Viaje a la intimidad de Vargas Llosa
Una muestra re¨²ne objetos, como notas de colegio o fotograf¨ªas, que repasan la vida del escritor
Cualquier transe¨²nte que paseara ayer por la zona de Delicias pudo albergar la duda de si Coldplay repet¨ªa concierto en Madrid. La sala de exposiciones El ?guila, en Arganzuela, se abarrot¨® de curiosos, amigos y pol¨ªticos que quer¨ªan acompa?ar a Mario Vargas Llosa durante un breve paseo por su vida en la exposici¨®n Mario Vargas Llosa, la libertad y la vida, abierta hasta el 29 de enero.
La medalla del Nobel que se muestra junto al discurso que pronunci¨® Vargas Llosa en Suecia. Esta pieza es parte de la selecci¨®n que Ana Osorio, comisaria y muse¨®grafa de la exposici¨®n, ha sacado de la casa de Vargas Llosa. Esta "hormiguita incansable", como la denomin¨® el escritor, trabaja con un grupo de mujeres llevando por el mundo la intimidad del autor de Pantale¨®n y las visitadoras. "Mario no ha participado en el proceso de selecci¨®n", contaba Luc¨ªa Mu?oz-Najar, parte del equipo de Osorio. "Siempre nos ha dado total libertad para que eligi¨¦ramos las piezas que mejor cre¨ªamos representaban su vida".
Hace tres a?os, en la Casa O'Higgins de Lima, se mostraron por primera vez las notas del colegio, los tebeos de la infancia o las anotaciones y puntuaciones que el autor escribe al terminar un libro que componen el amplio ajuar de fotograf¨ªas, libros, manuscritos, cartas, documentos, objetos personales y dem¨¢s material audiovisual que ahora alberga la sala El ?guila. Desde entonces, estos objetos han visitado M¨¦xico, Argelia, Francia, Suecia, Colombia y ahora Espa?a. "Intentamos adaptar la exposici¨®n a cada ciudad que llega. Por eso, hemos dedicado un espacio a los recuerdos de Mario en Espa?a en una sala donde hemos incluido el premio Cervantes, el Pr¨ªncipe de Asturias e im¨¢genes del Caf¨¦ Central donde tantas novelas cre¨®", explic¨® Mu?oz-Najar.
Vargas Llosa intent¨® compartir sus recuerdos con los asistentes que a cada paso le paraban. La acumulaci¨®n de gente hizo temer a su mujer, Patricia Llosa, por la integridad de algunas piezas, como el cuadro de Carlos Boix o la colecci¨®n de hipop¨®tamos. El escritor rest¨® importancia al asunto y termin¨® su visita agradeciendo a Madrid ("el mundo entero en peque?o formato", dijo) lo que hab¨ªa significado para su carrera literaria y su peripecia vital.
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