Mujeres ¨¢rabes, libres pero no iguales
Aunque la 'primavera ¨¢rabe' ha supuesto un cambio radical en sociedades del norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo, las mujeres no tienen asegurados sus derechos
Umm Ahmad, una abuela septuagenaria, avanza renqueante tras los manifestantes en Shahba, a unos 90 kil¨®metros al sur de Damasco, apoyada en un bast¨®n que esgrime amenazante cuando los shabiha (milicias paramilitares) se disponen a atacar al cortejo. "?Estos son mis hijos, hijos de perra!", les lanza. Algunos j¨®venes se le acercan y le besan la cabeza.
Este relato colgado en agosto en ¨¢rabe en Facebook, y autentificado, demuestra que, aunque se les ve menos que en T¨²nez o en Egipto, las mujeres tambi¨¦n participan de lleno en las revueltas ciudadanas contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad en Siria. Si se except¨²a Libia, donde solo una joven ingeniera se hizo famosa porque hab¨ªa espiado para la OTAN, en los dem¨¢s pa¨ªses abundan los rostros de mujeres que se han apuntado a la revoluci¨®n.
Tawakul Kerman "nos representa a todas", asegura una novelista siria
"Hay un intento de volver al orden patriarcal", afirma una especialista
"Es l¨®gico, porque la primavera ¨¢rabe ha sido ante todo una cuesti¨®n de j¨®venes y hay una nueva generaci¨®n de j¨®venes mujeres que ha estudiado y, en las ciudades, no solo se rebel¨® contra la dictadura a secas sino tambi¨¦n contra las estructuras patriarcales y tradicionales", se?ala Laura Feli¨², profesora de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Han logrado agrietar esas estructuras, pero no es seguro que las derriben.
Hace m¨¢s de 50 a?os las mujeres ya lucharon, junto a los hombres, en la guerra de independencia de Argelia contra los franceses. Cientos de ellas fueron condenadas en 1958 por rebeli¨®n o atentar contra la seguridad del Estado, pero la descolonizaci¨®n dio al traste con el estatuto que adquirieron durante la contienda, como explica Diane Sambron en su libro Mujeres musulmanas. Guerra de Argelia 1954-1962.
"Ahora tambi¨¦n, medio siglo despu¨¦s, hay un intento de reconducir las cosas hacia el modelo establecido, de volver al orden patriarcal", constata Luz G¨®mez, profesora de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. La concesi¨®n, el viernes, del premio Nobel de la Paz a la activista yemen¨ª Tawakul Kerman junto a la presidenta de Liberia y una activista de ese pa¨ªs, "es el mejor regalo para animarnos a seguir peleando", asegura Salwa al Neimi, novelista siria exiliada en Par¨ªs. "Nos representa a todas".
Quiz¨¢ es en T¨²nez donde las mujeres han sido m¨¢s protagonistas porque es all¨ª donde gozan, si se except¨²a a algunas comunidades cristianas ¨¢rabes, de la mejor situaci¨®n. En el otro extremo, es en el golfo P¨¦rsico donde las mujeres disponen de menos derechos. El estatuto personal promulgado tras la independencia de T¨²nez, en 1956, equipara pr¨¢cticamente a ambos sexos. En la ense?anza media y superior el 60% de los estudiantes son mujeres.
Su principal logro ha sido la aprobaci¨®n, por pr¨¢ctica unanimidad, de una ley electoral de tipo cremallera que no solo obliga a incluir en las listas el mismo n¨²mero de hombres y mujeres sino que estos se deben alternar. Aun as¨ª, la mayor¨ªa de los cabezas de lista son varones y por eso se prev¨¦ que menos de un tercio de los esca?os de la Asamblea Constituyente que ser¨¢ elegida el 23 de octubre estar¨¢n ocupados por mujeres. Ese tercio es, no obstante, un r¨¦cord.
Hassan Zaghouni, director de la rama tunecina del instituto Sigma Conseils, proporciona otros datos que matizan la imagen vanguardista de T¨²nez: el 54,4% de las mujeres rechazan que una de ellas pueda ser presidenta de la Rep¨²blica, el 21,1% afirman que votar¨¢n como sus maridos y el 18% se oponen a que sus cong¨¦neres concurran a las elecciones.
Las feministas tunecinas advierten de las intenciones de los islamistas de En Nahna (Renacimiento), que obtendr¨¢n probablemente la mayor¨ªa relativa, de recortar sus derechos. El ¨²nico aparente paso atr¨¢s es la masiva reaparici¨®n del hiyab pr¨¢cticamente prohibido en tiempos de la dictadura de Ben Al¨ª. "El paisaje vestimentario urbano de T¨²nez se ha modificado", constata el periodista Karim Jaffel de Kapitalis. Pero el velo isl¨¢mico es, ante todo, una manifestaci¨®n de libertad individual.
En Egipto, el retroceso es m¨¢s palmario desde los tiempos en que ambos sexos se mezclaban en la plaza Tahrir para derrocar a Hosni Mubarak. El Consejo Nacional para los Derechos de las Mujeres ha desaparecido porque era una creaci¨®n de la dictadura. "A consecuencia de la presi¨®n del islam militante las mujeres no participan en ninguno de los comit¨¦s pol¨ªticos surgidos tras la ca¨ªda de Mubarak", escribe Anwaar Abdalla, profesora en la Universidad Helwan de El Cairo.
En Siria, la revoluci¨®n a¨²n no ha derribado al r¨¦gimen cuya "represi¨®n despiadada casi ha echado a las mujeres de las calles que abarrotan los hombres con sus protestas", explica la escritora Al Neimi. "Pero aunque no aparezcan en primer plano est¨¢n en la retaguardia colgando v¨ªdeos en Youtube, preparando pancartas que se exhibir¨¢n en la manifestaci¨®n", concluye.
Pese a todo, la rebeli¨®n siria tiene ya en sus filas a un buen pu?ado de hero¨ªnas como la joven actriz May Skaff, detenida, liberada y pendiente de juicio, y la psicoanalista sexagenaria Rafah Nached, encarcelada y a la que le pueden caer hasta siete a?os de prisi¨®n por organizar unos cursillos, frecuentados por muchos manifestantes, para ayudar a sus compatriotas a superar el miedo.
A ojos de Natana Delong-Bas, redactora-jefa de la Enciclopedia del Islam y las Mujeres de la Universidad de Oxford, el ¨¦xito del cambio en el mundo ¨¢rabe debe medirse seg¨²n un criterio: "La presencia o la exclusi¨®n de las mujeres en los c¨ªrculos y los centros de decisi¨®n". "Esa es la prueba de una democracia aut¨¦ntica", escribe en su publicaci¨®n.
Una larga lucha por la igualdad
- Hace m¨¢s de 50 a?os, las mujeres lucharon en la guerra de la independencia de Argelia, pero la descolonizaci¨®n acab¨® con los derechos que hab¨ªan adquirido durante el conflicto.
- El estatuto personal promulgado en T¨²nez tras la independencia en 1956 equipara a ambos sexos.
- Las mujeres participaron en la ca¨ªda de Mubarak en Egipto, pero ahora no participan en ninguno de los comit¨¦s pol¨ªticos surgidos tras la revoluci¨®n.
- Muchas han sido protagonistas en las revueltas en los pa¨ªses ¨¢rabes. La ¨²nica excepci¨®n es Libia, donde las mujeres han pasado m¨¢s desapercibidas.
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