En Volvo quieren hablar sueco
Tras m¨¢s de un a?o de propiedad china, la firma escandinava reivindica sus valores tradicionales al adaptarse a las nuevas tecnolog¨ªas y el mercado global
A finales del siglo pasado (1999), en plena vor¨¢gine de fusiones y adquisiciones en la industria automovil¨ªstica mundial, la norteamericana Ford compra a la sueca Volvo por 6.450 millones de d¨®lares. Una d¨¦cada despu¨¦s (agosto de 2010), Ford vende Volvo a la china
Geely por 1.341 millones de euros, unos 1.800 millones de d¨®lares con el cambio de entonces.
Se trataba de dos compa?¨ªas con algunas similitudes en cuanto a tama?o. La firma sueca hab¨ªa producido 335.000 coches y contaba con 19.650 empleados en 2009, un ejercicio en el que perdi¨® 653 millones de d¨®lares. Por su parte, Geely, con una plantilla de 13.000 trabajadores hab¨ªa fabricado 325.000 autom¨®viles ese mismo a?o.
Pero las semejanzas acaban ah¨ª, ya que la imagen de ambas firmas es muy distinta.
La empresa quiere ser la marca 'premium' de m¨¢s r¨¢pido crecimiento
Las ventas crecen en lo que va de a?o un 46% en China y un 27% en EE UU
Volvo, con mejores resultados en unos pa¨ªses que en otros, se ha posicionado como marca premium -Espa?a es, precisamente, uno de los mercados donde ha conseguido un mayor ¨¦xito en ese sentido-, por lo que no es de extra?ar que, desde el primer momento, incluso el propio presidente de Geely, Li Shufu, se esforzara en se?alar que Volvo Cars continuar¨ªa siendo una compa?¨ªa independiente dentro del grupo chino. Y una de las mejores manifestaciones de ello ser¨ªa su fidelidad a los principales valores de seguridad y dise?o escandinavo que la han caracterizado durante d¨¦cadas.
Un a?o despu¨¦s del cambio de propietario, la apuesta por mantenerse en ese segmento parece, incluso, haberse reforzado, como demuestra su presidente desde el verano de 2010, Stefan Jacoby. Cuando empezaba a conoc¨¦rsele como el Pr¨ªncipe de Volkswagen por su gesti¨®n al frente de la dimensi¨®n americana de la marca alemana, decidi¨® responsabilizarse de los nuevos rumbos de Volvo y ha querido dejar claro, ante la insistencia de este periodista, que ni el nuevo propietario, ni las nuevas tecnolog¨ªas, ni los nuevos dise?os que empiezan a romper con las cl¨¢sicas l¨ªneas de Volvo van a cambiar su vocaci¨®n y sus objetivos: "La propiedad de Volvo por parte de una empresa china no significa que Volvo est¨¦ cambiando para ser una marca china, al igual que no signific¨® en su d¨ªa que la propiedad por parte de una empresa americana convirtiese a Volvo en una compa?¨ªa americana. Gelly est¨¢ separado al cien por cien de Volvo, que es una empresa completamente independiente". Y a?ade, "Li Shufu sabe que ha comprado una primera marca y la va a defender como tal".
Tampoco quiso disimular su satisfacci¨®n por los resultados conseguidos en su ¨²ltimo ejercicio: "En 2010 logramos un beneficio de 260 millones de euros". Incluso se mostr¨® "muy contento de que, este a?o, los concesionarios de Volvo en Espa?a logren mantenerse rentables, a pesar de la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica".
A Jacoby, que se manifiesta admirador de Steve Jobs, no le importar¨ªa que su marca reflejase los mismos valores de Apple en la industria inform¨¢tica. Ambos son sectores "muy competitivos y muy emotivos, como el f¨²tbol".
Est¨¢n construyendo su primera f¨¢brica en China, en Chengdu, una regi¨®n de 40 millones de habitantes, de donde saldr¨¢n los primeros autom¨®viles en 2013, "adem¨¢s, estamos estudiando la instalaci¨®n de una segunda f¨¢brica en China, para tener as¨ª una capacidad adecuada al crecimiento", se?ala.
