La reserva galaica de la anguila
Una asociaci¨®n de Portomar¨ªn traslada los ejemplares adultos del pez al ¨²ltimo embalse del Mi?o para que no mueran triturados en su migraci¨®n al mar
Entre el embalse de Belesar, a la altura de Portomar¨ªn, y el de Frieira, que ba?a Crecente, el r¨ªo Mi?o no existe. Al menos no para los exigentes requisitos reproductivos de la angula, incapaz de remontar las presas que desde hace d¨¦cadas cortan el cauce por el que deber¨ªa llegar al oc¨¦ano para poner sus huevos. Para salvarla de ser triturada en las turbinas de las presas, los pescadores de la asociaci¨®n O Carrual han ideado, en colaboraci¨®n con la Conseller¨ªa de Medio Rural, un delicado sistema de transporte por carretera de la anguila plateada, la que ya ha alcanzado su madurez sexual. El destino es el embalse de Frieira, el ¨²ltimo del Mi?o, desde donde el pez puede nadar libremente hasta el Mar de los Sargazos, en el Golfo de M¨¦xico. El animal adulto muere en el Atl¨¢ntico; regresan las cr¨ªas, que los pescadores recogen en Frieira para llevarlas r¨ªo arriba.
"Somos los ¨²nicos en Europa con este sistema de pesca tradicional"
Tarda un a?o y medio en llegar al Golfo de M¨¦xico para reproducirse
"Si no hici¨¦semos esto no tendr¨ªamos ninguna anguila", explica Eduardo Y¨¢?ez, el secretario de la asociaci¨®n y, como tantos otros en los municipios ribere?os del sur de Lugo, heredero de las pesquer¨ªas tradicionales del Mi?o, los caneiros, agonizantes desde el desembarco de Fenosa en el r¨ªo. En un buen a?o pueden extraer cerca de 600 kilos del preciado animal, parte para consumo propio, parte para trasladar en el tramo final del Mi?o.
Solo los pescadores de Portomar¨ªn, Paradela, O P¨¢ramo y Gunt¨ªn est¨¢n autorizados a extraer anguila, una especie amenazada cuya captura acaba de prohibir la Uni¨®n Europea. Pero en el sur de Lugo, m¨¢s nociva que la pesca ser¨ªa el abandono total de la producci¨®n, porque sin la ayuda del ser humano el pez no podr¨ªa completar su ciclo vital. En 1998, tras cuatro d¨¦cadas de inactividad, los pescadores regresaron al r¨ªo. Antes restauraron 24 caneiros, peque?as construcciones de planta triangular, t¨ªpicas del Mi?o, que conducen a las anguilas hacia la red que las atrapa. "Somos ¨²nicos en toda Europa con este sistema de pesca tradicional", presume Y¨¢?ez, que recuerda los tiempos en los que un caneiro familiar "sacaba el hambre del cuerpo". En la posguerra, ser propietario de una de estas instalaciones antiqu¨ªsimas -ya los romanos las constru¨ªan- era equiparable a una buena finca en el campo.
Esta es la mejor ¨¦poca del a?o para entender el funcionamiento del caneiro, porque con el nivel del agua del embalse bajo m¨ªnimos quedan al descubierto las paredes de piedra que la asociaci¨®n se pas¨® dos a?os reconstruyendo a la manera tradicional, con los techos de pizarra. "Vienen los turistas y se quedan admirados. La gente se mete por las orillas del r¨ªo para verlos", cuenta. Pero la sequ¨ªa del verano no ser¨¢ igual de beneficiosa para la campa?a que comienza. "Aunque el Mi?o es un r¨ªo que aguanta mucho y tenemos la contaminaci¨®n bien controlada. No hay mortandad, porque el verano no fue de temperaturas asfixiantes y el agua no se calent¨® demasiado", explica, esperanzado. La temporada de pesca dura hasta mediados de febrero, aunque este a?o empieza con algo de retraso, porque la asociaci¨®n acaba de redactar un nuevo plan de explotaci¨®n, adaptado a las exigencias de la UE de limitar las capturas de anguila a los pescadores profesionales. "Ahora tendremos que pescar con chalecos salvavidas por primera vez", cuenta Y¨¢?ez. "No es mala idea porque trabajamos de noche, durante las crecidas, y el agua no la das parado".
Cada vez es m¨¢s frecuente ver en el r¨ªo ejemplares de anguila amarilla, el ejemplar que todav¨ªa no ha alcanzado la fase adulta. Los pescadores la devuelven al r¨ªo para que complete su crecimiento y se quedan con ejemplares de la plateada, siempre que su tama?o supere los 40 cm de largo. "Ellas son las que ordenan. Son unos bichos tan finos que las pautas nos las marcan ellos. Solo hay que darles un poco de atenci¨®n", bromea. La anguila es una especie misteriosa, por eso a Y¨¢?ez le gusta explicar los detalles de su peculiar ciclo vital. "Es casi imposible capturarla en el mar, porque nada muy profundo. Puede pasarse un a?o y medio navegando por el Atl¨¢ntico", cuenta. La larga migraci¨®n de esta especie al Mar de los Sargazos, su ¨²nico lugar de reproducci¨®n, atorment¨® a los estudiosos desde la Antig¨¹edad: Arist¨®teles estaba convencido de que este pez nac¨ªa de las profundidades de la tierra por generaci¨®n espont¨¢nea y en lugares con muchas algas. La primera premisa era falsa; la segunda, no, porque los sargazos no son otra cosa que las algas que flotan a la deriva en ese lugar del Atl¨¢ntico al que van a morir las anguilas.
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