la fuerza de la naturaleza y la alquimia, trabaja desde hace 18 a?os en Barjac, una localidad al sur de Francia. El llamado artista de las tinieblas alemanas representa con una escalera hecha de once libros quemados el viaje del alma al cielo, anclado en el libro como s¨ªmbolo del saber y de transmisi¨®n del conocimiento. Tambi¨¦n hacen aparici¨®n los trazos de la historia relacionados con el pasado nazi. El gran formato de la obra -381,6x280,6x30,5 cent¨ªmetros-, que data de 2002, y el uso de tonos gris¨¢ceos y opacos contribuyen a la gravedad del trabajo de Kiefer, que permanecer¨¢ en la sala 32 de la pinacoteca bilba¨ªna hasta el 8 de enero de 2012. La pintura procede del Centro de Arte Contempor¨¢neo de M¨¢laga, que atesora El libro de los siete palacios celestes en su colecci¨®n permanente.

El gran tama?o de la obra y los tonos que emplea contribuyen a su solemnidad

Kiefer despliega su visi¨®n sobre la religi¨®n y la persecuci¨®n del pueblo jud¨ªo

La obra est¨¢ inspirada en el misticismo jud¨ªo y en el camino que el creyente recorre hasta llegar al d¨ªa del Juicio Final. En la parte superior del lienzo se puede leer la palabra Mercaba -la carroza-, que en la religi¨®n jud¨ªa se traduce como espiritualidad y que es la culminaci¨®n de ese ascenso a trav¨¦s de los libros sagrados.

As¨ª, Kiefer aborda una visi¨®n sobre la religi¨®n, aunque tambi¨¦n que de la destrucci¨®n -manuscritos deteriorados por el fuego y el humo- resurge la espiritualidad. Por extensi¨®n, habla del exterminio y la persecuci¨®n que el pueblo jud¨ªo sufri¨® en la Alemania nazi.

El programa La Obra Invitada, que comenz¨® en 2001, acerca al p¨²blico temporalmente obras cedidas por otras instituciones. En 2004 la Fundaci¨®n Banco Santander se sum¨® a esta iniciativa como patrocinador. Desde su inicio, el programa ya ha exhibido 40 obras, incluida la que ahora se presenta. Entre ellas, ha habido trabajos de Berruguete Zurbar¨¢n, Monet, Rubens, Canaletto, Sorolla, Picasso, Chillida o Magritte.

El director del museo, Javier Viar; su conservadora, Ana S¨¢nchez-Lassa y el viceconsejero de Cultura, Antonio Rivera presentaron un trabajo de "f¨¢cil comparaci¨®n", seg¨²n Viar, con el cercano "tambi¨¦n mat¨¦rico" Des Potirons, de Miquel Barcel¨®. Kiefer adjunta a su obra una caja de libros para sustituir a los incluidos en la pintura si se rompen.