Mauricio Hatchwell, empresario y luchador contra el antisemitismo
Premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concordia, lider¨® la Federaci¨®n Sefard¨ª de Espa?a
La democracia no ha garantizado en Espa?a la superaci¨®n de la judeofobia, cuyo espantajo enarbolaba el dictador Franco cada vez que o¨ªa voces contra su r¨¦gimen filonazi y nacionalcat¨®lico. Lo llamaba el contubernio judeo-mas¨®nico-comunista internacional, y todav¨ªa persisten las consecuencias. Seg¨²n el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas, la mitad de los escolares no querr¨ªan tener como compa?ero de pupitre a un ni?o jud¨ªo, a pesar de que no podr¨ªan reconocerlo por el aspecto. Otra consecuencia es que Espa?a es, a¨²n hoy, uno de los pocos pa¨ªses occidentales que no castiga en su C¨®digo Penal las expresiones violentas contra lo jud¨ªo.
Estas circunstancias, entre otras muchas, disgustaban sobremanera a Mauricio Hatchwell Toledano, empresario de proyecci¨®n mundial en ¨¢mbitos de petr¨®leo, cementos y otras materias primas; gran mecenas internacional; jud¨ªo de confesi¨®n y de militancia, y fundador y primer presidente del Comit¨¦ Internacional Jud¨ªo Sefarad, entre otras muchas actividades. Hatchwell falleci¨® ayer en Madrid. Hab¨ªa nacido en Casablanca (Marruecos) en 1940 y estaba casado con Monique Altaras, con quien tuvo tres hijos. En el mundo empresarial destaca como fundador en 1971 y presidente hasta ahora de Excem Grupo, cuya divisi¨®n de cemento ha construido en 35 a?os una s¨®lida red internacional de alianzas y figura como el mayor trader independiente del sur de Europa.
Entre sus iniciativas empresariales y culturales en Espa?a, cabe destacar la presidencia de la Federaci¨®n Sefard¨ª y sus labores de mecenazgo con diversas universidades y fundaciones, actividad que realizaba tambi¨¦n en el extranjero. Hatchwell Toledano era, adem¨¢s, un miembro muy activo de los c¨ªrculos culturales, acad¨¦micos, empresariales y sociales en Francia, Israel, China y EE UU, ostentando diversos puestos en ¨®rganos de gobierno de varias instituciones acad¨¦micas en esos pa¨ªses. Entre otros reconocimientos especiales, Hatchwell recibi¨® en 1995 el premio Jerusal¨¦n 3000 (concedido por el primer ministro Isaac Rabin, asesinado poco despu¨¦s); la encomienda de n¨²mero de la Orden de M¨¦rito Civil, concedida en 1999 por el Gobierno de Espa?a, y el premio Principe de Asturias de la Concordia en 1990.
Residente a miles de kil¨®metros de Israel, Hatchwell viv¨ªa el enconado conflicto de Oriente Pr¨®ximo como si fuera suyo. Le ocurr¨ªa como a buena parte de la comunidad jud¨ªa en Espa?a. Son ellos los que sufren en carne propia el antisemitismo que suscita en Europa el desigual combate, tantas veces sangriento, entre israel¨ªes y palestinos.
Hatchwell nunca call¨® ante lo que consideraba brotes de antisemitismo. Su proyecci¨®n internacional y su car¨¢cter muchas veces combativo y siempre sincero hac¨ªan sonadas algunas de sus opiniones. Lo demostr¨® cuando alz¨® la voz con severidad contra el presidente Zapatero, acusando al Gobierno de antisemita. Ocurri¨® en 2006 en un desayuno del Foro Nueva Econom¨ªa, con el ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, como orador invitado, al que Hatchwell manifest¨® "la indignaci¨®n" de los jud¨ªos espa?oles por unas declaraciones realizadas en la v¨ªspera por el presidente, en las que criticaba el uso de "una fuerza desproporcionada y abusiva" por parte de Israel en el conflicto de aquel a?o en L¨ªbano.
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