Setas con caf¨¦

Generalmente el destino final de los posos del caf¨¦ no es otro que el cubo de la basura. Quien dice tener dotes adivinatorias se aventura a vaticinar el futuro a trav¨¦s de la cafeomancia, un complicado proceso en el que el cliente debe tener la precauci¨®n de no beberse hasta la ¨²ltima gota y procurar dejar unos cuantos posos para que el supuesto or¨¢culo pronostique el porvenir del cafetero. Los m¨¢s pr¨¢cticos aprovechan los sedimentos de la cafetera como remedio casero para desatascar tuber¨ªas, colorear la ropa o como repelente de gatos.

Ni lo uno ni lo otro se le ocurri¨® al bi¨®logo vigu¨¦s I?aki Mielgo de Luque, quien, preocupado por el medio ambiente, ha encontrado un cometido m¨¢s naturalista para los posos de caf¨¦. El cient¨ªfico ha ideado un m¨¦todo para introducir estos restos en la funci¨®n de reciclaje de la naturaleza, convirti¨¦ndolos en un fertilizante para setas.

La seta transforma la cafe¨ªna en prote¨ªna y erradica su toxicidad

El bi¨®logo pretende involucrar al consumidor en el reciclaje del caf¨¦

Con 28 a?os y afectado laboralmente por la crisis que asuela el pa¨ªs, I?aki Mielgo se puso a pensar en un proyecto viable para montar una empresa que diera salida a su pasi¨®n por la tierra y contribuyera al desarrollo sostenible en cultivos. Tras bucear por Internet y encontrar un estudio del mic¨®logo suizo Daniel Jobs que hablaba del tratamiento de residuos de la industria cafetera con setas, surgi¨® la idea. Ni corto ni perezoso, mientras sus amigos sal¨ªan de copas, ¨¦l se recorr¨ªa las cafeter¨ªas de Vigo para recoger posos de caf¨¦. "Mi familia y amigos pensaban que estaba loco y que perd¨ªa el tiempo", recuerda el bi¨®logo. Pero Mielgo no se desanim¨® y convirti¨® su apartamento de apenas 25 metros cuadrados en un improvisado laboratorio.

Una olla expr¨¦s era la encargada de esterilizar los sedimentos para evitar la contaminaci¨®n de las setas. Posteriormente, los posos, una vez escurridos, se mezclaban con micelio -ramificaciones que constituyen el cuerpo vegetativo de los hongos-. "En el piso hab¨ªa un olor a caf¨¦ tan insoportable que tuve que irme al garaje de mi madre", dice entre risas.

Hab¨ªa que ingeni¨¢rselas para que los hongos permaneciesen en total oscuridad. Dejar la mezcla dentro de un armario durante 20 d¨ªas fue la soluci¨®n, que se complet¨® con un ba?o de luz cerca de una ventana durante 10 d¨ªas m¨¢s. "Fueron unas pruebas a lo cutre total que dieron buen resultado", afirma Mielgo, cuyo trabaj¨® se materializ¨® en unas setas de gran tama?o y, seg¨²n el bi¨®logo, con un sabor excepcional.

As¨ª naci¨® La Seta Verde, la marca de este proyecto, que ha ganado un premio de 600 euros en la XII Edici¨®n del Concurso de Ideas Empresariales Innovadoras que organiza la Universidad de Santiago de Compostela.

Pero, si la cafe¨ªna en grandes cantidades puede ser t¨®xica, ?esas setas fertilizadas con posos de caf¨¦ son realmente comestibles? La seta metaboliza la cafe¨ªna y la transforma en prote¨ªna, de esta forma no aparece ninguna tasa de la sustancia excitante en el hongo. El caf¨¦ se convierte en un compost desintoxicante con nutrientes muy favorables para el suelo por tratarse de materia vegetal. "Estoy estudiando a?adir otras cosas a los posos, pero es como la f¨®rmula de la Coca Cola.... secreto", apostilla Mielgo.

Con el paso del tiempo la idea fue evolucionando. Lo que en principio se plante¨® como una gran plantaci¨®n de distintas especies de hongos deriv¨® en la venta de un kit de cultivo para que el cliente cr¨ªe setas gourmet en su casa. "La idea es involucrar al consumidor en el reciclaje del caf¨¦. Nuestro objetivo son los ni?os para que desde peque?os aprendan a desarrollar actividades sostenibles", explica I?aki Mielgo.

Ahora todos los esfuerzos de Mielgo se concentran en encontrar apoyo econ¨®mico para que su proyecto se convierta en realidad. En vista de que los bancos no facilitan la concesi¨®n de pr¨¦stamos, el bi¨®logo ha echado mano del crowdfunding o cooperaci¨®n colectiva a trav¨¦s de Internet. Esta f¨®rmula le puede permitir obtener dinero en efectivo, hasta 12.000 euros, sin depender de subvenciones p¨²blicas o privadas, gracias a personas que quieran impulsar la idea. Los financiadores recibir¨¢n por 22 euros un kit completo de cultivo. La Seta Verde ya ha encontrado un lugar en la Red y ahora I?aki Mielgo espera que se sit¨²e en las sartenes de sus casas.