El punto d¨¦bil oriental
El lunes Hungr¨ªa "se sosten¨ªa por s¨ª sola". El jueves quer¨ªa un "nuevo tipo de cooperaci¨®n con el Fondo Monetario Internacional (FMI)". El dr¨¢stico cambio de parecer solo es parcial. La primera v¨ªctima centroeuropea de la crisis de la eurozona sigue tratando de eludir la medicina occidental convencional. Pero si Hungr¨ªa quiere evitar una crisis necesita tanto el dinero del FMI como sus recetas duras pero indispensables.
La principal debilidad de Hungr¨ªa y sus errores pol¨ªticos se est¨¢n poniendo de manifiesto. El mes pasado, el Banco Central vaticin¨® un crecimiento del PIB en 2012 de solo el 0,6%. Desde entonces, el frente oriental ha empeorado m¨¢s, con un aumento de la rentabilidad de los bonos en casi todos los pa¨ªses de la zona excepto en Alemania. Son malas noticias para el crecimiento centroeuropeo.
Las presiones sobre los bancos de la eurozona son otra de las razones para tener miedo. Los bancos extranjeros dominan el sector financiero h¨²ngaro, en el que destacan las entidades austriacas, italianas, alemanas y belgas. A medida que estos bancos aborden sus problemas en el interior de la eurozona, es probable que reduzcan sus riesgos en el exterior. Hungr¨ªa, cuya deuda ha sido puesta bajo vigilancia por Fitch y Standard & Poor's para rebajar su calificaci¨®n al nivel de basura, resulta especialmente vulnerable.
La forma de manejar el dif¨ªcil problema de Hungr¨ªa con las hipotecas en francos suizos y en euros ha empeorado los riesgos. En septiembre, una ley del Gobierno oblig¨® a los bancos a asumir las p¨¦rdidas de los tipos de cambio en estos pr¨¦stamos poco aconsejables. Los bancos protestan porque consideran que es injusta.
Tampoco es esta la ¨²nica medida poco ortodoxa que ha adoptado el Gobierno de Fidesz en Budapest. Este a?o, redujo el ratio deuda/PIB ligeramente hasta aproximadamente el 77% del PIB, y el d¨¦ficit fiscal hasta aproximadamente el 2,5% del PIB. Pero lo logr¨® en gran medida gracias a un traspaso discutible y excepcional de los activos de las pensiones privadas al sector p¨²blico en diciembre de 2010.
Este a?o se rompi¨® otra relaci¨®n esencial: en julio de 2010, el FMI y la UE suspendieron la ayuda que hab¨ªan estado prestando desde 2008 debido a su preocupaci¨®n por los planes fiscales del Gobierno. Pero a Budapest le est¨¢ resultando cada vez m¨¢s caro emitir deuda. La rentabilidad supera actualmente el 8% y el flor¨ªn ronda los m¨ªnimos hist¨®ricos.
Es necesario un acuerdo nuevo con el FMI en el que la ayuda financiera lleve aparejada unas pol¨ªticas econ¨®micas m¨¢s estrictas y un mayor respeto por los inversores. De lo contrario, puede producirse una crisis de la balanza de pagos. Hungr¨ªa es la primera v¨ªctima centroeuropea de la crisis del euro. Y no ser¨¢ la ¨²ltima. -
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