As¨ª gana el Madrid

Trescientos treinta y dos euros y diez c¨¦ntimos. Suficiente como para disfrutar de una buena cena para dos en el Club Allard o en el Diverxo. Florentino P¨¦rez, en un alarde de generosidad, se los perdon¨® a Alberto Ruiz-Gallard¨®n (PP) en el acuerdo que Real Madrid y Ayuntamiento firmaron el pasado 28 de julio. Una frusler¨ªa, dado que lo que estaban firmando supon¨ªa dejar a cero una deuda mutua de millones de euros. El Consistorio compensaba al club por una parcela en Las Tablas que le cedi¨® en los a?os noventa pero que no pod¨ªa entregarle por ser de titularidad p¨²blica. A cambio, le daba solares para chal¨¦s en Carabanchel y un terreno en Valdebebas.

El club tambi¨¦n ten¨ªa una deuda con la ciudad: nunca construy¨® la plaza peatonal y el aparcamiento junto al Bernab¨¦u como se hab¨ªa comprometido en 1991. Se puso precio a ese incumplimiento: 2,8 millones de euros. Hechas las sumas y las restas, la cosa qued¨® a cero. O a una cena en un restaurante fino.

Quedaba as¨ª el camino libre para acometer lo realmente importante. Con las antiguas deudas saldadas, era el momento de centrarse en el estadio, santuario del madridismo y quinto museo en visitas de la capital (700.000 el a?o pasado). Florentino P¨¦rez puso sobre la mesa su ambiciosa propuesta: construir un nuevo centro comercial en plena Castellana. Pero hab¨ªa un problema: el terreno entre el estadio y el lateral del solicitad¨ªsimo paseo no era suyo, sino de la ciudad.

Un solar desaprovechado

Ese solar hoy no parece gran cosa. Asfalto y unas l¨ªneas azules que delimitan plazas de aparcamiento. All¨ª se colocan las unidades m¨®viles de las televisiones cuando hay partido. Cuando no, tampoco es extra?o toparse con una humeante feria del pulpo. Pero las posibilidades de esa franja de terreno son formidables. Solo hay que echar un vistazo a las im¨¢genes del deslumbrante estadio que P¨¦rez tiene en mente. Las distribuy¨® a los socios compromisarios el 25 de septiembre pasado, cuando les inform¨®, con poco nivel de detalle, de sus planes. "Piel envolvente", "hito arquitect¨®nico mundial"... Y un sospechoso parecido con el Allianz Arena del Bayern de Munich, de 2005, que ha citado alguna vez como referente.

Las im¨¢genes son solo una recreaci¨®n, pues el proyecto a¨²n no est¨¢ en manos de ning¨²n estudio. El presidente ha adelantado que quiere encarg¨¢rselo a un arquitecto de prestigio mundial. Ese terreno de unos 200 metros de largo y 24 de ancho se integrar¨ªa en el estadio, que ganar¨ªa una espl¨¦ndida fachada comercial a una de las v¨ªas m¨¢s codiciadas de la capital.

?Puede ceder un Ayuntamiento un terreno p¨²blico as¨ª como as¨ª? Claro que no. Las figuras que permiten a Florentino P¨¦rez expandirse hacia la Castellana se llaman "cesi¨®n compensatoria" y "modificaci¨®n puntual del plan general". Para llevar a cabo la segunda con un solar de propiedad municipal tiene que darse la primera. A cambio de recalificar el lateral del paseo, el Madrid debe ceder suelo equivalente en edificabilidad en otro lugar. El acuerdo, algo complicado, se puede resumir as¨ª: el club cede a la ciudad la Esquina del Bernab¨¦u, un a?adido en la parte de atr¨¢s del estadio que alberga tiendas y restaurantes, lo derriba y lo convierte en una zona verde urbanizada.

