Una pel¨ªcula abre las fosas comunes de Irak
'Son of Babylon' narra el viaje a la memoria de aquel pa¨ªs
En contadas ocasiones, es el cine quien influye en la vida y no, como es habitual, al rev¨¦s. A inicios de esta semana, en una sesi¨®n especial, el Parlamento iraqu¨ª asisti¨® a la proyecci¨®n de Son of Babylon, que algunos diputados ya hab¨ªan visto: fue la pel¨ªcula que represent¨® a Irak en los Oscar del a?o pasado. Al final de la sesi¨®n, los parlamentarios decidieron crear una comisi¨®n interministerial que investigara las fosas comunes creadas por Sadam Husein. "Tambi¨¦n se les encomend¨® el encargo de averiguar por qu¨¦ no se ha usado el ADN para identificar los cuerpos. Hay miles y miles de cad¨¢veres sin familia, y viceversa". El director de Son of Babylon, Mohamed al Daradji (Bagdad, 1978), cuenta en primera persona este giro pol¨ªtico porque estuvo all¨ª. A la vuelta a su casa en Londres el cineasta par¨® 24 horas el viernes en Madrid, lo suficiente para atender algunos medios, ya que ese d¨ªa se estrenaba su pel¨ªcula en Espa?a.
"La abuela del filme pas¨® cinco a?os en la c¨¢rcel, perdi¨® all¨ª un beb¨¦"
Son of Babylon describe el viaje de norte a sur de Irak en 2003 de una abuela kurda y su nieto de 12 a?os —que le sirve de traductor— a la b¨²squeda del hijo de la primera, padre del segundo. Visitan las c¨¢rceles del dictador y acabar¨¢n buscando en las fosas comunes, donde algunos analistas calculan que se enterraron hasta 300.000 cuerpos. "No es una road movie del sufrimiento, sino un viaje de descubrimiento de Irak. No creo que solo haya sufrimiento, hay tambi¨¦n esperanza y una reflexi¨®n sobre c¨®mo debemos lidiar con nuestro pasado para afrontar el futuro". Desde el principio, Al Daradji supo que la pel¨ªcula deb¨ªa acabar en esas tumbas. "Estaba en Bagdad cuando aparecieron las fosas, entre las ruinas de la antigua Babilonia, y me impact¨® la noticia. Entre los restos de una civilizaci¨®n, la muerte de otra. Llam¨¦ a mi t¨ªa, que perdi¨® a mi primo Al¨ª en esas fosas —y nunca lo hemos encontrado—, y como siempre, estaba llorando. Esa sensaci¨®n de lloro eterno de la abuela de la pel¨ªcula me la inspir¨® mi t¨ªa". La idea de que fueran kurdos le sirvi¨® para que el dolor fuera iraqu¨ª, "y no solo ¨¢rabe". Incide en este hecho: "Adem¨¢s a?ade dos notas: la inferioridad de los kurdos en mi pa¨ªs y la incomunicaci¨®n y la soledad de esa mujer en un mundo que no le entiende". Excepto en una soberbia secuencia en las fosas, en la que sobran los idiomas para comunicar los sentimientos. "Por eso contrat¨¦ a gente que nunca hab¨ªa actuado. Da el tono realista. Y s¨ª, pagu¨¦ m¨¢s a las mujeres que a los hombres que aparecen en pantalla, porque ellas y los ni?os son los grandes perjudicados. M¨¢s a¨²n, esa mujer, la abuela, Bashir al Majid, pas¨® cinco a?os en la c¨¢rcel, perdi¨® all¨ª a un beb¨¦, su marido lleva desaparecido 22 a?os, y ella testific¨® en el juicio contra Husein, separada del dictador por una cortina. En alg¨²n momento del filme, no act¨²a, vive".
Al Daradji va y viene de Londres a su pa¨ªs. Investig¨® mucho para la pel¨ªcula, conoci¨® a un mont¨®n de mujeres. "Me siento de los dos mundos. Es cierto que he estudiado en mi pa¨ªs, en Holanda y en Londres. Pero mis pel¨ªculas [la primera, Ahlaam, tambi¨¦n se estren¨® en Espa?a] son en scope, tengo un ritmo europeo, nada ralentizado y me inspiran las viejas pinturas coloristas de las iglesias cat¨®licas europeas".
?Lograr¨¢n enderezar los iraqu¨ªes el rumbo de su pa¨ªs? "Mira, antes de la proyecci¨®n ten¨ªa dudas; con la creaci¨®n de la comisi¨®n, puede que est¨¦ m¨¢s esperanzado. Depende de qu¨¦ d¨ªa me preguntes te responder¨¦ de manera distinta. Pero no ser¨¢n estos pol¨ªticos, enfrentados en guerras incluso dentro del Gobierno, sino las nuevas generaciones. Y la educaci¨®n. Solo una buena educaci¨®n nos salvar¨¢".
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