Dos plantas a las que podr¨ªa a?adirse una tercera en Estados Unidos para hacer frente a uno de sus puntos m¨¢s d¨¦biles: la dependencia del d¨®lar norteamericano.
En ambos mercados es donde est¨¢n registrando un mayor crecimiento este a?o: un 46% en China y un 27% en EE UU, lo que les permite un crecimiento total de sus ventas mundiales del 22%. "Somos el fabricante premium de m¨¢s r¨¢pido crecimiento del mundo. En 2011 tenemos unas expectativas de venta de 400.000 veh¨ªculos y esperamos llegar a 800.000 antes de que finalice la d¨¦cada. De ellos, 200.000 se vender¨¢n en el mercado chino".
En 2010 lograron un beneficio de 260 millones de euros, y este a?o, aunque en niveles inferiores a los de algunas marcas de la competencia, esperan "mantener la rentabilidad".
En cuanto al futuro, al que se enfrentar¨¢n "reforzando la marca y a?adi¨¦ndole emoci¨®n", con coches "sencillos e intuitivos" y "simplificando la ingenier¨ªa", porque "el lujo no est¨¢ en los botones", se muestra bastante optimista. Aunque reconoce las consecuencias del efecto Grecia, por lo que "habr¨¢ que ser m¨¢s flexibles en la producci¨®n", aunque sin llegar a recortes dr¨¢sticos de la plantilla. "No se puede despedir y arriesgarte a que venga despu¨¦s un aumento de la demanda y no est¨¦s preparado para responder".
El futuro traer¨¢ tambi¨¦n, seg¨²n Jacobi, "una mayor volatilidad de las econom¨ªas" como consecuencia de la mayor conectividad entre ellas. Pero, aunque los mayores incrementos de la demanda de autom¨®viles se dar¨¢n en Latinoam¨¦rica, India y China, "Europa tambi¨¦n se recuperar¨¢, con unas ventas estables en torno a 15 o 16 millones de coches". En cuanto al mercado espa?ol, "se alcanzar¨¢ de nuevo el mill¨®n de unidades, que es un buen rango". -
?Y Saab?
Como su compatriota Volvo, Saab Automobile pas¨® tambi¨¦n una d¨¦cada (la primera de este siglo) en manos americanas, en este caso, de General Motors. En 2010 fue adquirida por el grupo holand¨¦s Spyker Cars, con el que se subi¨® a una monta?a rusa para terminar, por ahora, en manos de las chinas Pang Da y Youngman
con las que tras largas negociaciones han firmado un principio de acuerdo por el que aportar¨¢n 50 millones de euros para financiar la reorganizaci¨®n de la firma de origen sueco y, posteriormente, "proporcionar¨¢n un m¨ªnimo de 600 milones para reanudar la producci¨®n, pagar las deudas y financiar las operaciones a medio plazo para el periodo 2012-2013". Calculan que, el pr¨®ximo a?o, sus ventas se situar¨¢n entre 35.000 y 55.000 veh¨ªculos, y en 2013, entre 75.000 y 85.000.
Tras estos dos a?os de transici¨®n, en 2014 esperan alcanzar los n¨²meros negros. Antes habr¨¢n tenido que modificar las condiciones del contrato de venta para conseguir el visto bueno de General Motors, la antigua propietaria de la marca, que ha amenazado con bloquear la operaci¨®n ante el riesgo de que esta pueda "afectar negativamente a sus relaciones en China o a sus intereses en todo el mundo".
Asimismo, deber¨¢n alcanzar un acuerdo con los acreedores para recuperar los suministros y tendr¨¢n que reducir tambi¨¦n los costes estructurales en unos 110 millones de euros, lo que supondr¨¢, entre otras cosas, una reducci¨®n de plantilla de unos 500 empleados.
Tambi¨¦n, como sus compatriotas de Geely, propietarios de Volvo, los responsables de Youngman y Pang Da prev¨¦n mantener la fabricaci¨®n de Saab en Suecia y complementarla posteriormente con una planta de producci¨®n en China. -
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