Un Memorial de todos
Vaya por delante mi postura personal: como ciudadano, como historiador y como miembro de la junta de gobierno del Memorial Democr¨¢tico creo que esta instituci¨®n, creada durante la legislatura anterior con el voto favorable de CiU, el PSC, Esquerra e Iniciativa, no debe ser suprimida bajo ning¨²n concepto. Y me parece indecoroso que, habi¨¦ndose opuesto al Memorial por motivos puramente ideol¨®gicos, por alergia a la tradici¨®n democr¨¢tica y antifranquista, el Partido Popular pretexte ahora razones de simplificaci¨®n administrativa y de ahorro para proponer su cierre.
Dicho esto, resulta demag¨®gica y contraproducente la estridencia inspirada por Iniciativa-Verds y sus c¨ªrculos afines acerca del "desmantelamiento" y el "despedazamiento" del Memorial a manos del Gobierno de Artur Mas. Forma parte del estilo pol¨ªtico reciente de los ecosocialistas considerar que cuanto ellos hicieron durante sus a?os de estancia en el poder (el l¨ªmite de velocidad en 80 kil¨®metros hora, el c¨®digo ¨¦tico de los Mossos, las alegr¨ªas en el gasto p¨²blico, la puesta en marcha del Memorial Democr¨¢tico, etc¨¦tera), e incluso el modo exacto en que lo hicieron, es sagrado, incuestionable e inmodificable, y que, si alguien osa objetarlo, es reo del derechismo m¨¢s abyecto.
No imagino un recinto m¨¢s emblem¨¢tico de las represiones que ha sufrido la Catalu?a contempor¨¢nea que Montju?c
La realidad no es tan maniquea. En el actual contexto econ¨®mico, ser¨ªa dif¨ªcil de entender que sufriera serios recortes presupuestarios la sanidad, y no los padeciese el Memorial, o que no pudiera redimensionarse una plantilla de personal que, en apenas dos a?os, hab¨ªa alcanzado la nada desde?able cifra de 34 puestos de trabajo. Puestos que, adem¨¢s, la direcci¨®n nombrada por ICV cre¨® y cubri¨® sin seguir los tr¨¢mites preceptivos, seg¨²n denunciaba Comisiones Obreras en EL PA?S del pasado s¨¢bado. Por otra parte, el abandono de la sede del Memorial en la Via Laietana no fue fruto de una proterva decisi¨®n pol¨ªtica convergente, sino de la inseguridad del edificio, detectada por los servicios t¨¦cnicos dependientes -todav¨ªa- de un gobierno municipal de izquierdas.
Con lo cual llegamos a Montju?c. Francamente, no soy capaz de imaginar un recinto m¨¢s emblem¨¢tico de las represiones que ha sufrido la Catalu?a contempor¨¢nea -desde el bombardeo de Espartero hasta los m¨¢rtires anarquistas de 1897, desde el fusilamiento de Ferrer i Gu¨¤rdia a los de Companys y el general Escobar- que el castillo de Montju?c. Su ubicaci¨®n es exc¨¦ntrica, dicen. Si era buena para el centro de la paz que proyectaba el alcalde Hereu, ?por qu¨¦ no puede albergar ahora los servicios centrales, la exposici¨®n permanente, las actividades did¨¢cticas -ah¨ª es nada, mostrar y explicar a los escolares el foso de Santa Eul¨¤lia... y el foso de Santa Elena-, as¨ª como un futuro gran centro de documentaci¨®n del Memorial Democr¨¢tico? ?Acaso ello impedir¨ªa realizar exposiciones temporales o coloquios en otros lugares? Si el objetivo del organismo es el trabajo eficaz y solvente, Montju?c es un emplazamiento ¨®ptimo; otra cosa es si se buscan el escaparate y la agit-prop partidista.
El Memorial Democr¨¢tico debe ocuparse -porque lo dicen la ley, el consenso que la impuls¨® y el sentido com¨²n- de todas las violencias pol¨ªtico-sociales que han asolado la Catalu?a de las ¨²ltimas ocho d¨¦cadas. Por tanto, y por supuesto, de las v¨ªctimas de la larga sa?a represiva del franquismo, sin distinci¨®n de filiaciones; pero tambi¨¦n de los asesinados por la FAI antes y despu¨¦s del 18 de julio de 1936, desde los hermanos Badia al periodista Josep Maria Planes o a tantos cat¨®licos, y de los detenidos y torturados por el SIM comunista, e incluso alg¨²n d¨ªa, por qu¨¦ no, de las v¨ªctimas catalanas de ETA. Se trata, pues, de un material sensible y explosivo que debe ser manejado con exquisita ponderaci¨®n, atendiendo a los matices y las complejidades de la historia. Las que ilustra, por ejemplo, la suerte del fundador del partido de la vicepresidenta Ortega, Manuel Carrasco i Formiguera: forzado a dejar Barcelona por las amenazas de muerte de la FAI y, en consecuencia, capturado y ejecutado por Franco.
Pese a las penurias, se trata de hacer un Memorial de todos: sin apropiaciones ni exclusiones, excepto la de quienes se quieran autoexcluir.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.
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