?Roba este disco!
Esto es lo que propone Elvis Costello respecto a su pr¨®ximo lanzamiento. Ahora desmenuzamos sus motivos y la alternativa que sugiere. Por mi parte, cierto secreto deleite en comprobar que Costello, aunque surgiera en la era del punk rock, parece revelarse aqu¨ª como una criatura de la contracultura. Lo de roba este disco deriva seguramente de Roba este libro (en el original, Steal this book), un texto de 1970, de autor¨ªa colectiva pero publicado bajo el nombre de Abbie Hoffman, que ofrec¨ªa un manual para la disidencia activa en el Pig Empire, como denominaban algunos hippies a los Estados Unidos de Am¨¦rica.
En elviscostello.com, bajo el seud¨®nimo del Reverendo Jimmy Quickly, Costello sugiere robar y, en todo caso, boicotear su The return of the spectacular spinning songbook, que sale el 6 de diciembre. Puede resultar dif¨ªcil de expropiar: se trata de una box set que contiene un CD, un DVD, un vinilo de 25 cent¨ªmetros, un libro de pasta dura, un cartel y hasta una postal autografiada por el artista. ?Apetecible? Esperen a saber el precio.
Costello sugiere comprar una caja de Louis Armstrong en lugar de la suya
The return of the spectacular spinning songbook contiene grabaciones hechas durante dos noches en Los ?ngeles, con un concepto que Elvis revive regularmente. En el escenario, una ruleta gigante que contiene 32 t¨ªtulos de canciones en vez de n¨²meros. Los espectadores hacen girar la rueda y determinan lo que Costello y sus Imposters tocar¨¢n a continuaci¨®n. El prop¨®sito: evitar que los m¨²sicos caigan en la rutina. Un espect¨¢culo interactivo, dir¨ªa la gente cool.
El esc¨¢ndalo consiste en que la nueva caja cuesta casi 270 d¨®lares (Amazon.com). Seg¨²n Costello, "el precio parece un error o una s¨¢tira". Pero es consistente con las ¨²ltimas t¨¢cticas de mercadotecnia de la industria, que se inventa productos de alta gama, aprovechando la voracidad de los coleccionistas. Y los especuladores, me permito a?adir. Cuando se sacan productos de tirada ultralimitada -en este caso, 1.500 cajas para todo el mundo- siempre hay listos que invierten en hacerse con unos ejemplares que eventualmente multiplicar¨¢n su cotizaci¨®n en eBay o similares.
Explica Costello que todos los intentos para razonar con su discogr¨¢fica y reducir el precio han sido in¨²tiles: "No vamos a aburrirles repitiendo nuestros argumentos sobre la moralidad, el descaro y la contabilidad". Advierte que los principales componentes de la caja -CD, DVD- se vender¨¢n en ediciones convencionales en 2012, "si no lo has conseguido antes por medios menos legales". Y aqu¨ª est¨¢ la genialidad de Costello. Son muchos los artistas que han gru?ido en p¨²blico ante determinados lanzamientos de (generalmente) sus antiguas compa?¨ªas.
Pero Elvis va m¨¢s all¨¢ y sugiere otro destino para ese dinero: "Si realmente quieres comprar algo especial para tu persona amada en este periodo de regalos navide?os, recomendamos de todo coraz¨®n Ambassador of jazz, una simp¨¢tica maletita cubierta con pegatinas y el nombre Satchmo grabado. Pero lo m¨¢s importante es que contiene 10 ¨¢lbumes remasterizados de uno de los revolucionarios m¨¢s amables y maravillosos que han existido: Louis Armstrong. La m¨²sica, francamente, es bastante superior a la nuestra".
Buen consejo, desde luego. Compruebo que Ambassador of jazz puede comprarse en Espa?a por 140 euros. Y que parece una panor¨¢mica m¨¢s que satisfactoria, con material que cubre casi medio siglo, procedente de varias compa?¨ªas. Tiene su punto reivindicar a Louis Armstrong, cuyas d¨¦cadas como entertainer han borrado lo feroz que resultaba su m¨²sica en la era del jazz. Era un cantante feliz y un showman irresistible, pero antes, lo menciona Elvis, revel¨® al mundo los revolucionarios conceptos instrumentales surgidos en Nueva Orleans.
Y gran astucia la de Costello. Su discogr¨¢fica, Universal, tambi¨¦n es la editora de Ambassador of jazz. Ataca la codicia de Universal pero tambi¨¦n recomienda otro producto suyo. Con todo, estar¨ªa bien que otras estrellas mostraran la verg¨¹enza torera de Elvis. Les afecta menos la crisis y no deber¨ªan aceptar cualquier expolio para llenarse los bolsillos.
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