?Nos basta con la autoridad y el esfuerzo?
El regreso de CiU al gobierno, tras casi ocho a?os de oposici¨®n a los dos Ejecutivos de izquierdas, tuvo algo de vuelta a la normalidad. Converg¨¨ncia, el pujolismo y la Generalitat han ido configur¨¢ndose para muchos como una trinidad indisoluble, que tiende a confundir los intereses de Catalu?a con los intereses de la coalici¨®n. La incomodidad de muchos sectores y de los grandes intereses econ¨®micos y medi¨¢ticos del pa¨ªs con el pacto que dio lugar a los Gobiernos de izquierdas ten¨ªa algo de visceral, de cabreo ante unos okupas entrometidos y, adem¨¢s, mal avenidos. La ¨²ltima campa?a electoral, con apropiaci¨®n de las banderas nacionales como sin¨®nimo de CiU, y la explicitaci¨®n de Duran Lleida la misma noche electoral, afirmando: "Aqu¨ª no ha ganado ni el PP ni el PSOE, ha ganado Catalu?a", parecen confirmar la deseada normalizaci¨®n del escenario pol¨ªtico. Resonaba un "volvemos a mandar los que toca, los que siempre deber¨ªamos haberlo hecho". Y lo hacen subrayando las palabras autoridad y responsabilidad.
Si tras meses y meses de "austeridad, sacrificio y autoridad" todo sigue igual o peor, ?qu¨¦ haremos?, ?a qui¨¦n culparemos?
Los buenos resultados de CiU el 20-N parecen confirmar el rumbo emprendido hace un a?o. El tim¨®n que tiene Artur Mas en su despacho de Presidencia marca el camino del sacrificio, de la austeridad y de la autoridad. Y ese es un mensaje que entronca bien con la tradici¨®n catalana. Recordemos que la llegada de Mas y del Gobierno de CiU se produjo justo meses despu¨¦s del gran shock que signific¨® el discurso de Zapatero en las Cortes el 12 de mayo de 2010. Todos los estudios sobre la evoluci¨®n del voto en Espa?a se?alan ese d¨ªa como el momento crucial en el que el votante del PSOE pierde totalmente la fe en Zapatero y sus ac¨®litos. La burbuja hab¨ªa estallado hac¨ªa meses, pero el Gobierno socialista segu¨ªa defendiendo la coyunturalidad de la crisis. Las llamadas telef¨®nicas que precipitaron el giro de 180 grados de Zapatero y el retroceso social que implicaba nos despertaron de golpe del sue?o anterior. Y es en ese escenario en el que Mas gana sobradamente las elecciones de noviembre. Su fuerza actual reside en el grado de anticipaci¨®n que supuso el enfrentarse, meses antes que lo hicieran otras comunidades aut¨®nomas o el total de municipios, a la dura realidad de la ca¨ªda brusca de ingresos con gastos a niveles insostenibles.
Los problemas serios empiezan ahora. No hay elecciones en el horizonte. El Partido Popular tiene mayor¨ªa absoluta. Ya no es posible jugar a que todo cambiar¨¢ cuando manden otros. Y eso se va a notar. El Gobierno de Mas recupera impuestos, establece o aumenta tasas, anuncia subidas en servicios b¨¢sicos y sigue recortando. Tiene legitimidad para ello. Se le puede acusar de ocultar unas medidas indudablemente pensadas hace semanas, pero de hecho Duran ya dijo en ESADE el 17 de octubre: "Si explico mis ideas, perder¨¦ las elecciones", y quien avisa no es traidor. Pero todo ello tiene un l¨ªmite. Si tras meses y meses de "austeridad, sacrificio y autoridad" todo sigue igual o peor, ?qu¨¦ haremos?, ?a qui¨¦n daremos la culpa? Siguen sin reconocerse dos cosas, que no son precisamente detalles. La primera: Catalu?a no tiene escala ni poder suficiente para plantearse una v¨ªa propia en el cambio de ¨¦poca que atravesamos.
Una vez excomulgados los derrochadores tripart¨ªticos, deberemos reconocer que s¨®lo reforzando los poderes europeos y recuperando capacidad de regulaci¨®n y acci¨®n podremos encarar bien el futuro. El pacto fiscal aliviar¨ªa, pero no resolver¨ªa. La segunda es que no estamos en una crisis, no atravesamos una mala coyuntura, sino que entramos en una nueva ¨¦poca, y ello exige cambios de fondo, no simples recortes. Ejemplos: si tenemos uno de cada dos j¨®venes que ha hecho lo que le dijimos que hiciera y no tiene trabajo ni hay esperanzas de que lo obtenga a corto plazo, ?qu¨¦ le decimos?, ?que se siga esforzando y que se levante pronto? ?Qu¨¦ hacemos con el creciente porcentaje de poblaci¨®n expulsada del mercado de trabajo con la excusa de la edad? Tenemos un sistema educativo obsoleto, que ha menospreciado la formaci¨®n de adultos. No s¨®lo con sacrificios prepararemos al pa¨ªs para la nueva ¨¦poca.
Joan Subirats es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UAB.
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