Los metros cuadrados de superficie coinciden; no as¨ª la edificabilidad. En la Castellana, P¨¦rez dobla el espacio para su centro comercial. Esos metros de m¨¢s salen de otra cesi¨®n: cuatro parcelas en el barrio de Opa?el (Carabanchel), en las que se pod¨ªan construir chal¨¦s pero que ahora se destinar¨¢n a zonas verdes y equipamientos p¨²blicos. Valoraci¨®n: 4,4 millones. El club blanco pagar¨¢ adem¨¢s 6,6 millones de euros en met¨¢lico, en parte porque, al cubrir el Bernab¨¦u, aumenta la edificabilidad total y legalmente tiene que compensar al Ayuntamiento. Resumiendo: Florentino P¨¦rez logra su estadio de ensue?o y se adentra en un terreno p¨²blico de la Castellana a cambio de 11 millones y un nuevo parque para la ciudad.

El Real Madrid y el Consistorio siempre han mantenido relaciones fluidas, independientemente de qui¨¦n estuviera al mando. La reforma del Bernab¨¦u no se entiende, por ejemplo, sin los convenios que permitieron levantar las Cuatro Torres en la antigua Ciudad Deportiva. All¨¢ por los a?os noventa, Ayuntamiento y Comunidad quisieron construir un flamante pabell¨®n ol¨ªmpico -confiaban en llevarse los Juegos de 2012- en aquellos terrenos, algo inh¨®spitos a¨²n pero ya no perif¨¦ricos, cerca del hospital de La Paz. En 1998 compraron al club 30.000 metros cuadrados por 4.500 millones de pesetas (27,4 millones de euros). Poco tiempo antes, el Consistorio le hab¨ªa negado al entonces presidente blanco, Lorenzo Sanz, la recalificaci¨®n de los terrenos. Las finanzas del club estaban en la UCI, aquejadas de una deuda monstruosa.

Terrenos por millones

Pero lleg¨® Florentino P¨¦rez en 2000 y consigui¨® que la Administraci¨®n municipal convirtiera los terrenos en edificables. En muy edificables, de hecho. Sirva la comparaci¨®n con el resto del barrio. Si en la zona la edificabilidad era de 0,3 metros de pisos por cada metro cuadrado de suelo, en aquel solar el entonces alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano (PP) aprob¨® 1,7 metros edificables por cada metro de suelo. As¨ª es como brotaron las cuatro moles de 250 metros de altura que cambiaron para siempre el skyline de la capital. Solo el PSOE se opuso a lo que en su momento llam¨® "pelotazo". En la operaci¨®n, el Real Madrid obtuvo un beneficio de 500 millones de euros, seg¨²n reconoci¨® en sus cuentas.

Pero no fue el ¨²nico que sali¨® ganando. Dentro de esa operaci¨®n, el Ayuntamiento cedi¨® terrenos valorados en 13,5 millones de euros -cuatro parcelas en Juli¨¢n Camarillo (San Blas) y una en Las Tablas-. En 2004, el Consistorio obtuvo 53 millones de euros de la venta de sus terrenos en la antigua ciudad deportiva. Una de las actuales torres se levanta sobre esa parcela.

Aquel convenio de 1998, sin embargo, no lleg¨® a cerrarse. La parcela de Las Tablas -valorada entonces en algo menos de medio mill¨®n de euros- que el Consistorio deb¨ªa ceder al club nunca lleg¨® a entregarse. Por aquel entonces, aquella zona a las afueras de la capital era un secarral, campo a¨²n sin urbanizar. La parcela constaba como de "uso deportivo b¨¢sico", es decir, era de titularidad p¨²blica. Pese a que por definici¨®n nunca podr¨ªa pasar a manos privadas, se incluy¨® en el acuerdo. El actual equipo de Gobierno municipal asegura no entender por qu¨¦: lo atribuye a un "error".

