La polic¨ªa italiana sigue sin localizar el foco de violencia
Varios manifestantes se entrenaron en Grecia antes de los choques de Roma
La polic¨ªa italiana se cubri¨® de gloria el s¨¢bado. Ni sus servicios de informaci¨®n se percataron de la jornada de violencia que varios centenares de j¨®venes antisistema estaban preparado cuidadosamente ampar¨¢ndose en la manifestaci¨®n de indignados ni sus antidisturbios supieron atajarla una vez que se desboc¨®. De hecho, dos agentes del cuerpo de Carabinieri salvaron el pellejo de milagro cuando su furg¨®n blindado fue atacado e incendiado por decenas de encapuchados. Los v¨ªdeos -porque todo fue grabado para mayor escarnio de la actuaci¨®n policial- son espeluznantes. El ministro del Interior, Roberto Maroni, se consol¨® declarando que, al menos, se evit¨® que muriera nadie. Tiene raz¨®n, pero eso hay que atribu¨ªrselo m¨¢s a la fortuna y a la templanza de algunos polic¨ªas que, a pesar de estar rodeados y en una situaci¨®n l¨ªmite, evitaron tirar de pistola.
El recuento tras la batalla no puede ser m¨¢s esclarecedor: cinco millones de euros de p¨¦rdidas por destrozos, m¨¢s de 70 heridos -tres de ellos graves- y, en el otro lado de la balanza, solo una docena de detenidos. Durante toda la jornada de ayer, y en un intento desesperado por enmendar la plana, las fuerzas del orden protagonizaron una redada por todo el pa¨ªs. El objetivo, los anarquistas. O, lo que es lo mismo, los sospechosos habituales. Pero ni se tiene constancia de que el grave desbarajuste del s¨¢bado en Roma fuese obra de los anarquistas ni se produjo detenci¨®n alguna. La polic¨ªa sigue por tanto sin oler de d¨®nde parti¨® el fuego.
Los pol¨ªticos, por su parte, intentaron tranquilizar a la poblaci¨®n prometiendo unidad y medidas de urgencia. Maroni, el titular de Interior, pidi¨® comparecer hoy en el Senado para anunciar "medidas legislativas que puedan ayudar a la polic¨ªa en la prevenci¨®n de brotes de violencia". Por su parte, el ex fiscal Antonio Di Pietro, l¨ªder de Italia de los Valores, abog¨® por ampliar el tiempo de detenci¨®n, celebrar juicios r¨¢pidos para los sospechosos de disturbios y aplicar medidas similares a las que ya se utilizan en el f¨²tbol: "Habr¨ªa que prevenir la violencia como ya se controla a los hinchas".
Mientras tanto, a la polic¨ªa m¨¢s le valdr¨ªa leer los peri¨®dicos con atenci¨®n. La pasada semana, varios medios advirtieron de que algo as¨ª podr¨ªa suceder, pero ni se controlaron los principales accesos a la ciudad ni se estableci¨® un servicio de orden para proteger a las m¨¢s de 200.000 personas que, pac¨ªficamente, gritaron su indignaci¨®n. Y, ayer, el diario La Repubblica publicaba una interesante entrevista con uno de los participantes en la refriega. Seg¨²n su testimonio, fueron entrenados durante un a?o en Grecia, estaban perfectamente organizados en dos falanges, una de 500 miembros y otra de 300 que a su vez se organizaban en peque?os grupos de lucha de 10 o 12. Los papeles estaban perfectamente distribuidos y, la tarde del viernes, hab¨ªan dejado una furgoneta Fiat Ducato blanca cargada de material en la calle Sannio: "Dentro de la Ducato ten¨ªamos armas para ganar no una batalla, sino la guerra".
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