Disertaci¨®n del Athletic
Los de Bielsa superan con un magn¨ªfico juego a un Sevilla desconectado y sin plan
Si el f¨²tbol se mueve por resolver afrentas, el Athletic se cobr¨® dos de importancia. Gan¨® en el S¨¢nchez Pizju¨¢n, algo que no hac¨ªa desde diciembre de 1993, y Marcelo Bielsa, de paso, demostr¨® a la que pudo ser su afici¨®n, la del Sevilla, que su proyecto tiene pinta de estar mucho m¨¢s rodado que el de un equipo andaluz sin norte, con la br¨²jula p¨¦rdida y en franca decadencia. Adem¨¢s, como guinda, el partido tuvo el detalle del estreno de Ramalho, el primer negro en debutar en la historia de la entidad vasca. Gan¨® el Athletic con toda justicia, ofreciendo una disertaci¨®n de f¨²tbol, con velocidad, precisi¨®n y profundidad, mientras que el Sevilla solo mostr¨® dudas, chispazos de una calidad que ¨²nicamente se le supone y cada vez m¨¢s lejos de su etapa dorada.
SEVILLA 1 - ATHLETIC 2
Sevilla: Varas; C¨¢ceres, Spahic, Escud¨¦, Fernando Navarro; Navas, Fazio, Trochowski (Rakitic, m. 67), Perotti (Armenteros, m. 71); Kanout¨¦ y Negredo (Del Moral, m. 63). No utilizados: Palop; Coke, Alexis y Salva.
Athletic: Iraizoz; Iraola, San Jos¨¦. Javi Mart¨ªnez, Aurtenetxe, De Marcos; Ander Herrera, ??igo P¨¦rez (Ramalho, m. 87); Muniain, Fernando Llorente (Toquero, m. 88) y Susaeta (Gabilondo, m. 67). No utilizados: Ra¨²l; Koikili, David L¨®pez e Ibai G¨®mez.
Goles: 0-1. M. 5. Iraola. 1-1. M. 14. Navas. 1-2. M. 71. De Marcos.
?rbitro: Ayza G¨¢mez. Amonest¨® a Fernando Navarro, De Marcos, San Jos¨¦ y Spahic.
Unos 30.000 espectadores en el estadio Ram¨®n S¨¢nchez Pizju¨¢n.
Pasada la probeta, el argentino ha dado un aire estupendo al conjunto vasco
Los bilba¨ªnos fueron despedidos con aplausos del S¨¢nchez Pizju¨¢n
Si el Athletic disfruta con el plan de Bielsa, Marcelino no acaba de coger el aire a un Sevilla que apenas juega a nada. Desbordado por la exuberancia del equipo vasco, superior f¨ªsica, t¨¢ctica y t¨¦cnicamente, las sensaciones no son buenas en el Sevilla. Incluso a pesar de recuperar a jugadores como Perotti, Negredo y Kanout¨¦, su juego no comulga con el de aspirante a un puesto en la Liga de Campeones. El Athletic, un formidable soplo de aire fresco para la Liga, fue despedido del S¨¢nchez Pizju¨¢n con aplausos.
Dentro de los innumerables tratados que existen para ganar partidos, el Sevilla y el Athletic han decidido escoger dos radicalmente distintos. El tiempo dir¨¢ cu¨¢l resulta m¨¢s efectivo, aunque s¨ª se puede deducir que, por el momento, el del conjunto vasco emerge por encima del andaluz. Pasado el tiempo de la probeta, Bielsa ha dado un aire estupendo al Athletic, que se plant¨® con tres centrales en Nervi¨®n y un plan que result¨® muy da?ino para el Sevilla.
El cuadro de Marcelino, en cambio, lo f¨ªa todo a la inspiraci¨®n de sus hombres de ataque y descuida el centro del campo, el espacio donde los de Bielsa pronto encontraron huecos. Un oc¨¦ano inmenso en el que disfrutaron Muniain, Herrera o Susaeta, bien acompa?ados de las veloces incorporaciones de De Marcos e Iraola. El Sevilla, angustiado, con Fazio como un islote, vio c¨®mo Iraola abr¨ªa el marcador de un certero disparo tras un despeje inocente de Negredo. Eso suele ocurrir cuando los delanteros se ponen a defender. El gol, un golazo, fue correspondido por el Sevilla en un chispazo, el resurgir de la vieja conexi¨®n entre Kanout¨¦ y Navas.
Una prolongaci¨®n de cabeza y una volea del internacional propiciaron el empate, resultado que se manten¨ªa mientras el Athletic jugaba y el Sevilla esperaba, con menos empaque, de calidad m¨¢s limitada, pero con mucha p¨®lvora arriba. Marcelino se dio cuenta de que si el Athletic iba a ser el due?o del bal¨®n. As¨ª que mejor que lo tuviera con problemas. Por eso orden¨® una presi¨®n m¨¢s adelantada que puso en ciertos apuros al Athletic. Poca cosa.
Los de Bielsa se recompusieron, perdonaron en una ocasi¨®n de Susaeta y luego aprovecharon a la perfecci¨®n un error de la defensa del Sevilla. De Marcos anot¨® el segundo mientras su equipo tocaba y tocaba, con orden, con criterio, ante la desesperaci¨®n de un rival que, por ahora, no sabe a lo que juega. Marcelino debe reflexionar. En Bilbao toca disfrutar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.