"La condena que m¨¢s aplico es la de obligar a los chicos a sacar la ESO"
Emilio Calatayud (Ciudad Real, 1955) es un juez muy especial. Con sus sorprendentes sentencias busca, sobre todo, aleccionar. Cree ciegamente en las segundas oportunidades y en que hay delitos de juventud que no merecen una privaci¨®n de libertad. "Cometer una falta es m¨¢s f¨¢cil de lo que parece, todos lo hacemos", defiende el magistrado, que ayer ofreci¨® la charla El menor y su familia: un nuevo contrato, en la Universidad de Deusto de San Sebasti¨¢n.
Pregunta. ?Qu¨¦ es m¨¢s dif¨ªcil ser buen padre o buen juez?
Respuesta. [Risas]. Yo estudi¨¦ para juez no para padre. Es muy dif¨ªcil ser padre.
P. ?Le gusta su trabajo?
R. Me encanta. Es una justicia muy agradecida. Llevo ya 31 a?os ejerciendo esta profesi¨®n muy felizmente. Los adultos son mucho m¨¢s complicados.
"Hay menores que cometen delitos y no son delincuentes"
P. ?Siempre tuvo claro que quer¨ªa ser juez?
R. No, jam¨¢s lo hab¨ªa pensado. Soy juez por casualidad. Siempre he dicho que la vocaci¨®n es para los frailes. Estudi¨¦ Derecho y Empresas. Mi salida natural era la empresa, pero mi novia, sobre todo, y un amigo me convencieron para que me presentara a unas oposiciones. Pero te digo una cosa: ahora no cambio esto por nada.
P. Se ha hecho usted famoso por sus sentencias. Algunas realmente sorprendentes.
R. Lo s¨¦. Estoy acostumbrado a que me pregunt¨¦is por ello. Ahora mismo la condena que m¨¢s aplico a los chicos es la de obligarles a sacarse la ESO. Tengo a m¨¢s de 200 chavales en esa situaci¨®n. Y luego muchas sentencias de trabajos en beneficio de la comunidad.
P. ?Recuerda la primera de todas esas condenas tan particulares?
R. La primera que llam¨® la atenci¨®n a los medios de comunicaci¨®n fue una en la que obligaba a un menor a aprender a leer y escribir. Pero la primera de todas, bastante anterior, fue a un chico que conduc¨ªa la moto bajo los efectos del alcohol. Le conden¨¦ a acompa?ar durante 100 horas a los tetrapl¨¦jicos de un hospital y a escribir una redacci¨®n de 50 folios sobre la experiencia.
P. ?Le cost¨® mucho dictarla?
R. ?Me cost¨® obtener el recurso! Tuve que ir al hospital y convencerles. Habl¨¦ tambi¨¦n con asociaciones de tetrapl¨¦jicos. Entonces no era nada sencillo hacer estas cosas, han pasado ya a?os.
P. Si aplica estas sentencias es porque entiende que son efectivas.
R. Creo sinceramente que hay delitos que no exigen una privaci¨®n de libertad. Hay otras alternativas, que son las que intento buscar. Hay que estudiar muy bien cada caso.
P. ?Cu¨¢l ha sido el caso que m¨¢s le ha convencido de su forma de actuar?
R. Muchos, cantidad. Hay chavales a los en su d¨ªa conden¨¦ que ahora tienen una carrera universitaria y llevan una vida organizada. Hay chicos que cometen delitos y no son delincuentes. Cometer un delito es a veces m¨¢s f¨¢cil de lo que parece, todos los hacemos. Hay que conocer bien la historia y las circunstancias, el por qu¨¦ se ha actuado de ese modo. Tambi¨¦n hay casos perdidos, por supuesto.
P. "Tengo la suerte de que hasta los que condeno est¨¢n contentos". La frase es suya.
R. Lo que ocurre es que dicto condenas largas. Obligar a un chico a 200 horas de un trabajo social significa que voy a estar vi¨¦ndolo durante meses o incluso un a?o. Es este tiempo viene a verme y se establece una relaci¨®n. Me gusta ser testigo de c¨®mo mejora. Y es muy satisfactorio que me lo agradezca.
P. Usted defiende que el internamiento de un menor es muy caro para las arcas p¨²blicas.
R. Mucho. Pero sobre todo es muy duro para ¨¦l. No entiendo que algunos defiendan que haya que endurecer la Ley. Condenar a un menor a diez a?os de privaci¨®n de libertad es dejarle sin el 40 ¨® 50% de su vida. ?l lo ve as¨ª.
Algunas de sus sentencias
- 50 horas de trabajo dedicadas a contar en un comic por qu¨¦ hab¨ªa conducido su ciclomotor sin seguro. Tambi¨¦n, un par de visitas a una planta de traumatolog¨ªa.
- Repoblar bosques por sus actividades pir¨®manas.
- Repartir comida entre indigentes por maltratar a un sin techo.
- Limpiar cristaleras de edificios p¨²blicos y estar de ese modo a la vista de muchas personas por haber pegado a otro chaval que, dijo, le hab¨ªa mirado mal.
- Impartir 1.000 horas de clases de inform¨¢tica a otros estudiantes por haber accedido a las redes de varias empresas provocando da?os por unos 2.000 euros.
- Trabajar con los bomberos por haber quemado papeleras.
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