Bola de partido
A mediados de septiembre Merkel, presionada por sus socios internacionales tras la extrema tensi¨®n financiera vivida en agosto, dijo que Europa se jugaba su futuro en las siguientes seis semanas, poniendo como l¨ªmite el G-20 del pasado viernes. Antes del G-20 no hab¨ªa un plan en firme suficiente para resolver la crisis de la deuda Europea. Despu¨¦s seguimos sin tener un plan europeo y un plan global para evitar una recesi¨®n mundial. La propuesta para Grecia de que la quita siga siendo voluntaria se ha desvanecido con la crisis pol¨ªtica que parece va a suponer la dimisi¨®n de Papandreu. Pero el contagio ha llegado a Italia.
Tras la intervenci¨®n de Portugal la pasada primavera todas las miradas se centraron en Espa?a, pero se equivocaron, Italia nos ha pasado por la derecha. El bono italiano a 10 a?os cotizaba en enero de 2011 a 90 puntos b¨¢sicos por debajo del espa?ol y el mi¨¦rcoles estaba 150 puntos por encima. M¨¢s preocupante es la tensi¨®n en los bonos a dos a?os. Como sucedi¨® en los tres pa¨ªses intervenidos se aplana la curva, los bonos a corto plazo anticipan una elevada probabilidad de impago, colapsa la financiaci¨®n y el pa¨ªs tiene que pedir un plan de ayuda. Ayer el BCE intervino para rebajar la tensi¨®n, pero el mercado de deuda p¨²blica en Italia es una ilusi¨®n, ya que apenas hay transacciones. La estigmatizaci¨®n p¨²blica de la Cumbre europea sobre Berlusconi continu¨® en el G-20 y la troika ya ha mandado a los marines para preparar el desembarco. Berlusconi ha dicho que se va, pero los problemas de Italia no se resuelven con un nuevo Gobierno.
Grecia era bola de set pero Italia es bola de partido y ya no quedan semanas, quedan d¨ªas
El ¨²ltimo precedente de un pa¨ªs del G-7 que pide apoyo al FMI es el de Reino Unido en los a?os setenta, pero la situaci¨®n ahora es muy diferente. Los niveles de deuda sobre PIB han crecido exponencialmente, est¨¢n formalizados en bonos no en cr¨¦ditos y en manos de millones de inversores que tienen informaci¨®n en tiempo real por Internet. Italia padece obesidad m¨®rbida, pero es de tal magnitud que no cabe en la mesa del quir¨®fano para ser intervenido. Por tanto, de nuevo el comunicado del G-20 es un saludo al tendido cuando el toro a¨²n no ha muerto y est¨¢ a punto de dar su ¨²ltima cornada que suele ser letal. La deuda p¨²blica italiana suma 1,8 billones de euros y tiene que afrontar vencimientos y pago de cup¨®n por 180.000 millones hasta marzo de 2012, m¨¢s que toda la deuda p¨²blica portuguesa o irlandesa. El problema es que la historia nos ense?a que cuando colapsa la deuda p¨²blica de un pa¨ªs tambi¨¦n lo hace la de su sistema bancario. Italia tiene cuatro billones de pasivos bancarios. Por tanto, en total estamos hablando de un terremoto financiero 15 veces m¨¢s intenso que el que provoc¨® Lehman Brothers.
Ante este escenario solo hay dos soluciones: una soluci¨®n definitiva al problema griego, que el BCE anuncie un programa de compra de deuda p¨²blica de 300.000 millones de euros hasta marzo de 2012, como hizo la Reserva Federal en 2008, y tener preparado el Fondo de Ayuda o la mayor quita de deuda de la historia que har¨ªa saltar por los aires el euro y la econom¨ªa mundial. Este ¨²ltimo escenario es tan apocal¨ªptico que su probabilidad de suceso es muy reducida, pero sus implicaciones son tan negativas que nunca debe eliminarse del an¨¢lisis. En el escenario central hay dos opciones: actuar antes del evento sist¨¦mico o despu¨¦s. La situaci¨®n europea hace meses que recuerda a la de EE UU en 2008. Los errores de Bush en 2008 recordaron a los Hoover en 1929, pero Merkel en 2011 los va a superar con creces. Tiene miedo de decirles la verdad a sus ciudadanos tras dos a?os cont¨¢ndoles milongas. Es muy sencillo, o aceptan quita en Grecia y algo de inflaci¨®n o que se preparen para una depresi¨®n y para doblar su deuda p¨²blica como Jap¨®n. Grecia era bola de set, pero Italia es bola de partido y ya no quedan semanas como en agosto, quedan d¨ªas.
Jos¨¦ Carlos D¨ªez es economista jefe de Intermoney y profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢.
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