Las focas tambi¨¦n toman Valium
Muere uno de los cinco mam¨ªferos marinos que llegaron en mayo al zoo y dos perdieron sus cr¨ªas
Uno de los rasgos m¨¢s caracter¨ªsticos de las focas es la expresividad de sus ojos. No en vano los ecologistas suelen utilizar en las campa?as contra la caza y el tr¨¢fico de pieles primeros planos de sus caritas. Sus miradas suelen ser negras, profundas, penetrantes. Este, sin embargo, no es el caso de los cuatro ejemplares que viven en el zoo de Barcelona desde mayo. Las decenas de escolares que visitan el recinto a diario pueden no notarlo, pero estos mam¨ªferos marinos est¨¢n deca¨ªdos, tristes. Sus miradas revelan su enfermedad y las penurias que han pasado en los ¨²ltimos meses. Est¨¢n desesperadas.
Entre abril y mayo, el zoo recibi¨® cinco ejemplares de foca com¨²n, todos hembras. Los animales llegaron a Barcelona, seg¨²n un portavoz del Ayuntamiento -propietario del lugar-, mediante la Asociaci¨®n Europea de Zool¨®gicos y Acuarios (EAZA). Entre otras cosas, esta entidad coordina y regula los intercambios de distintas especies entre centros para as¨ª evitar que se comercie con los animales. Los asociados piden los espec¨ªmenes que les interesar¨ªa tener y el organismo trata de gestionar los traslados. "Barcelona consider¨® importantes las focas para su colecci¨®n, por eso las solicit¨®", explic¨® el portavoz. Eran los tiempos en que el zoo marino del F¨®rum a¨²n coleaba.
As¨ª, las focas Herc, Tia, Cleo, Zef y Nina aterrizaron en la capital catalana procedentes de la Provenza. Seg¨²n el portavoz, es "un grupo consolidado, adulto, que hab¨ªa perdido al macho". Las focas, viudas, ya ten¨ªan problemas de salud. Las tres mayores sufr¨ªan cataratas, lo que revela su avanzada edad. Se las ubic¨® en la piscina que ocupaban los leones marinos, que fueron llevados al tanque de los delfines.
El 10 de julio, una de las focas pari¨® una cr¨ªa que naci¨® muerta. Esto dej¨® perplejos a los veterinarios del zoo, que se desconoc¨ªan que estuviera pre?ada. La sorpresa fue mayor cuando, mediante una ecograf¨ªa, descubrieron que otra tambi¨¦n estaba embarazada. La noticia fue recibida con j¨²bilo, m¨¢xime teniendo en cuenta que en el zoo la llegada de cr¨ªas es escasa.
La alegr¨ªa, sin embargo, dur¨® poco. En el mismo mes de julio, Zef, otra de las focas, enferm¨® y, pese a las atenciones recibidas, falleci¨®. Las causas del deceso se desconocen. Menos de un mes despu¨¦s, la otra foca pre?ada dio a luz a su cr¨ªa. Tambi¨¦n naci¨® muerta.
El estr¨¦s producido por todos estos hechos es una de las posibles explicaciones de la delicada situaci¨®n de la colonia de focas. La entidad defensora de los animales Libera! denuncia que Nina se niega a comer desde hace d¨ªas, Herc sufre fuertes diarreas desde hace dos meses. Y junto con Tia, est¨¢ siendo tratada con Valium. El viernes, mientras Cleo, Tia y Nina tomaban el sol en el estanque, Herc permanec¨ªa aislada en una peque?a piscina aleda?a. All¨ª permanec¨ªa inm¨®vil, con los ojos cerrados, mientras los veterinarios la revisaban de la cola a la cabeza.
"Todo ha sido una lamentable coincidencia", asegur¨® el portavoz del zoo, que puso ¨¦nfasis en el trabajo de los veterinarios para mejorar el estado de las focas. "A veces no sabemos en qu¨¦ estado vienen los animales. Eso depende directamente de la EAZA", respondi¨® el portavoz.
Las focas llegaron de un parque de Antibes (Francia), aseguran fuentes de Libera! Curiosamente, all¨ª vive la hija de la orca Ulises, cuyo semen fue tra¨ªdo de California para engendrarla (v¨¦ase EL PA?S del 13 de junio de 2011). La asociaci¨®n Libera! critica las dimensiones de la piscina, que consideran peque?a e inadecuada, y aseguran que "son muchos m¨¢s los animales que mueren cada a?o en el zoo que los que nacen". Asimismo denuncia que "pr¨¢cticamente el 100% de los animales est¨¢n siendo medicados por problemas asociados a la cautividad".
Los ni?os que el viernes visitaban el zoo no se enteraron del drama de las focas. Algunos las pintaban en sus cuadernos y esperaban, infructuosamente, que salieran del agua "o hicieran algo". Un chico que las fotografiaba mostraba con su c¨¢mara las im¨¢genes y hac¨ªa zoom en sus caras. "Las ves y pareces que lloran", comentaba.
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