Esperando en Sol al tranv¨ªa de Parla

El alcalde de Parla, el socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Fraile, permanec¨ªa anoche encerrado en la sede del Gobierno regional, en la Puerta del Sol, en protesta por la interrupci¨®n del servicio del tranv¨ªa, un medio con 15.000 viajeros al d¨ªa paralizado por las deudas. Fraile pide a Esperanza Aguirre que mediante una subvenci¨®n le ayude a refinanciar el impago pero la presidenta regional por el momento no est¨¢ dispuesta. La consecuencia es que tiene a un alcalde, de chaqueta y corbata, atrincherado a oscuras en el patio de su sede. "De aqu¨ª no me muevo hasta que el tranv¨ªa est¨¦ rodando de nuevo", repet¨ªa una y otra vez.

Alstom, multinacional al cargo del mantenimiento, a la que no se le ha abonado ni una factura desde que empez¨® a prestar el servicio en 2008, interrumpi¨® la circulaci¨®n el martes. El Ayuntamiento le debe a Tranv¨ªa S.A., la empresa concesionaria, 48 millones, y esta a su vez 6,5 a Alstom. El municipio, inmerso en una crisis que le ha llevado a despedir a cien trabajadores, se ha visto desbordado por los gastos de unos trenes que pretend¨ªan suplir que Metro Sur no pasase por Parla. El proyecto lo ide¨® Tom¨¢s G¨®mez, hoy l¨ªder del PSM, cuando era alcalde. Entonces acord¨® con la comunidad y el Consorcio de Transportes unas condiciones ahora inviables.

Fraile exige a la comunidad un compromiso por escrito Tranv¨ªa SA y Alstom reanudar¨¢n el transporte si Aguirre asegura su ayuda

Para negociar un nuevo contrato con el Gobierno regional que salve la situaci¨®n, Fraile se present¨® a las 9.30 en Sol. No ten¨ªa cita pero Aguirre le recibi¨®, junto al consejero de Transportes, Antonio Beteta. El alcalde exigi¨® el mismo trato que el metro ligero. El tranv¨ªa recibe 0,19 euros de subvenci¨®n por viajero; Boadilla, por ejemplo, obtiene 3,7.

Beteta apost¨® por mantener un servicio de autobuses alternativo hasta que el Ayuntamiento solucione la deuda, y se?al¨® que en en 2005 G¨®mez se comprometi¨® a encargarse de la explotaci¨®n y el mantenimiento. La comunidad firm¨® a cambio financiar el 50% de d¨¦ficit que produjese. "Con el dinero de todos los madrile?os no se puede tapar el agujero de Tom¨¢s", insisti¨® Beteta, quien asegur¨® que se trata de un conflicto entre empresas privadas. Fraile contraatac¨® aduciendo que hay que renegociar el pacto, y que se trata peor a su ciudad que a otras.

Tras acabar la reuni¨®n sin entendimiento alguno, los dos bajaron al patio y mantuvieron una tensa conversaci¨®n en publico. "Bueno alcalde, ?usted se va o se queda?", le pregunt¨® el consejero. "Me quedo hasta que hable con Nacho, que es con quien hay que hablar", contest¨®, en alusi¨®n al vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez. El consejero asinti¨® y se march¨®.

El alcalde, junto a tres concejales, el jefe de gabinete y un conductor, se sent¨® entonces en el quicio de una ventana a la espera de un acuerdo. Pasaron cinco horas sin se?ales de los dirigentes regionales. Una asesora de Fraile pregunt¨® al personal de seguridad si pod¨ªa salir a por agua y comida pero le dijeron que el que sal¨ªa no volv¨ªa a entrar. Sobre las siete, Beteta le llam¨® por tel¨¦fono y se reactiv¨® la negociaci¨®n.

Los dos estaban dispuestos a llegar a un acuerdo con el que convencer a las empresas de que reanudasen el servicio hoy mismo, y al tiempo abrir un di¨¢logo sobre financiaci¨®n. Beteta coment¨® en ese momento que las empresas, Tranv¨ªa SA y Alstom, est¨¢n dispuestas a hacerlo si existe un compromiso de pago real. Fraile lo consider¨® un parche insuficiente; quer¨ªa llevarse por escrito un compromiso que asegurase la ayuda de la comunidad. Le pasaron entonces un papel en el que se le¨ªa que Aguirre se "compromete a garantizar la viabilidad del transporte p¨²blico". Fraile frunci¨® el ce?o y pidi¨® que se incluyese la palabra "tranv¨ªa".

Beteta se neg¨®. Eran las 20.30. Las luces de la sede se iban apagando. En la puerta esperaban decenas de seguidores del alcalde que esperaban verle salir con un compromiso firme. Sin papel, insist¨ªa Fraile, no se iba. La seguridad del edificio le dijo que pod¨ªa desalojarle a la fuerza pero el asunto se qued¨® en mera amenaza. Fraile comunic¨® que iba a pasar la noche dentro. El alcalde de Fuenlabrada, el socialista Manuel Robles, toc¨® al megafonillo poco despu¨¦s para decir que llevaba unos bocadillos para su compa?ero. No le dejaron pasar. "No paso hambre", contaba por tel¨¦fono pese a estar en ayunas desde la ma?ana, "Lo ¨²nico que me importa es el tranv¨ªa". Un alcalde que no acepta un no por respuesta.