Retales contra la exclusi¨®n
Un taller de David Delf¨ªn con chicos vulnerables, protagonista de una exposici¨®n
Ocho camisetas blancas que juegan a simular chalecos, que insertan corbatas y bolsillos vaqueros en su algod¨®n desgastado, que se convierten en camisas gracias a mangas rescatadas de otras prendas. Una selecci¨®n de piezas inspiradas y motivadas por el dise?ador malague?o David Delf¨ªn que se exponen en el CaixaForum (paseo del Prado, 36) hasta el 13 de noviembre.
Junto a las prendas que visten los maniqu¨ªes, tres de sus creadores: Agust¨ªn, un joven que contesta con marcado acento de Guinea Ecuatorial; Steven, que ahora estudia un m¨®dulo de hosteler¨ªa, y Seima, una chica de ojos expresivos que sonr¨ªe entre presumida y t¨ªmida. Ninguno de los tres pasa de 18 a?os y participan en la asociaci¨®n Semilla para la integraci¨®n social, organizaci¨®n madrile?a sin ¨¢nimo de lucro que, desde 1974, se encarga de la acogida e inserci¨®n social de j¨®venes conflictivos, desorientados, con pocos recursos, desatendidos o que han abandonado los estudios por falta de motivaci¨®n, por rebeld¨ªa o por impaciencia.
El taller de moda y creatividad empez¨® en octubre de 2010 y dur¨® dos meses
"Desde el primer momento me sent¨ª identificado con los alumnos", dice Delf¨ªn
La asociaci¨®n Semilla se dedica desde 1974 a la acogida e inserci¨®n
Los chicos destacan la normalidad del dise?ador: "Es como nosotros"
David Delf¨ªn confiesa que conoce esa sensaci¨®n. "Yo soy autodidacta. Me qued¨¦ en segundo de BUP, despu¨¦s de tripitir. Trabaj¨¦ en una ¨®ptica, en el bar de mis padres en Marbella, volv¨ª a las clases en horario nocturno... Desde el primer momento me sent¨ª identificado con ellos".
En octubre del a?o pasado el creador imparti¨® durante dos meses un taller de moda y creatividad en el que sembr¨® su "semilla" en dos grupos de unos 20 j¨®venes. Una experiencia nueva para los alumnos y para la asociaci¨®n que se ha materializado en esta exposici¨®n, que sigue al desfile que los chicos protagonizaron el pasado 8 de junio en el Matadero.
"Lo m¨¢s importante que he aprendido es a tener m¨¢s paciencia", afirma Agust¨ªn. Seima destaca el trabajo en grupo y la confianza en uno mismo y en las ideas de los compa?eros, mientras que el director de Acci¨®n Educativa de la asociaci¨®n, Juan Lozas, valora la implicaci¨®n de los chicos en la iniciativa.
El taller comenz¨® con charlas distendidas y preguntas "nada discretas", matiza otro de los educadores. Tras la primera toma de contacto, el creador les "bombarde¨®" con fotograf¨ªas y v¨ªdeos que conforman el universo davidelf¨ªn: camisas con cuatro pu?os, fracs que se abotonan por detr¨¢s, prendas que son mitad camisa y mitad camiseta. Conceptos creativos, fantasiosos, sin prejuicios, en los que los cuerpos y las prendas se componen de mitades desiguales, de retales, de superposiciones que enga?an al ojo y reinterpretan lo establecido.
La muestra incluye un video-collage de los alumnos que profundiza en ese mismo concepto. Dos medias sonrisas que forman una sola. Tres cuerpos que se ensamblan en uno solo.
La idea, desde el principio, era la de la producci¨®n grupal, sumar, compartir, crear prendas que incorporaran algo de cada uno. El punto de partida: una camiseta blanca que personalizar con trapos, mangas, pecheras o botones. Un trabajo que result¨® ca¨®tico, pero "fluido, natural, nada forzado". Algunos de los alumnos cos¨ªan muy bien, como un chico marroqu¨ª al que su madre pon¨ªa a coser de peque?o para que se estuviera quieto, pero otros menos interesados en la aguja y el hilo han utilizado pegamento, grapas o imperdibles porque lo importante es la superaci¨®n, terminar el trabajo a pesar de los obst¨¢culos, argumenta el modisto.
La exposici¨®n La creatividad como herramienta de integraci¨®n social ha sido un premio al resultado, pero sobre todo a la propia experiencia. "Me quedo con la satisfacci¨®n de dejar mi semilla", asegura Delf¨ªn, y apostilla: "Me llevo tambi¨¦n una bofetada porque me doy cuenta de lo poco que cuesta ir dos meses a colaborar, a pas¨¢rmelo bien, a morirme de risa y conseguir este resultado tan bueno".
Los educadores agradecen al dise?ador su valent¨ªa para involucrarse en un proyecto que "exige arremangarse" y por transformar las caras, la energ¨ªa y la tensi¨®n de los primeros d¨ªas en el esfuerzo y la bondad que ha salido a la superficie.
Los alumnos comentan entre risas que no conoc¨ªan al dise?ador malague?o antes de las clases y que lo primero que hicieron fue buscar su nombre en Google y pinchar en im¨¢genes. Agust¨ªn relata que el primer d¨ªa del taller pens¨®: "Es como nosotros". Steven se?ala de Delf¨ªn que es humilde, paciente y "se tira buen rollito".
A pesar de esta experiencia con la moda, los j¨®venes cursan ahora m¨®dulos de inform¨¢tica y hosteler¨ªa. "No me tira la costura, pero puede que alg¨²n d¨ªa s¨ª lo haga", explica Agust¨ªn. La respuesta demuestra que David Delf¨ªn lo ha conseguido. "El bicho del dise?o" ya est¨¢ dentro.
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