"Arrestad a los banqueros"
Unos 2.500 indignados toman el coraz¨®n de Wall Street - Las autoridades negaron el permiso para la marcha
"A los bancos los rescataron. A nosotros nos liquidaron". En el coraz¨®n de las finanzas internacionales, Wall Street, donde se tomaron muchas de las decisiones que llevaron a la reciente crisis mundial, se manifestaron ayer unos 2.500 indignados, seg¨²n un recuento de este diario. Coreaban consignas como esa, mientras avanzaban de sucursal bancaria en sucursal bancaria, en un improvisado recorrido desde Zucotti Park, donde llevan acampados un mes, hasta Washington Square, al norte.
Lo hicieron al ritmo de timbales y trompetas, ondeando banderas estadounidenses, una marejada de barras y estrellas entre pancartas de todo tipo: "Esto es la verdadera democracia", "Limpiemos la basura de Wall Street", "Los banqueros comen filet mignon, yo no puedo comprar hamburguesas", "Estamos aqu¨ª para refundar la democracia", "Arrestad a los banqueros" y, el m¨¢s popular: "Somos el 99%".
La manifestaci¨®n iba de sucursal en sucursal, tocando una marcha f¨²nebre
Decenas de j¨®venes se disfrazaron con trajes y corbatas de segunda mano
Este ¨²ltimo fue el lema fundamental de la marcha, que aspiraba a representar a una gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n contra un 1% simb¨®lico, los banqueros y financieros a los que los indignados acusan de una avaricia sin l¨ªmite. "No somos vuestros esclavos", grit¨® la marabunta al llegar a la sede de JP Morgan Chase, a dos manzanas de donde han acampado en signo de protesta.
M¨¢s tarde ten¨ªan planeado acudir a la ic¨®nica plaza de Times Square, para realizar otra concentraci¨®n bautizada como "la gran fiesta de la ocupaci¨®n".
En Wall Street, la multitud era muy heterog¨¦nea. Tres decenas de j¨®venes se hab¨ªan disfrazado con trajes y corbatas comprados en tiendas de segunda mano, intentando parecer banqueros. "Estamos hartos de que se nos diga que somos sucios y desaseados, que se nos tache de inconsecuentes por nuestra apariencia. Por eso vamos tan bien vestidos hoy", explicaba Sarah MacMillan, de 36 a?os, que es dise?adora de decorados y que iba ataviada con una impecable americana.
Minutos antes de salir a la marcha, un improvisado taller de modistos hac¨ªa arreglos a toda prisa en la propia plaza de Zucotti. De ese esp¨ªritu festivo y de convivencia que impera en el campamento de indignados, se contagi¨® tambi¨¦n la marcha por el distrito financiero. Al llegar a la sede del banco Chase, las trompetas entonaron una marcha f¨²nebre, como se?al, dec¨ªan los indignados, del ocaso de la era de dominio de los mandamases financieros.
Avanzaban por las aceras, porque no ten¨ªan permisos del Ayuntamiento para manifestarse por la calzada. Un fuerte dispositivo policial, con motocicletas y agentes a pie, les manten¨ªa en ellas. Cuando cortaban el tr¨¢fico o se deten¨ªan en un punto m¨¢s de diez segundos, los agentes les advert¨ªan con meg¨¢fono: "No corten el tr¨¢fico a los peatones". Los manifestantes les contestaban: "Nosotros somos esos peatones".
Tres organizadores controlaban el rumbo de la marcha, sin saber muy bien cu¨¢l iba a ser su recorrido. "Vamos de banco en banco. Cuando vemos una sucursal, nos dirigimos a ella", explic¨® uno de ellos, mientras guiaba a la multitud con una bandera negra. Esa espontaneidad, casi improvisada, y ese rechazo a cualquier tipo de control son los mismos que los indignados neoyorquinos exhiben en la acampada de la plaza de Zucotti.
Hab¨ªa muchos j¨®venes, adem¨¢s, defendiendo con carteles causas muy variadas, desde el rechazo a la guerra afgana hasta la defensa del portal de filtraciones Wikileaks. Casi todos, sin embargo, repet¨ªan una idea, que representa su malestar. "Nos oponemos al poder ilimitado de las grandes corporaciones", explicaba Elizabeth Harney, estudiante de arte dram¨¢tico de 23 a?os. "El problema es la desigualdad de recursos, la gran divisi¨®n entre pobres y ricos en este pa¨ªs. Lo que queremos es generar un debate en torno a esa idea".
Heterog¨¦nea, la marcha logr¨® llamar la atenci¨®n de numerosos turistas alrededor de la Zona Cero, uno de los lugares m¨¢s visitados del mundo. "?Qu¨¦ es lo que quieren?", pregunt¨® al paso de la multitud Jean Sutton, de Ohio, que visitaba Nueva York con sus dos hijos. "Un mundo mejor y m¨¢s justo", le grit¨® una joven disfrazada con uno de los trajes de ejecutiva. A lo que Sutton respondi¨®: "Eso tambi¨¦n lo quiero yo".
![Protesta en el distrito financiero de Nueva York.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XJRDX62HJ32BXB4CNKY3ASEYTA.jpg?auth=77cfcbe2136a53cfdafa29d04da4c8bceff6c8dea4c4a9b86371e63418ecba50&width=414)
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