Trece a?os despu¨¦s, cuando la construcci¨®n del nuevo estadio ha obligado a liquidar cuentas, esa parcela vale 22,7 millones: 46 veces m¨¢s. Y el Ayuntamiento ha tenido que compensar al club. Una vez m¨¢s, en forma de terrenos de valor equivalente. Aqu¨ª entran en juego cuatro parcelas en el barrio de Opa?el (Carabanchel), que curiosamente han cambiado de manos dos veces en apenas cuatro meses para acabar donde estaban. El Ayuntamiento las incluy¨® en esta ¨²ltima compensaci¨®n y se las entreg¨® al club mediante el acuerdo del 28 de julio. Recordemos: suelo residencial para construir chal¨¦s pareados, y valorado en 4,4 millones.

Pero nunca hubo intenci¨®n de que se las quedara, a juzgar por lo sucedido despu¨¦s. Ahora el club se las va a devolver a la ciudad, que har¨¢ zonas verdes y equipamientos p¨²blicos, a cambio de cubrir el estadio y extenderlo hacia la Castellana.

Cesiones, intercambios, convenios antiguos incumplidos que hay que regularizar... Pero al final ?gana o pierde la ciudad?Seg¨²n el vicealcalde, Manuel Cobo, la operaci¨®n supone "beneficios para la ciudad, para el barrio y para el Real Madrid", al que durante la rueda de prensa en la que present¨® el proyecto urban¨ªstico el jueves pasado se refiri¨® como "una instituci¨®n importante". Neg¨® ning¨²n trato de preferencial y afirm¨® que la cantidad de metros que se le autorizan al club "es una cantidad nada exagerada". La responsable de Urbanismo, Pilar Mart¨ªnez, asegur¨® que la modificaci¨®n cumple escrupulosamente la ley y constituye "una apuesta por el Real Madrid". En su opini¨®n, "favorece a esa marca" y "beneficia a toda la ciudad". La operaci¨®n generar¨¢ una inversi¨®n privada de 200 millones de euros, destacan desde el Consistorio, crear¨¢ casi 3.000 empleos y mejorar¨¢ las dotaciones y las zonas verdes de Carabanchel y Chamart¨ªn.

El proyecto a¨²n debe pasar por el pleno municipal, donde los grupos municipales votar¨¢n a favor o en contra -el PP tiene mayor¨ªa absoluta, as¨ª que no habr¨¢ sorpresas-, y por la Comunidad de Madrid. Mucho tendr¨ªan que torcerse las cosas para que no saliera adelante.

Los partidos de la oposici¨®n no parecen descontentos. El PSOE estudiar¨¢ "al microscopio" el proyecto. "Que sea beneficioso o no para el Real Madrid de manera secundaria nos parece bien. Lo primero es que sea beneficio para la ciudad", asegura su portavoz de Urbanismo, Marcos Sanz. Desde IU, ?ngel P¨¦rez opina que el acuerdo es "bueno", pese a estar "enturbiado" por las cesiones de terrenos. UPyD se muestra m¨¢s desconfiado: "En la relaci¨®n entre el Ayuntamiento y el Real Madrid se han hecho las cosas mal varias veces, as¨ª que es para estar preocupados. Y en este caso concreto no nos encajan del todo las valoraciones econ¨®micas en las que se basan las permutas", asegura su portavoz.

El Real Madrid no ha opinado p¨²blicamente sobre el asunto tras la aprobaci¨®n municipal. Se entiende que es el primero que se alegra. Consigue una salida privilegiada a la Castellana, cubre el estadio y se deshace de la Esquina del Bernab¨¦u, un centro comercial que ha vivido tiempos mejores, aunque no mucho mejores, y que tiene su propia historia de amor con el Consistorio: pese a que la normativa en los a?os noventa dec¨ªa que ese terreno deb¨ªa usarse para actividades relacionadas con el deporte, el club acab¨® construyendo tiendas y restaurantes. El Ayuntamiento lo toler¨®, aunque ahora lo critique por criterios est¨¦ticos. As¨ª gana el Madrid.